Procesos 58, julio-diciembre 2023 177
No hay espacio suciente en este comentario para referir ampliamente lo
que se puede postular como los engaños del barón. Basta citar tres ejemplos,
con su respectiva prueba: la nanciación de Mutis a Caldas; la historia de la
geografía de las plantas referida por Humboldt en 1826; y el destino de las
láminas botánicas que José Celestino Mutis regaló a Humboldt en el mes
de septiembre de 1801, a su paso por Santafé. En cuanto a la nanciación
de Mutis a Caldas, en carta de Caldas a Mutis desde Quito, el 6 de abril
de 1802, el payanés le reere que Humboldt, negando que Mutis le había
informado de su apoyo a Caldas, nalmente le confesó: “Mi amigo, yo he
mentido a usted: el señor Mutis me habla a la larga del asunto, pero yo, que
he resuelto viajar solo, no quería dar a usted esta pesadumbre”.3 En cuanto
a la historia de la geografía de las plantas en 1826, debe considerarse que
solo diez años después del fusilamiento de Caldas por el ejército español, en
1816, Humboldt tomó la decisión de referirse, nalmente, a sus trabajos so-
bre geografía vegetal, aunque solo fuera en un prospecto preliminar para un
libro que nunca se publicaría. En este prospecto, Humboldt incluyó a Caldas
en una larga lista de 56 naturalistas que habían trabajado en el nuevo cam-
po del que solo él, según decía, había sido pionero: “En los últimos 15 años
[los siguientes botánicos] han abordado cuestiones relativas a esta ciencia, o
bien han aportado materiales que ampliarían sus límites”.4 Pero hay un error
evidente en este reconocimiento tardío, ya que Humboldt, un cuanticador
muy preciso, tenía que ser consciente de que Caldas había trabajado en ba-
rimetría botánica desde al menos principios de 1802, es decir 24 y no “15
años antes de 1826”. En cuanto a las láminas botánicas, en el capítulo de José
Antonio Amaya titulado “An Archaeology of Mutis’s Disappearing Gift to
Humboldt” se puede revisar el detalle de la historia de las 107 láminas botá-
nicas que Mutis regaló a Humboldt y Bonpland en 1801, y desaparecieron.
Amaya encontró evidencia de que fueron utilizadas, él dice copiadas, para
la obra Plantes Equinoxiales de estos viajeros.
Y se debe también aplicar un criterio analítico a las críticas de Caldas a
Humboldt, en particular al impacto en su vínculo con Humboldt en el pri-
mer semestre de 1802, que probablemente determinó que Humboldt no lo
llevara en su viaje, y optara por llevar a Carlos Montúfar. Al menos cuatro
críticas del payanés al prusiano tienen soporte documental: la del termóme-
3. Francisco José de Caldas, “Carta a José Celestino Mutis”, Quito, 6 de abril de 1801,
en Cartas de Caldas, ed. por Eduardo Posada (Bogotá: Academia Colombiana de Historia,
1917), 147-148. Énfasis añadido.
4. Alexander von Humboldt y Carl Kunth, “Géographie des Plantes Rédigée d’après
la Comparaison des Phénomènes que Présente la Végétation dans les deux Continens.
Prospect (1826)”, Staatsbibliothek zu Berlin Preussischer Kulturbesitz, Nachl. Alexander
von Humboldt, gr. Kasten 13, Nr. 26, Bl. 1-2 [comunicado por Ulrich Paessler].