Ganamos o perdimos: análisis del Índice de Desarrollo Humano, 1990-2015
DOI:
https://doi.org/10.32719/25506641.2017.3.7Resumo
Las comunidades rurales, periféricas o urbanas se han incorporado en este milenio como actores vivos de las soluciones a la crisis. Unas con más creatividad, otras más efectivas en resultados y algunas fuertes en impacto. En su mayoría, han echado mano a su pasión para encontrar soluciones alternativas incidiendo directamente en los procesos productivos que las organizaciones con y sin fines de lucro han implementado o quisieran implementar. Sin embargo, todas disponen de la tecnología, cualquiera que sea el avance en su entorno, para diseñar y emprender esas ansiadas soluciones. Como resultado primario se logra que la pasión unida a la tecnología sea el común denominador de la innovación y creatividad; por ello las ideas y los valores de quienes emprenden estas soluciones son fundamentales para cambiar el modo de hacer las cosas y los resultados e impacto que necesitan esas comunidades. A las comunidades que emprenden de esta forma se les conoce como nuevas, modernas y proactivas en la búsqueda de caminos más efectivos y más eficientes para satisfacer las necesidades. Desde el siglo pasado, la modernización ha tenido importancia, pero ahora cobran mayor relevancia la invención y el desarrollo de modos distintos de hacer las cosas gracias a velocidad tan vertiginosa con la que se ejecutan.
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Referências
Crozier, Michel. 1989. Estado modesto, Estado moderno. Estrategia para el cambio. México: FCE.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 1998. Informe sobre Desarrollo Humano, Prólogo.