Procesos 55, enero-junio 2022 199
sión global e imperial y a la local o regional a n de poder dar cuenta de
las dinámicas internas y externas que provocaron tanto la crisis del Antiguo
Régimen y la disolución de los imperios ibéricos, en el marco de los procesos
revolucionarios e independentistas, como la emergencia de nuevas comuni-
dades políticas que con el correr de los años darían lugar a la constitución de
los actuales Estados nacionales.
Ahora bien, aunque se suele alegar que se trató de una experiencia com-
partida a nivel continental —e incluso Atlántico—, sigue siendo habitual que
se señale a Brasil como un caso particular o excepcional, cuyo recorrido his-
tórico contrastaba con el que habían transitado sus vecinos. Esto se debería a
que su independencia, algo más tardía y pacíca, no habría surgido de una
revolución, sino de un acuerdo entre las élites locales para mantener su po-
der, y a que se habría basado en la continuidad de la esclavitud y del orden
monárquico que le habría permitido preservar su unidad territorial y lograr
una relativa estabilidad.5
En LaindependenciadeBrasilylaexperienciahispanoamericana(1808-1822),
João Paulo Pimenta se propuso revisar críticamente este consenso.6 Si bien no
desconoce las continuidades señaladas por la historiografía sobre Brasil, que
le habrían dado un cariz particular a su independencia, también sostiene la
necesidad de incorporar a las revoluciones hispanoamericanas en el cuadro
explicativo del proceso de separación de los dominios lusoamericanos de Por-
tugal. En ese sentido, lo más novedoso y signicativo de su estudio es la for-
ma en la que concibe a ese vínculo. Es que, a diferencia de cómo suele hacerse,
no solo lo considera en términos comparativos, como un contexto, o como un
modelo a ser evitado por los actores lusoamericanos, sino que su examen se
enfoca en su interrelación o, para utilizar sus palabras, en su “interfaz”. Su hi-
pótesis es que los acontecimientos enmarcados en la crisis del orden colonial y
las revoluciones hispanoamericanas actuaron como “vectores” que afectaron
al orden sociopolítico lusoamericano y, a su vez, les ofrecieron una orientación
a sus actores para realizar diagnósticos y pronósticos sobre su futuro.
5. Un ejemplo en ese sentido, en tanto recupera la tesis tradicional sobre la conti-
nuidad entre el Brasil colonial y el independiente en el marco de la crisis de los imperios
atlánticos pero considera a Hispanoamérica solo como un contraste negativo. Leslie Be-
thell, “La independencia de Brasil”, en HistoriadeAméricaLatina.LaIndependencia, ed. por
Leslie Bethell, t. V (Barcelona: Crítica, 1991), 201-203.
6. João Paulo Pimenta, La independencia de Brasil y la experiencia hispanoamericana
(1808-1822) (Santiago de Chile: Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Mu-
seos / Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2017). El libro es la traducción de
su trabajo AindependenciadoBrasileaexperienciahispano-americana(1808-1822) (São Pau-
lo: Hucitec / Fapesp, 2015) que, a su vez, es una versión actualizada de su tesis doctoral
defendida en la USP en 2004, bajo la dirección de István Jancsó con el título “O Brasil e a
América Espanhola (1808-1822)”.