Procesos 58, julio-diciembre 2023 205
decisiones editoriales hayan logrado su objetivo: poner en conocimiento del
público la dimensión histórica de Manuela Sáenz.
Katerinne Orquera Polanco
UniversidadAndinaSimónBolívar,SedeEcuador
Quito-Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-3603-0311
MirEya salgado góMEz. “indios altivos e inquietos”.
conflicto y política popular en el tiempo de las sublevaciones:
riobamba en 1764 y otavalo en 1777. Quito:
Flacso Ecuador / abya-yala, 2021, 266 pp.
https://doi.org/10.29078/procesos.n58.2023.4574
El libro estudia dos sublevaciones ocurridas en la Audiencia de Quito
durante el siglo XVIII: la del corregimiento de Riobamba en 1764 y la de
Otavalo en 1777. La autora sostiene que no han recibido la atención debida,
pues los estudios se han enfocado en eventos similares en Bolivia (rebelión
de Túpac Katari) y Perú (rebelión de Túpac Amaru II). Su objetivo es contri-
buir a una “interpretación general sobre la movilización popular andina” y a
un mejor entendimiento de “la complejidad de las relaciones entre la monar-
quía borbónica y las sociedades regionales y locales” (p. 9).
En estas sublevaciones andinas, cuyas causas inmediatas reconocidas
son las numeraciones de tributarios decretadas por la Corona, Mireya Sal-
gado explora nuevas posibilidades interpretativas que salen de perspectivas
analíticas lineales: busca desentrañar la agencia política popular, que en los
casos de estudio se manifestó en la apropiación y uso subalterno de símbo-
los y espacios asociados con la religión y la religiosidad, para transgredir el
orden social vigente; y profundiza la complejidad social y étnica que caracte-
rizó a las sublevaciones, por lo cual critica la categoría indio, que enmascara
procesos e identidades (p. 244). Otra preocupación de la autora son los me-
canismos de silenciamiento de la agencia política, para evitarlo se aproxima
a las fuentes primarias, sin olvidar que se elaboraron de tal modo que acallan
la agencia política y por esa razón escudriña entre sus suras.
El capítulo uno presenta una vista panorámica y una valoración crítica
de la literatura producida con relación a campesinos, sublevaciones, cultura
y política popular. Describe la evolución y marca los hitos de las perspectivas
analíticas con las que se ha abordado el estudio de estos temas y expone los
elementos teóricos que guían su trabajo. La autora destaca que gran parte
Procesos 58, julio-diciembre 2023206
de la literatura sobre historia agraria y revoluciones campesinas se caracte-
riza por una perspectiva evolucionista, lineal y por una metanarrativa de la
transición hacia el mundo moderno, donde los campesinos han sido vistos
—incluso por perspectivas de análisis críticas— como obstáculos para la mo-
dernidad. Además, observa una tendencia a vincular las sublevaciones con la
búsqueda de la legitimidad nacional, presentándolas como precursoras de la
nación o idealizando el pasado indígena como una época “gloriosa” (p. 14).
Dentro del análisis del estado del arte, se repasa el debate y enrique-
cimiento de cada perspectiva analítica de autores como Barrington Moore,
Eric R. Wolf, E. P. Thompson, James Scott y Steve Stern, de quienes reconoce
sus aportes y muestra sus limitaciones. Señala como un hito las repercusio-
nes de los estudios subalternos, el giro lingüístico y el posestructuralismo
francés. Para el caso de la Audiencia de Quito, reconoce los aportes de Se-
gundo Moreno y Galo Ramón, y presenta algunos rasgos característicos de
las actuales discusiones sobre las rebeliones en los Andes, revitalizadas con
nuevas perspectivas sobre lopolítico y la relación de lo material con lo cultu-
ral. Desde una perspectiva interdisciplinaria, que relaciona la historia social,
cultural y política, Salgado detalla el vínculo entre cultura y poder, así como
entre la cotidianidad y las prácticas. A la par, detalla elementos teóricos que
le sirven como marco analítico: el concepto de cultura política para com-
prender los símbolos, signicados y prácticas que los grupos subalternos
despliegan; y la teoría de las prácticas (Michel de Certeau) y las reexiones
de Jacques Rancière sobre la política.
En los dos capítulos siguientes, la autora reconstruye la narrativa históri-
ca de las sublevaciones de Riobamba y Otavalo, en atención a sus contextos
políticos, sociales y culturales, así como también la conictividad y movili-
dad social en dichos corregimientos. Las sublevaciones se enmarcaron en un
conjunto de cambios económicos y políticos del orden colonial, a partir de
mediados del siglo XVII y a lo largo del XVIII, momento del debilitamiento
geopolítico español frente a Gran Bretaña y de unas reformas borbónicas que
no lograron contrarrestar la situación. En ese marco, la Audiencia de Quito,
que atravesaba una prolongada crisis por el declive de la industria textil y la
falta de articulación económica, vio agravado el momento por factores exter-
nos como epidemias, erupciones volcánicas y terremotos.
Entre otros cambios, se mencionan la agitación social, urbana y rural; la
crisis institucional colonial y del sistema de tributación; y la disolución de las
diferenciaciones étnicas, consecuencia de una sociedad dinámica. La Iglesia
también se transformó cuando la Corona buscó secularizar el ámbito ecle-
siástico, lo cual socavó los discursos de control dominantes. Este punto es
importante para Salgado, pues la relación religión-poder se sometió a rede-
niciones, reapropiaciones y a una desacralización simbólica e ideológica, que
Procesos 58, julio-diciembre 2023 207
dieron cuenta de una política subalterna. En ambas sublevaciones, Salgado
evidencia la similitud de contextos y causas,1 sin embargo, en su desarrollo
identica importantes diferencias en cuanto a objetivos de reivindicación
de los grupos sublevados, su dinámica y sus correspondientes liderazgos.
Para aproximarse a las sublevaciones, la autora usa como principal fuente
las “Sumarias” de las sublevaciones y, a través de ellas, los sentidos que se
elaboraron sobre estas coyunturas de conicto.
Precisamente, en el cuarto capítulo, aborda las manifestaciones de la po-
lítica popular que reclamaba un nuevo orden social. La presión tributaria y
el despojo de recursos de las poblaciones indígenas dieron lugar a fenóme-
nos como el ausentismo y el forasterismo, cuyo peso e inuencia en las dos
sublevaciones fue diferente, pero son claves para comprender las prácticas y
lenguajes políticos populares (p. 127). Otra estrategia subalterna estudiada
por la autora es el uso del sistema judicial, donde se evidencia la percepción
del “mal gobierno” Borbón. La revisión inicia en 1730 con las “quejas y me-
moriales de agravios”, que aproximan a la autora a la constitución de los
sectores subalternos, sus proyectos, la transformación de las relaciones con
las autoridades locales y sus formas simbólicas de lucha.
En los capítulos quinto y sexto se trabajan los sentidos y signicados de
las sublevaciones. En el caso de Riobamba, la narrativa de las fuentes transita
desde la preocupación de las autoridades por la posible existencia del proyec-
to de un “reino de indios”, hacia una narrativa de la contrainsurgencia y de
reconstitución de una comunidad moral que anula la dimensión política del
accionar insurgente. Esta conceptualización de la contrainsurgencia se basa en
los estudios subalternos y en propuestas promovidas por exponentes como
Ranajit Guha. Según la autora, el hecho de que en la narrativa de la subleva-
ción se ubique a los indios ladinos españolizados de la villa como instigadores
y manipuladores de los indios de las alturas, despolitiza y rearma su lugar
subordinado y, por otro lado, rearma al espacio urbano como lugar que irra-
dia racionalidad, en oposición al espacio rural asociado con la barbarie.
La sublevación de Otavalo, objeto del capítulo seis, es denida en las
fuentes como una reacción a los abusos que la numeración de tributarios
representaba, lo cual oculta la agencia subalterna. La gura usada fue “el in-
dio borracho e inconsciente”, que cometía actos violentos y espontáneos. Por
otra parte, la Sumaria evidencia que las autoridades coloniales asumieron
que la sublevación fue causada por la numeración ordenada por el Rey, no
hubo sospecha de que acarreara un proyecto político de disputa del poder;
por lo tanto, en la pacicación de Otavalo las autoridades no procedieron
1. En ambos casos las sublevaciones estallan a partir de la disposición de las autorida-
des coloniales de llevar a cabo numeraciones de tributarios.
Procesos 58, julio-diciembre 2023208
con la cautela tomada en Riobamba y la represión fue cruenta.
El último capítulo se ocupa de evidenciar la apropiación, resignica-
ción e incluso subversión de los espacios rituales y símbolos de la política
popular y vislumbra cómo los sujetos se redenen frente al poder. En am-
bos casos, las estas, las juntas de indios, las bebezonas y espacios sagra-
dos constituyen los escenarios de circulación de ideas y de resignicaciones
simbólicas que se produjeron durante los largos períodos de colonización.
Sin embargo, se marcan los usos de rituales y simbólicos diferenciados en
Riobamba y Otavalo, en relación con las condiciones de poder especícas de
cada corregimiento. En general, en Riobamba, a través de la apropiación de
los mecanismos disponibles (leyes, símbolos) los sublevados construyeron
la legitimidad de un discurso de “reino” indígena para expulsar al tirano
español. Así se entiende que hayan jugado a su favor con el espacio sagrado
de la iglesia y la Virgen de Sicalpa. Al contrario, en Otavalo, los sublevados
negaron los elementos de la cultura dominante, entre ellos los símbolos sa-
grados (iglesias e imágenes).
En términos generales, la perspectiva desde la que el libro de Salgado
aborda las sublevaciones de Riobamba y Otavalo es provocadora, pues
apunta a descubrir manifestaciones políticas subalternas en procesos y acto-
res en los que las interpretaciones históricas solo han encontrado pasividad
y premodernidad. Asimismo, la noción de “indígena” o “indio”, central en
la historiografía colonial, no es el punto de partida de la investigación, cuyos
resultados cuestionan el enmascaramiento y la homogeneización de proce-
sos históricos intrincados.
La autora reconoce que aún quedan varios temas que requieren mayor
profundización y abre una agenda de trabajo a futuro, entre otros, menciona
la profundización en la participación de las mujeres en la sublevación de
Otavalo, para enriquecer la comprensión de las dimensiones de la política
popular, tarea nada fácil dado que las fuentes primarias relegan las voces
subalternas, por lo que se requiere un concienzudo ejercicio de crítica de
fuentes; a ello adiciona el tema de las reformas borbónicas y la dinámica
conictiva de su recepción y negociación en los territorios americanos.
David Anchaluisa Humala
UniversidadAndinaSimónBolívar,SedeEcuador
Quito, Ecuador
https://orcid.org/0009-0003-6761-5544