Solo ella se llama Marilyn Monroe (Relecturas de una diosa)
Abstract
Muchos libros me hacen feliz, pero hay unos que me tocan de manera fulminante. Solo ella se llama Marilyn Monroe (Relecturas de una diosa) es de estos que deslumbran a primera vista, y que duplican su efecto cuando se han consumido. Portada y fotos hacen el impacto visual: la bella del celuloide captada para siempre en imágenes menos reproducidas que las otras –la del vestido levantado por el viento del tren subterráneo, la del rostro serio apoyado en el borde de una tina de baño frente a Tony Curtis, con peluca de mujer, la que emerge del pastel para cantar “Happy Birthday, Mr. President”–; en las de este libro, Marilyn lee ejemplares de títulos distintos, con rostro de concentración o deleite.