Letrados migrantes en tiempos de crisis.
Las trayectorias de tres neogranadinos ilustrados
en el Ecuador, 1857-1862*
Immigrantintellectualsintimesofcrisis:Thecareersofthree
NewGranadianscholarsinEcuador,1857-1862
Letradosmigrantesemtemposdecrise.Atrajetóriadetrêsilustrados
neogranadinosnoEquador,1857-1862
Jean Paul Ruiz Martínez
UniversidadNacionaldeColombia
Bogotá, Colombia
jaruizm@unal.edu.co
https://orcid.org/0000-0002-4897-0976
https://doi.org/10.29078/procesos.v.n55.2022.3262
Fecha de presentación: 17 de marzo de 2022
Fecha de aceptación: 4 de abril de 2022
Artículo de investigación
Procesos.RevistaEcuatorianadeHistoria, n.º 55 (enero-junio 2022), 47-78. ISSN: 1390-0099; e-ISSN: 2588-0780
* El artículo es resultado de actividades de investigación desarrolladas en el Área de
Historia de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, y en el proyecto “Pe-
riódicos del siglo XIX: opinión pública y cultura política” de la Universidad Nacional de
Colombia. Código Hermes 55268.
RESUMEN
Este artículo indaga las trayectorias de tres jóvenes granadinos en el
Ecuador, entre 1857 y 1862. Mediante el estudio de sus actividades en
un tiempo agitado por las crisis políticas de medio siglo, el artículo
destaca la existencia de identidades comunes entre los letrados de
ambos países y se sugiere que hubo coincidencias ante las crisis. Estos
letrados se refugiaron en formas de sociabilidad ilustrada, moderaron
sus tendencias e impulsaron proyectos que los legitimaron como
élites de la razón y la cultura. Así intentaban defender su lugar y ser
reconocidos como depositarios de valores ilustrados, encargados
de pacicar discordias y ejercer tutoría sobre los sectores populares.
Palabras clave: historia del Ecuador, historia de Colombia,
república de las letras, historia intelectual,
sociabilidades, laicidad, migración, siglo XIX.
ABSTRACT
The present article explores the careers of three young Granadians
in Ecuador between 1857 and 1862. By examining their activities
in the political turmoil of the mid-nineteenth century, the article
highlights identities shared by the intellectuals of both countries and
suggests that their had common reactions to the clashes. Those
scholars took refuge in forms of enlightened social interactions,
tempered their course, and promoted projects that gave legitimacy
to their identity as elite proponents of reason and culture. That is how
they asserted their role as the heirs and advocates
of the Enlightenment, to recommend peaceful solutions to disputes
and serve as mentors to grassroots sectors of the population.
Keywords: history of Ecuador, history of Colombia,
republic of letters, intellectual history, sociality, secularism,
immigration, nineteenth century.
RESUMO
O artigo aborda as trajetórias de três neogranadinos no Equador,
entre 1857 e 1862. Por meio do estudo das atividades desenvolvidas
por estes durante uma época agitada pela crise política do meio do
século, este trabalho destaca a existência de identidades comuns entre
os letrados em ambos países e sugere coincidências sobre crise. Estes
letrados se refugiaram nas formas de sociabilidade ilustrada,
moderaram suas tendências e promoveram projetos que os
legitimaram como membros da elite da razão e da cultura. Assim,
tentaram defender seus lugares e serem reconhecidos como
depositários dos valores ilustrados, e encarregados de pacicar
discórdias e tutelar os setores populares.
Palavras chave: História do Equador, História da Colômbia,
república das letras, história intelectual, sociabilidades,
laicidade, migração, século XIX.
El 20 de julio de 1861, en la primera entrega de ElIris.Publicaciónlitera-
ria,cientícaynoticiosa(en adelante, ElIris),Benjamín Pereira Gamba (1834-
1906) informaba como redactor lo siguiente: “El nombre de este periódico
indica su n: la paz es la primera necesidad del país, i por ella trabajará con
infatigable empeño llamando la atención pública hacia los intereses positi-
vos, empresas de adelanto, reformas materiales y útiles estudios”.1 La frase
resulta llamativa, ya que muestra a un joven poeta y pedagogo granadino
que dirigía un colegio en Loja, que manifestaba en un quincenario quiteño
su profunda preocupación por la paz y las necesidades del Ecuador, un país
al que había llegado en 1857, tan solo cuatro años atrás.
Es conocido que Benjamín Pereira llegó a Ecuador junto con otros dos jó-
venes poetas y pedagogos granadinos, Belisario Peña (1836-1906) y Francisco
Ortiz Barrera (1827-1861), por una invitación que les hizo el liberal lojano,
Miguel Riofrío (1822-1879), para formar un proyecto pedagógico dedicado a
la juventud.2 Los cuatro eran letrados, es decir, sujetos que se dedicaban si-
multáneamente a múltiples actividades (comerciales, políticas, pedagógicas,
etc.), coincidían en la consideración sobre sí mismos como una élite cultural
que tenía monopolio sobre la palabra (escrita e impresa) y estaba encargada
de ejercer magisterio sobre el pueblo para reformar sus costumbres y civili-
zarlo.3 Estos sujetos, los letrados, eran capaces de construir proyectos a través
de relaciones y redes que podían ser familiares, políticas, comerciales, etc.4
También se sabe que Pereira, Peña y Ortiz, entre 1857 y 1862 impulsaron
proyectos que impactaron en la cultura ecuatoriana, como el Colegio de la
Unión (Loja, 1857; Quito, 1860) en el que fueron directores y profesores, al
igual que LaFederación(Loja, 1859-1861) y ElIris(Quito, 1861-1862), dos pe-
riódicos que muestran el actuar de los tres jóvenes como publicistas y el uso
que hicieron de la literatura como un recurso para atraer público, vincular a
otros sujetos e impulsar propuestas republicanas.5 Cabe mencionar que an-
1. Benjamín Pereira Gamba, “El Iris”, ElIris, n.º 1, 20 de julio de 1861: 1. Énfasis en el
original.
2. Julio Tobar Donoso, GarcíaMorenoylainstrucciónpública, 2.ª ed. (Quito: Editorial
Ecuatoriana, 1940), 39, 110; Alfredo Albuja Galindo, Elperiodismoenladialécticapolítica
ecuatoriana, vol. 1 (Quito: La Tierra, 2013), 143.
3. La caracterización sobre los letrados latinoamericanos es de Annick Lempérière,
“Los hombres de letras hispanoamericanos y el proceso de secularización (1800-1850)”,
en HistoriadelosintelectualesenAméricaLatina, ed. por Carlos Altamirano y Jorge Myers
(Buenos Aires: Katz, 2008), 247.
4. Gilberto Loaiza Cano, Poderletrado:ensayossobrehistoriaintelectualdeColombia,si-
glosXIXyXX (Cali: Universidad del Valle, 2014).
5. Jean Paul Ruiz Martínez, “ElIris (Quito: 1861-1862). Una experiencia publicitaria
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tes de partir hacia Ecuador, en 1857, ya eran reconocidos como pedagogos en
los colegios de la capital neogranadina y participaban en espacios literarios
y culturales que reunían a los letrados en Bogotá, como es el caso de la aso-
ciación denominada Liceo Granadino (1854). Además, publicaban poesías y
cuadros de costumbres mientras impulsaban periódicos literarios como El
Álbum(Bogotá: 1856-1857).
Las actividades que desarrollaban Pereira, Peña y Ortiz en Bogotá eran
producto de una activa comunidad letrada en la que reinaba un ánimo conci-
liador. Dichas actividades permitieron que, en su natal Nueva Granada, for-
talecieran lazos con el círculo de “escritores del catolicismo”, entre quienes se
encontraban José Joaquín Ortiz (1814-1892), José Joaquín Borda (1835-1878) y
Ricardo Carrasquilla (1827-1886). Según Gilberto Loaiza Cano, los escritores
de dicho círculo, la mayoría de ellos con origen laico, estaban concentrados
en defender la supremacía del legado católico y “eran una mezcla de anti-
cuarios e historiadores, de polemistas religiosos, de institutores, de periodis-
tas y, según la denominación más frecuente de la época, de literatos”.6 Como
el lector puede suponer, los escritores del catolicismo fueron un grupo afín a
las tendencias conservadoras.
La vinculación de Pereira, Peña y Ortiz con los escritores católicos en
Bogotá, entre 1854 y 1857, se prolongó entre 1857 y 1862, aunque llama la
atención que en el Ecuador eran usualmente considerados como radicales
(o por lo menos liberales) por su participación en el Colegio de la Unión,
su relación con Miguel Riofrío y su participación en LaFederación.Efectiva-
mente, Pereira, Peña y Ortiz tuvieron al tiempo tanto vínculos con el círculo
de escritores católicos neogranadinos como con el círculo de letrados ecua-
torianos de tendencias liberales que se reunían en LaDemocracia. También
tuvieron relaciones en el Ecuador con letrados de tendencias conservadoras
y en Nueva Granada con letrados de orientación radical. Todo ello muestra
la multiplicidad de relaciones al interior de las élites letradas y el funciona-
miento de los espacios culturales no determinados por los conictos entre
tendencias políticas.
No se debe perder de vista que Pereira, Peña y Ortiz eran católicos y es-
taban fuertemente vinculados con las toldas jesuitas, pero expresar su catoli-
cismo no era impedimento para que sus actividades pedagógicas mostraran
laicismo o para que defendieran ideas liberales como la abolición de la pena
de muerte y la libertad de palabra. Cabe mencionar que liberales, radicales
y conservadores (neogranadinos y ecuatorianos) podían ser católicos y ge-
innovadora y el proyecto de una república de las letras ilustrada, transnacional y no po-
lítica” (tesis de maestría, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, 2020), 46-54.
6. Loaiza Cano, Poderletrado:ensayos..., 152.
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neralmente lo eran; lo que cambiaba era el lugar que daba cada tendencia a
la Iglesia en la sociedad y frente al Estado, al igual que la centralidad de la
religión como factor de civilización, la relación con otras matrices de pensa-
miento y los ideales de orden social, entre otros aspectos. Tampoco se debe
perder de vista que, aunque Peña, Pereira y Ortiz llegaron juntos al Ecuador
y participaron en proyectos comunes, tenían diferencias. A inicios del siglo
XX Julio Tobar Donoso identicó esta complejidad e interpretó que se podría
denir a Benjamín Pereira Gamba como un radical, pero difícilmente po-
dríamos hacer lo mismo con Belisario Peña y Francisco Ortiz Barrera, dado
el “catolicismo acendrado” de estos últimos.7
En este orden de ideas, es posible considerar que las trayectorias de Pe-
reira, Peña y Ortiz no son temas agotados para el escrutinio de la disciplina
histórica. Es una consideración que toma fuerza si se recuerda que la reno-
vación de la historiografía sobre el siglo XIX invita a revisar las trayectorias
de los personajes para reconocer los cambios en su accionar, en las redes de
relaciones y los sistemas en que se disputaba lo literario y lo político.8 Efec-
tivamente, revisar las trayectorias de Pereira, Peña y Ortiz entre 1857 y 1862
mejoraría la comprensión sobre las relaciones transnacionales entre letrados
ecuatorianos y granadinos. Además, aportaría luces sobre el accionar de los
letrados en el proceso de construcción de lo literario y lo político en el marco
de las crisis políticas de mediados del siglo XIX, al igual que iluminaría el
entendimiento sobre la sincronía entre las experiencias ecuatorianas y grana-
dinas en cuanto a las élites culturales y sus espacios asociativos cerca de las
crisis políticas de mediados del siglo XIX.9
7. Seguimos la interpretación de Julio Tobar Donoso. Ana Buriano, Navegandoenla
borrasca.Construirlanacióndelafeenelmundodelaimpiedad,Ecuador,1860-1875 (Ciudad
de México: Instituto Mora, 2008), 127. Espero identicar más claramente las diferencias de
los tres granadinos en una investigación paralela a la que dio como resultado este artículo.
8. Un ejemplo sobre la revisión de trayectorias en lo literario se encuentra en Ana
María Agudelo, “José Joaquín Borda: manifestaciones de una vocación intelectual en el
siglo XIX”, Anclajes 8, n.º 2 (2014): 1-18. Sobre la disputa de lo político, véase Ana Buriano,
PanorámicadelaprensaenelEcuadorgarciano:construcciónycuestionamientodeunalegitimi-
dadpolítica,1860-1875 (Ciudad de México: Instituto Mora, 2020).
9. La sincronía entre experiencias ecuatorianas y granadinas no ha recibido mucha
atención, pero cuenta con trabajos fundamentales para su comprensión, entre ellos los de
David Bushnell, Neill Macaulay y Galaxis Borja González. Esta última profundiza en las
relaciones entre liberales radicales que se reconocían mutuamente como parte de una co-
munidad política no limitada por las fronteras nacionales, lo que muestra una dimensión
transnacional del pensamiento liberal. David Bushnell y Neill Macaulay, Elnacimientode
lospaíseslatinoamericanos (Madrid: Nerea, 1989); Galaxis Borja González, “La expulsión de
los jesuitas en Ecuador y la Nueva Granada: impresos, debates fundacionales y transna-
cionalidad a mediados del siglo XIX”, en Minúsculayplural.CulturaescritaenColombia, ed.
por Alfonso Rubio (Medellín: La Carreta, 2016), 153-184; Galaxis Borja González, “Artis-
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Atendiendo estas consideraciones, el presente artículo examina las tra-
yectorias de Benjamín Pereira, Belisario Peña y Francisco Ortiz en el Ecuador
entre 1857 y 1862. Es un ejercicio que recurre a periódicos, hojas volantes e
historiografía ecuatoriana y colombiana, condición que permite reconocer
el accionar público y publicitario de los tres jóvenes pedagogos.10 El primer
acápite del artículo sitúa a Peña, Pereira y Ortiz en Bogotá como parte de
una élite cultural que luego de la Guerra de 1854 en Nueva Granada buscaba
apaciguar los ánimos y crear espacios de encuentro en los que la literatura
ocupara un lugar privilegiado. El segundo acápite examina las trayectorias
de los tres granadinos en Loja entre 1857 y 1858, para identicar las relacio-
nes que tejieron y las polémicas en que intervinieron. El tercero examina las
trayectorias de los tres granadinos en Loja y Quito, entre 1859 y 1861, con
el objetivo de identicar sus actividades durante la crisis de 1859 y frente
al gobierno provisional. A su vez, el cuarto acápite ubica a los tres pedago-
gos como parte de una comunidad letrada que, entre 1861 y 1862, buscaba
apaciguar los ánimos, reunirse alrededor de la literatura y legitimarse como
una élite de la razón y la cultura. Existe, no obstante, una limitación doble
de este artículo: primero, la ausencia de fuentes peruanas que son necesarias
para comprender el impacto y las relaciones de los tres granadinos en Lima
y Piura; segundo, la ausencia de información en prensa ocial y privada so-
bre el accionar de Pereira, Peña y Ortiz frente a las vías de resolución de las
coyunturas en que desarrollaron sus actividades.
“unidos por una Fraternidad verdaderamente
repubLiCana”. Los tres jóvenes poetas y pedagogos
y sus pares Letrados en bogotá
Estudiar las trayectorias de Pereira, Peña y Ortiz requiere situarlos en
Nueva Granada en el período de paz que se abrió después del golpe de Es-
tado de 1854. No es este el espacio para detenernos en los pormenores del
tas, artesanos, liberalismo y sociabilidades republicanas en Ecuador, 1845-1859”, Procesos.
RevistaEcuatorianadeHistoria, n.º 48 (julio-diciembre 2018): 17-48; Galaxis Borja González,
“ ‘Sois libres, sois iguales, sois hermanos’. Sociedades democráticas en Quito de mediados
del siglo XIX”, JahrbuchfürGeschichteLateinaerikas[AnuariodeHistoriadeAméricaLatina]
63 (2016): 185-210.
10. Los impresos ecuatorianos fueron consultados en el Archivo Biblioteca Aurelio
Espinosa Pólit (ABAEP), una institución que es fundamental para el estudio de la cultura
ecuatoriana y se encuentra en riesgo por el abandono estatal. Por su parte, los impresos
granadinos fueron obtenidos en la Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA), en la Biblioteca
Nacional de Colombia (BNC) y en la Biblioteca Virtual Colombiana (BVC).
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golpe a través del cual artesanos, militares y liberales draconianos (modera-
dos) intentaron detener las reformas liberales y los cambios en las leyes aran-
celarias; tampoco es el momento para relatar la forma en que una alianza de
conservadores y liberales gólgotas (radicales), autodenominados constitu-
cionalistas, derrotó a la mayor oposición al proceso de reformas liberales en
Nueva Granada.11 Basta mencionar que el golpe fue expresión de una crisis
política que tuvo entre sus resultados el incrementó del miedo al pueblo, lo
que ocasionó profundas mutaciones en el comportamiento asociativo neo-
granadino.12
Las investigaciones de Gilberto Loaiza Cano dan cuenta de estas muta-
ciones. Antes del golpe, especialmente en el período comprendido entre 1846
y 1854, hubo en Nueva Granada una “presencia abigarrada de lo popular
en la política” y un intento de las élites políticas liberales por hacer de las
masas su base social.13 Sin embargo, luego del golpe decayeron las alianzas
entre los artesanos y las élites liberales, especialmente por parte de los radi-
cales que se refugiaron en sociabilidades excluyentes y en proyectos políti-
cos culturales con remembranzas ilustradas, dejando de lado, cada vez más,
las alianzas con los sectores populares y distanciándose de las sociedades
democráticas.14
En consonancia con los cambios asociativos, la prensa granadina reo-
rientó sus contenidos hacia la promoción de valores burgueses como el or-
den social, la paz y la tranquilidad del hogar, en un intento por apaciguar
los ánimos, restringir las audiencias y evitar la incursión de las masas y de
posibles sujetos desestabilizadores en la república de las letras.15De esta ma-
nera, la prensa respondía al repliegue y reagrupamiento de las élites cultu-
rales bajo preceptos comunes, entre ellos la necesidad de civilizar al país y
controlar (o excluir) a otros, entre ellos los artesanos. Bajo este marco, sur-
gieron publicaciones que tuvieron un carácter ilustrado y se refugiaron en la
literatura como una estrategia para aislarse de las disputas entre tendencias
políticas y para funcionar como espacios de formación, reunión, publicidad
y legitimación de los letrados como una élite de la razón y la cultura.16
11. David Sowell, ArtesanosypolíticaenBogotá (Bogotá: Plural, 2017), 96-98.
12. Gilberto Loaiza Cano, Sociabilidad,religiónypolíticaenladenicióndelanación:Co-
lombia,1820-1886 (Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2011), 26, http://www.
digitaliapublishing.com/a/39943/.
13. Loaiza Cano, Poderletrado:ensayos..., 74.
14. Loaiza Cano, Sociabilidad,religiónypolítica..., 128-129.
15. Mercedes López, “De la prensa literaria al libro: José María Vergara en la forma-
ción del hispanismo en Colombia (1858-1866)”, RevistadeCríticaLiterariaLatinoamericana
41, n.º 82 (2015): 68; Andrés Gordillo, “ElMosaico (1858-1872): nacionalismo, élites y cultu-
ra en la segunda mitad del siglo XIX”, FronterasdelaHistoria, n.º 8 (2003): 29.
16. Loaiza Cano sugiere reconocer a los letrados como una élite de la razón y la cultura.
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De estas publicaciones literarias del tiempo de paz luego de la crisis, tres
de las más conocidas fueron: la antología por entregas titulada LaGuirnal-
da:coleccióndepoesíasicuadrosdecostumbres(Bogotá, 1855-1856), ElÁlbum:
periódicoliterario,cientícoinoticioso (Bogotá, 1856-1857) y el LiceoGranadino
(Bogotá, 1856-1857), publicación de la corporación literaria denominada el
Liceo Granadino, la cual reunió a los principales letrados granadinos y buscó
fundar una Academia Nacional como forma de institucionalizar la cultu-
ra.17 Los jóvenes de los que trata el presente artículo: Pereira, Peña y Ortiz,
participaron en las tres publicaciones, las cuales tuvieron como principales
artíces a dos escritores católicos de tendencia conservadora: José Joaquín
Ortiz fue editor de LaGuirnalday fundador del Liceo Granadino,mientras
que José Joaquín Borda fue fundador de ElÁlbum.18
José Joaquín Borda y José Joaquín Ortiz, al igual que sus pares letrados,
incluidos los liberales y los radicales, se reconocían mutuamente como parte
de una comunidad cuya condición de acceso era el reconocimiento mutuo
sobre el manejo de la palabra (escrita e impresa). Al interior de dicha comu-
nidad se reconocía el derecho a tener diferencias de opinión, condición que
les permitía a los letrados reunirse y trabajar juntos a pesar de que no coin-
cidieran en sus tendencias políticas. Claro está, eran sujetos que se reunían
previamente, bien fuera por la literatura o por los nexos familiares, escolares,
políticos o comerciales que compartían y que les permitían desarrollar sus
actividades; sin embargo, en la paz de la poscrisis dieron una nueva dimen-
sión a la actividad literaria, privilegiándola sobre las actividades político
partidistas.
Precisamente, en la paz que siguió a la crisis de 1854 tomó fuerza una
comprensión de la política como una actividad que exacerbaba las pasiones
y absorbía la atención de todos “con perjuicio de los intereses más sagrados
y civilizadores”.19 No se trataba de un rechazo absoluto de la política, era
más bien un intento por hacer que las diferencias entre posiciones políticas
quedaran en segundo lugar al interior de la comunidad letrada. Un ejemplo
se encuentra en el discurso que presentó el joven radical José María Sam-
per (1828-1888) cuando expresó que al Liceo Granadino habían llegado a
levantar un templo a las letras y a las bellas artes, donde todos los talentos
pudieran rendir culto a la verdad y a lo bello “dejando en el vestíbulo las
17. Textos recopilados en LiceoGranadino.Coleccióndelostrabajosdeesteinstituto (Bo-
gotá: Imprenta de Ortiz i Compañía, 1856). Entre otras publicaciones literarias de esos
años se encuentran: LaEsperanza (Bogotá, 1855) y LaRevista (Bogotá, 1856). Al igual que
otros periódicos, ElNeo-granadino (Bogotá, 1848-1857) retomó sus actividades luego de la
crisis y continuó incorporando contenidos literarios.
18. Agudelo, “José Joaquín Borda...”, 7.
19. “Crónica”, ElÁlbum, n.º 3, 8 de junio de 1856: 25.
Procesos 55, enero-junio 2022 55
pasiones del hombre de partido, i la vestidura política que nos da un color
para conocernos en las luchas ruidosas de la democracia”.20
En este sentido, se puede considerar que los miembros de la comunidad
letrada bogotana se reconocían entre sí como si estuvieran unidos por una
fraternidadrepublicana. Al respecto, da claridad la denición que expresó José
Joaquín Borda sobre el Liceo Granadino: “es una reunión de hombres aman-
tes de la ciencia i de las artes, que abandonando las mezquinas discordias
de nuestros partidos políticos, van a cultivar con empeño aquellas materias,
unidos por una fraternidad verdaderamente republicana”.21
De esta forma, bajo las ideas de fraternidad y alejamiento de las polémi-
cas partidistas, los letrados bogotanos se consideraban mutuamente como
parte de una comunidad cuyo acceso no era determinado por el origen, la
nacionalidad o la tendencia política. Esta condición permitió a extranjeros
ingresar a la comunidad, como ocurrió con el poeta venezolano Francisco
Aranda y Ponte (1823-1856) mientras era encargado de la secretaría de la
legación de Venezuela en Nueva Granada.22 Igual ocurrió con el liberal loja-
no Miguel Riofrío (1822-1879), quien se incorporó al Liceo Granadino, entre
1856 y 1857, mientras residía en Bogotá como encargado de negocios del
Ecuador.
Riofrío era un abogado, letrado y político ecuatoriano muy activo que
pertenecía al círculo de los liberales anes a José María Urbina (1808-1891)
e impulsaba actividades asociativas, pedagógicas y publicitarias en el Ecua-
dor.23 Se puede suponer que como letrado, Riofrío tenía interés por acceder
a los espacios de sociabilidad literaria y por establecer lazos con sus pares
en Bogotá. De la misma forma, se puede suponer que, como liberal, Riofrío
tenía interés por estrechar lazos con los liberales granadinos. En este orden
de ideas, dos de las identidades de Riofrío (letrado y liberal) le permitían
generar vínculos en Nueva Granada y buscar proyectos conjuntos.
Efectivamente, cuando Riofrío se despidió en febrero de 1857 de sus pa-
res en el Liceo Granadino, expresó estar lleno de “sentimientos fraternales”
con aquellos que lo “adoptaron por hermano” y lo aliaron en la “milicia”
que trabajaba por la “bandera de la civilización”.24 El discurso de Riofrío ho-
menajeó a la corporación al armar que era necesaria “para que todo hijo de
Colombia llegue a pensar como republicano i a formar corazones que sean
20. José María Samper, “La revolución de julio”, en LiceoGranadino.Colección..., 28.
21. José Joaquín Borda, “El Liceo Granadino”, ElÁlbum, n.º 9, 20 de julio de 1856: 72.
22. Henrique Pérez, “Aranda”, LiceoGranadino.Colección..., 200-201.
23. Entre las actividades de Riofrío se encuentran la fundación de la Escuela Demo-
crática Miguel de Santiago (Quito, 1852) y la publicación del periódico ElSeisdeMarzo
(Guayaquil y Quito: 1845-1859). Borja González, “La expulsión de los jesuitas...”, 169.
24. Miguel Riofrío, “Despedida”, en LiceoGranadino.Colección..., 206.
Procesos 55, enero-junio 202256
dignos de la América”.25 Además, planteó que el Liceo era un acontecimiento
que podría llamarse colombiano dado que, en el parecer de Riofrío, excitaba,
dirigía y encumbraba el pensamiento de sus coasociados, al igual que aviva-
ba, fortalecía y perfeccionaba sus sentimientos. 26
El sentimiento fraterno y la identidad colombiana que expresaba Rio-
frío eran concepciones que compartía con sus pares en Bogotá. Por ejemplo,
Santiago Pérez Manosalva (1830-1900), un joven abogado de tendencias libe-
rales, homenajeó a Francisco Aranda por su fallecimiento y lo denió como
el “enviado de la fraternidad colombiana”.27 Es más, los editorialistas de El
Álbumse expresaron sobre la fraternidad americana al referirse a Riofrío en
la siguiente nota:
El honorable señor Rio-Frio [sic] ha regresado otra vez a su Patria, dejando sim-
patías por las mil cualidades que lo adornan, i en especial por su espíritu de
Fraternidad Americana. Partió llevando por compañeros a nuestros amigos, los
jóvenes Francisco O. Barrera, Benjamín Pereira i Belisario Peña, que abandona-
ron su Patria con el objeto de fundar en Quito un Colegio. No es posible dejar
de contristarse al ver la situación de un país cuya juventud ilustrada tiene que
abandonarlo, para buscar lejos de él la subsistencia.28
Ciertamente Riofrío regresó a Ecuador y lo acompañaron Francisco Or-
tiz Barrera, Benjamín Pereira Gamba y Belisario Peña. El mayor de los tres
granadinos era Francisco Ortiz Barrera (1827-1861), quien en 1857 tenía 29 o
30 años de edad y rmaba sus producciones como Francisco O. Barrera. Para
entonces, Ortiz Barrera era un reconocido poeta que declamaba en el Liceo
Granadino y acababa de publicar su Tratadoderetórica,oratoriaypoesía,obra
que fue dedicada a Santiago Pérez y recibió elogios en ElÁlbum:periódico
literario,cientícoinoticioso(Bogotá, 1856-1857),periódico del que era cola-
borador (en adelante ElÁlbum).29Ortiz Barrera era además un pedagogo con
experiencia en los colegios San Bartolomé, Santo Tomás, Seminario, Espíritu
Santo, Liceo de familias y en el Colegio de Luis Silvestre; además, era funda-
dor del Colegio San Luis en Bogotá.30
25. Ibíd.
26. Ibíd.
27. Santiago Pérez, “Francisco Aranda i Ponte”, en ibíd., 48.
28. “Variedades”, ElÁlbum, n.º 25, 19 de febrero de 1857: 93.
29. “Variedades”, ElÁlbum, n.º 14, 1 de septiembre de 1856: 6.
30. Tomamos los datos biográcos de Benjamín Pereira, “Poesías del Señor Francis-
co O. Barrera [Introducción]”, ElIris, n.º 6, 5 de octubre de 1861: 85-89; Isidoro Laverde,
Apuntessobrebibliografíacolombiana (Bogotá: Imprenta de vapor de Zalamea Hermanos,
1882), 28.
Procesos 55, enero-junio 2022 57
Por su parte, Benjamín Pereira Gamba (1834-1906) tenía 22 años cuando
partía hacia el Ecuador. El joven que cursó estudios en el Colegio de los Je-
suitas, en el Rosario y en el Colegio Nacional de San Bartolomé, tenía expe-
riencia como catedrático de español en este último colegio y como encargado
de la cátedra de latín en el Seminario Conciliar de la Arquidiócesis; además,
había publicado poesías y prosas en folletos y hojas volantes, al igual que en
ElÁlbumy en LaGuirnalda:coleccióndepoesíasicuadrosdecostumbres(Bogotá,
1855-1856, en adelanteLaGuirnalda). El año anterior al de la Guerra de 1854,
Benjamín Pereira encabezó una solicitud que presentaron los alumnos del
San Bartolomé a los legisladores granadinos para que sancionaran reformas
liberales, entre ellas el matrimonio civil, la emancipación religiosa, la liber-
tad de expresión del pensamiento por medio de la palabra, la federación, la
abolición de las aduanas, etc.31 Cabe mencionar que Benjamín Pereira hacía
parte de una familia inuyente en la sociedad, la cultura, comercio y política
de Nueva Granada. Era hijo del hacendado caucano, prócer y ministro co-
lombiano Francisco Pereira Martínez (1783-1863), así como hermano de los
radicales Nicolás (1824-1902), Próspero (1825-1896) Guillermo (1827-1896) y
Emilio Pereira Gamba (1830-1857).32
El menor de los tres jóvenes que partieron con Riofrío hacia Ecuador en
1857 fue Belisario Peña (1836-1906), poeta y pedagogo que estudió en el Co-
legio de San Bartolomé y que en 1850, cuando los jesuitas fueron expulsados
de Nueva Granada, hizo parte del grupo de estudiantes que los acompañó
hasta Jamaica.33 Peña regresó probablemente a Nueva Granada en 1854, con
17 o 18 años de edad. En el marco de la crisis formó parte de las fuerzas
constitucionalistas que conformaron liberales radicales y conservadores. Ese
mismo año en la campaña militar de las fuerzas constitucionalistas en el sur
de Nueva Granada tuvo lugar un encuentro de poetas y Peña participó en la
reunión, a la que concurrieron José María Samper (1828-1888), Lázaro María
31. “Representantes del Pueblo”, ElNeo-granadino, n.º 243, 25 de marzo de 1853: 105.
32. De su hermana Mercedes se conoce sobre su matrimonio en 1860 con Eustasio
Pieschacon Calvo, un sujeto distinguido en la capital neogranadina. Datos biográcos en
Julio Añez, Parnasocolombiano:coleccióndepoesíasescogidas, vol. 2 (Bogotá: Editorial de M.
Rivas, 1887), 188-195, 291-295; Laverde, Apuntessobrebibliografía..., 114-116; Loaiza Cano,
Sociabilidad,religiónypolítica..., 215; Javier Mejía, Diccionariobiográcoygenealógicodelaélite
antioqueñayviejocaldense (Pereira: Sello Editorial Red Alma Mater, 2012), 148-150; “Sala
de Patrimonio Documental Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas”, Archi-
voNicolásPereiraGamba(1826-1901).Inventario (Medellín: Universidad EAFIT, 2013); José
Vernaza, VidadelDr.JoséFranciscoPereira (Cali: Editorial América, 1941).
33. Belisario Peña, HistoriadelaCompañíadeJesús, vol. 2 (Poyssi: Imprenta de S. Lejay
ET C, 1872), 246; Eduardo Muñoz, BelisarioPeñaGómez,1834-1906.Maestroypoeta (Quito:
Comité Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas, 2007), 7.
Procesos 55, enero-junio 202258
Pérez (1822-1892), Rafael Pombo (1833-1912) y Julio Arboleda (1817-1862).34
Este último, Arboleda, era un literato, abogado y político que provenía de
una de las familias más notables de Popayán y se perlaba entre los líde-
res del conservatismo granadino. Era además un gran amigo de Belisario
Peña, quien lamentaría públicamente la muerte del dirigente conservador
en 1862 como producto de una guerra.35 Regresando sobre Peña, se puede
mencionar que, en 1857, cuando partía hacia Ecuador, tenía 20 años y había
presentado sus producciones en el Liceo Granadino, LaGuirnalday ElÁlbum,
rmando en este último con el pseudónimo de “Patroclo”. Además, se había
desempeñado en 1856 como profesor de latín en el Seminario Conciliar de
la Arquidiócesis.
Probablemente Riofrío y los tres jóvenes poetas granadinos construye-
ron lazos fraternos en el marco de las reuniones del Liceo Granadino y en los
otros espacios de sociabilidad literaria en los que participaron. Se desconoce
a cuál se le ocurrió la idea de formar un proyecto pedagógico, pero se sabe
que en 1857 Miguel Riofrío invitó a los jóvenes para que lo desarrollaran en
el Ecuador.36 También se ha mencionado, 1857 fue en Nueva Granada un
tiempo de paz. Por esta razón, es problemática la denición que usualmente
se encuentra en la historiografía ecuatoriana sobre Benjamín Pereira Gamba,
Belisario Peña y Francisco Ortiz Barrera como exiliados políticos que salie-
ron de Nueva Granada por sus ideas liberales (o federales).37 La denición de
exiliados sugiere una persecución que no existió e impide el reconocimiento
de la voluntariedad de los tres granadinos para viajar a Ecuador, al tiempo
que desconoce la posibilidad de los letrados de cooperar en proyectos más
allá de las fronteras estatales. Asimismo, reconocer el viaje como un exilio
impide pensar en el recorrido por los Andes como una experiencia deseada
por los letrados neogranadinos.
34. Virginio Ramírez, “Duelo nacional”, RevistadelColegioMayordeNuestraSeñoradel
Rosario 2, n.º 19 (1906): 562.
35. Datos tomados de Muñoz, BelisarioPeñaGómez...; Roberto Tisnés, BelisarioPeña.
Poetacolombo-ecuatoriano (Bogotá: Editorial ABC, 1989); Ramírez, “Duelo nacional”.
36. Antonio Mata, ExposicióndelMinistrodelInterior,RelacionesExterioreseInstrucción
Pública (Quito: Imprenta del Gobierno, 1857), 57.
37. Ana Buriano arma que “fueron llevados a Loja como exiliados políticos”. Buria-
no, Navegandoenlaborrasca..., 127. La misma interpretación proponía Pío Jaramillo Alvara-
do, Estudioshistóricos (Quito: Talleres Tip. de la Editorial Artes Grácas de C. Briz Sánchez,
1934), 384.
Procesos 55, enero-junio 2022 59
“i este puebLo es gemeLo de mi patria”.
Los tres jóvenes granadinos LLegan a eCuador
En el país al que se dirigían los tres pedagogos granadinos estaba cerca
de concluir el período marcista (1845-1859), un tiempo en el que una nueva
generación de hombres públicos que no provenían de las familias herederas
de la aristocracia colonial, ingresó en la escena política ecuatoriana y se en-
caminó en la construcción de una “república liberal” que tuviera como fun-
damento la igualdad y no los privilegios.38 Durante este período avanzaron
en el Ecuador reformas liberales, la presencia de los sectores populares en
la vida política fue notable y los marcistas intentaron, sin éxito, hacer de las
masas su base social.39
Las investigaciones de Galaxis Borja González dan cuenta del contexto
político y asociativo ecuatoriano en el período marcista. Explica que existió
“un número importante de asociaciones de tipo cultural y con nes patrió-
ticos en Quito y en las otras ciudades del país, sobre todo en Guayaquil,
Cuenca y Riobamba, pero también en poblaciones más pequeñas”.40 Estos
espacios asociativos, entre los que se encontraban diversos tipos de socie-
dades (democráticas, populares, ilustradas, de amigos del país, etc.) junto a
bibliotecas, escuelas, museos y academias, entre otros, fueron estimulados
por los gobiernos marcistas y reunieron a letrados y políticos de tendencias
liberales junto con artistas y artesanos, bajo la consideración de la educación
como el pilar del orden social y como un dispositivo para el progreso (ma-
terial y moral).41
En este paisaje asociativo, los periódicos ElSeis de Marzo(Guayaquil,
Quito, 1845-1859), La Democracia (Quito, 1852-1858) y El Artesano (Quito,
1857-1859)estimularon y facilitaron el acceso, circulación y apropiación de
lenguajes e ideas liberales en Ecuador y en Nueva Granada.42 Eran publica-
38. Juan Maiguashca, “El proceso de integración nacional en el Ecuador: el rol del
poder central, 1830-1895”, en HistoriayregiónenelEcuador:1830-1930, ed. por Juan Mai-
guashca (Quito: FLACSO Ecuador / CERLAC-York University / IFEA / Corporación Edito-
ra Nacional, 1994), 377-383; Borja González, “Artistas, artesanos, liberalismo...”, 21-22; Juan
Maiguashca, “The Electoral Reforms of 1861 in Ecuador and the Rise of a New Political
Order”, en ElectionsbeforeDemocracy:theHistoryofElectionsinEuropeandLatinAmerica, ed.
por Eduardo Posada Carbó (Nueva York: Macmillan Press / St. Martin’s Press, 1996), 108.
39. Construimos este argumento a partir de ibíd., 97; Borja González, “Artistas, arte-
sanos, liberalismo...”, 47.
40. Ibíd., 22.
41. Ibíd., 36.
42. Borja González, “ ‘Sois libres, sois...”.
Procesos 55, enero-junio 202260
ciones que no prescindían de los contenidos literarios, ya que encontraban
nexos entre literatura y política; además, sus artíces consideraban que la
literatura y las artes propiciaban el progreso y la civilidad.43 Tras estos pe-
riódicos se encontraban sujetos de tendencias liberales que actuaban en di-
versidad de espacios publicitarios, pedagógicos y asociativos; uno de estos
sujetos fue Miguel Riofrío.44
Se puede interpretar entonces que el contexto político y asociativo ecua-
toriano en 1857 no era del todo ajeno a los tres granadinos. En el Ecuador
en 1857 (antes de la crisis de 1859) y en Nueva Granada antes de la crisis
de 1854, las tendencias liberales democráticas estaban en auge, había una
presencia abigarrada de los sectores populares en la política, avanzaba la
implementación de reformas liberales y existían alianzas entre élites libe-
rales (letrados y políticos) y sectores populares. Es más, liberales ecuatoria-
nos y granadinos se reconocían como parte de la misma comunidad política
regional.45 No obstante, las diferencias eran también notables; por ejemplo,
aunque liberales ecuatorianos y granadinos promovían principios de demo-
cracia y reforma, los liberales ecuatorianos eran más entusiastas con los prin-
cipios de nacionalidad que los granadinos.46 Además, en el Ecuador tenía
lugar la formulación de una versión local de liberalismo en clave católica y
democrática.47
Los tres granadinos llegaron al Ecuador vinculados con el círculo de ten-
dencia liberal al que pertenecía Riofrío y en el que se desarrollaban proyec-
tos en los que coincidían letrados como Pedro Fermín Cevallos (1812-1893),
Juan León Mera (1832-1894) y Julio Zaldumbide (1833-1887), junto con artis-
tas y artesanos de procedencia social intermedia, entre ellos Juan Pablo Sanz
(1819-1897) y Juan Agustín Guerrero (1818-1880). El primero, Sanz, era el
impresor, pintor, arquitecto autodidacta, político local, principal artíce de
ElArtesanoy propietario de la Imprenta del Pueblo. Por su parte, Guerrero
era un artista del círculo letrado capitalino y un pedagogo comprometido
con la enseñanza artística.48
43. Borja González, “Artistas, artesanos, liberalismo...”, 40-42.
44. Sobre el grupo de tendencia liberal, véase Borja González, “La expulsión de los
jesuitas...”, 169.
45. Ibíd., 170.
46. Ibíd.
47. Borja González, “ ‘Sois libres, sois...”, 190-191.
48. Sobre Sanz y Guerrero, véase ibíd. Mera se distanciaría progresivamente de sus
pares de tendencia liberal, tomaría posiciones cada vez más conservadoras sobre la rela-
ción Iglesia-Estado y se acercaría a los círculos garcianos. Ruiz Martínez, “ElIris (Quito:
1861-1862)...”, 93.
Procesos 55, enero-junio 2022 61
Los letrados en la coyuntura marcista desarrollaban sus actividades pu-
blicitarias y pedagógicas bajo la idea de que eran agentes protectores y edu-
cadores del pueblo, pero estaban descontentos con el Gobierno ecuatoriano
por el estancamiento de las acciones encaminadas a construir una comuni-
dad política en clave liberal, democrática y católica, entre ellas el fomento de
la educación.49 Efectivamente, la instalación del proyecto pedagógico de los
tres granadinos en 1857 en Ecuador y las polémicas que suscitó, muestran la
vinculación de Peña, Pereira y Ortiz con el círculo de tendencia liberal al que
pertenecía Riofrío y que publicaba el periódico LaDemocracia.Coincidía ade-
más la iniciativa del colegio con las aspiraciones de dicho grupo sobre la edu-
cación como medio para el mejoramiento moral y material de la población.
La instalación del colegio en Loja y sus polémicas también muestran la
capacidad de los tres pedagogos de ajustar sus objetivos y de vincularse con
otros más allá del círculo de sujetos de tendencia liberal. Por ejemplo, el ob-
jetivo inicial de los tres granadinos era establecer el proyecto pedagógico en
Quito, ya que consideraban a la capital como el lugar más central y adecuado
para que concurrieran los alumnos de la república.50 Sin embargo, llegaron por
Guayaquil, pasaron por el Azuay y luego visitaron Loja, provincia que limi-
taba con Perú y en la que los pedagogos granadinos encontraron muestras de
entusiasmo, aprecio y apoyo por parte de los padres de familia y del gobierno
provincial, situación que motivó la instalación del colegio en Loja en 1857.51
El colegio recibió la denominación “de la Unión” como un homenaje a
la unión entre Ecuador y Nueva Granada, un resultado de la persistencia
de la identidad colombiana y la fraternidad republicana. Fue esta la razón
por la que Benjamín Pereira en la inauguración expresó gratitud hacia sus
“hermanos” del pueblo ecuatoriano y asoció la unión colombiana a la liber-
tad, la religión y el porvenir.52 De esta manera, Pereira se presentaba como
un sujeto con dos patrias: su “patria” natal de la que partió con tristeza; y
una “segunda patria” a la que llegó y en la que encontró hermanos amantes
de la libertad, un pueblo “hospitalario i generoso” que era gemelo de su
patria.53 Ambas patrias, Nueva Granada y Ecuador, eran unidas en el poema
de Pereira por un pasado y un futuro en común, simbolizados bajo el “iris
colombiano”.54
49. Borja González, “ ‘Sois libres, sois...”, 209.
50. Mata, ExposicióndelMinistro... [1857], 57.
51. Ruiz Martínez, “ElIris (Quito: 1861-1862)...”, 51.
52. Benjamín Pereira, “En la apertura de un colegio en Loja”, en LiceoGranadino.Co-
lección..., 306-312.
53. Ibíd.
54. Ibíd., 308. Belisario Peña presentó un poema con un mensaje similar. Belisario
Peña, “En la misma solemnidad”, en LiceoGranadino.Colección..., 312-317.
Procesos 55, enero-junio 202262
Cabe mencionar que el colegio tuvo un carácter privado y empezó a fun-
cionar en una parte del edicio del Colegio de San Bernardo (sin que este
dejara de funcionar). Tuvo el Colegio de la Unión a los tres jóvenes granadi-
nos como fundadores, directores y profesores.55 Los alumnos, casi 80 en 1857,
provenían de Loja, Cuenca, Quito y Piura.56 Recibían instrucción en religión,
moral, urbanidad, historia (sagrada, antigua, peruana y ecuatoriana), cali-
grafía, lenguas (castellana, latina, francesa e inglesa), losofía (lógica, psico-
logía, estética, ideología, teodicea), aritmética, álgebra, geografía (descrip-
tiva, política, astronómica y física), poesía (ortología y métrica), caligrafía,
música, dibujo y teneduría de libros por partida doble.57 Además, emulando
el Liceo Granadino y en homenaje a dicha asociación, aunque dando una
mayor relevancia a la religión, Belisario Peña fundó en el colegio una “aca-
demia religiosa” a la que eran invitados los mejores estudiantes para ser
formados en religión y letras.58
El Gobierno ecuatoriano valoró positivamente las actividades del colegio
y reconoció a la institución en 1858 como el mejor colegio privado de instruc-
ción secundaria que existía en la república.59 En este orden de ideas, se iden-
tica que en 1857 y 1858 las actividades del colegio fueron bien recibidas por
padres de familia, gobierno local y gobierno ecuatoriano, lo que transfería
prestigio a los tres pedagogos granadinos.60 Sin embargo, en Loja un grupo de
sujetos autodenidos como “unos católicos”, polemizaron en junio de 1858
con los tres pedagogos y por extensión con el Colegio de la Unión.
Unos Católicos, en una hoja suelta titulada Refutación(Loja, 1858),acusa-
ron a Pereira, Peña y Ortiz de publicar en el periódico el Zamora(Loja, 1858),
una “impiedad volteriana” que despreciaba a los sacerdotes católicos y los
apodaba “tortugas del siglo”.61 Según Refutación,el apodo expresaba odio
55. Mata, ExposicióndelMinistrodelInterior... [1857].
56. “Unos Selbáticos de Zamora”, Problema. Archivo Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit
(ABAEP), Hoja volante, Loja, 1858.
57. ProgramadeloscertámenesquesostendránlosalumnosdelColejiodelaUnión (Quito:
Imprenta del Estado, 1858). Probablemente el Colegio de la Unión tenía por modelo el
bachillerato parisino en ciencias. Buriano, Navegandoenlaborrasca..., 256.
58. Programadeloscertámenes..., 32. A su vez, el Liceo Granadino emulaba el Liceo
Artístico y Literario de Madrid. Gordillo, “El Mosaico (1858-1872)...”, 28.
59. Antonio Mata, ExposicióndelMinistrodelInterior,RelacionesExterioreseInstrucción
Pública (Quito: Imprenta del Gobierno, 1858), 37.
60. Sobre el prestigio de los pedagogos neogranadinos y la modernización de la edu-
cación, véase Rosemarie Terán Najas, “La escolarización de la vida: el esfuerzo de cons-
trucción de la modernidad educativa en el Ecuador (1821-1921)” (tesis doctoral, Universi-
dad Nacional de Educación a Distancia, 2015), 55-57.
61. Unos Católicos, Refutación. ABAEP, Hoja volante, Loja: Imprenta de Peña y C. a
por Casimiro Cano, 1858. Énfasis en el original.
Procesos 55, enero-junio 2022 63
explícito a la religión católica y justicaba un desacato (discurso o proclama)
que —según Unos Católicos— Francisco Ortiz Barrera hizo contra los sacer-
dotes el 1 de junio de 1858 en la plaza pública.62 A través de la refutación,
Unos Católicos denieron las acciones públicas de los tres pedagogos grana-
dinos como llenas de liberalismo, socialismo, reformismo luterano, protes-
tantismo inglés, lososmo francés, volterianismo e impiedad.
En el fondo de la polémica estaban los ecos de las revoluciones del 48 y
el conicto entre la laicidad y la intransigencia. Pereira, Peña y Ortiz desta-
caban el lugar central de la religión en la civilización y eran devotos católi-
cos, pero exhibían concepciones liberales y democráticas que separaban al
Estado de la Iglesia en diferentes ámbitos, por ejemplo, en la educación de
los jóvenes, lo que causó la reacción de sectores católicos intransigentes y
probablemente el que desde los púlpitos algunos clérigos se opusieran al Co-
legio y a sus fundadores. Es, por tanto, comprensible el que “unos católicos”
se ampararan en las lecturas de los padres Francisco Vallesca y José Ignacio
Víctor Eyzaguirre (1817-1875), a quienes citaron, al igual que probablemente
se apoyaron en Jaime Balmes (1810-1848), teólogo y apologista catalán que
fue muy difundido entre los católicos ecuatorianos.63
Desde sus referentes, Unos Católicos rechazaron las obras de Alphonse
de Lamartine (1790-1869) y las identicaron como fuentes impías del artícu-
lo del Zamoray del pensamiento de los tres pedagogos granadinos,a quie-
nes relacionaron con autores proscritos por la Iglesia, entre ellos: Juan Wiclef
(1320-1384), Juan Hus (1370-1415), Martín Lutero (1483-1546), François-Marie
Arouet Voltaire (1694-1778) y Johann Adam Weishaupt (1748-1830).64 La Refu-
taciónde Unos Católicos señaló, además, la relación entre los tres granadinos
del Colegio de la Unión con el Zamoracomo colaboradores, al igual que pro-
puso la relación de los granadinos y del Zamora con LaDemocracia, deniendo
a este último como el “periódico-madre”.65 Así, Unos Católicos alineaban a
los granadinos, al colegio y al Zamoraen un bloque liberal al cual oponerse.
Efectivamente, LaDemocraciaapoyaba al Colegio de la Unión, incluso lo
denía como la institución llamada a sembrar los “jérmenes de la fraterni-
dad americana en la juventud del Ecuador, y á plantear los nuevos métodos
ventajosamente ensayados en la Nación ilustrada, de donde los jóvenes Di-
62. Ibíd.
63. Sobre Balmes en los católicos ecuatorianos, véase Borja González, “ ‘Sois libres,
sois...”, 200.
64. Unos Católicos, Refutación.
65. Ibíd. La Refutaciónno plantea que el origen del disenso fuera la condición de ex-
tranjeros. Por el contrario, menciona que antes de la polémica, generó “agradables ilusio-
nes” conocer que los colaboradores del Zamora eran tres ciudadanos de Nueva Granada.
Procesos 55, enero-junio 202264
rectores son orijinarios”.66 En el marco de la polémica, LaDemocraciaexaltó
a los tres granadinos por su ilustración y descalicó a sus detractores, iden-
ticando a estos últimos como “unos pocos necios aliados con otros tantos
frailes y clerigos ignorantones” y como “ajentes de las tinieblas” que ante la
imposibilidad de aceptar un “combate de publicidad” con los tres directores,
apelaron a componer sermones contra el colegio.67 Además, LaDemocracia
identicó Ramón Samaniego (1826-1880), abogado y exrector del Colegio
San Fernando, como el artíce de los ataques al colegio y como un “mal loja-
no” que “se vió en el duro caso de esquivar un duelo literario”.68
En la misma línea de argumentación, hojas volantes lojanas destacaron
la acción de los tres granadinos y el aporte del colegio a la ilustración. Una
de ellas, rmada por Unos Selbáticos de Zamora, denió al colegio como
una institución que impulsaba la religión católica y la ilustración en los jó-
venes. 69 De esta forma, los Selbáticos apelaban a la anidad entre ciencia y
religión de manera semejante a como lo hicieron varios padres de familia en
una comunicación previa que reprodujo LaDemocracia.70 Asimismo, sujetos
distinguidos de la sociedad lojana se atribuyeron ser los padres de familia
que apoyaron al colegio en su fundación y publicaron una hoja suelta en su
defensa.71 En ella se encuentran varios elementos que llaman la atención,
entre ellos la mención sobre la expectativa de funcionamiento del colegio por
lo menos hasta el 8 de septiembre de 1861y la molestia por la posibilidad de
que el colegio fuera trasladado a Quito.72
Las críticas hicieron que en 1858 el número de estudiantes bajara a 40, la
mitad de los que estuvieron el año anterior.73 A la par que funcionaba el cole-
gio, los granadinos desarrollaban otras actividades que los integraban cada
vez más en la sociedad ecuatoriana. Por ejemplo, Benjamín Pereira en marzo
de 1858 abrió en Loja un gabinete de lectura y agencia general de periódicos
nacionales y extranjeros.74 Desde allí intentó distribuir en Loja el Cuadrodela
historiadelEcuadordesdesuorigenhasta1845,obra del abogado ambateño Pe-
dro Fermín Cevallos (1812-1893).75 También es muestra de esta integración el
66. “Loja”, LaDemocracia, n.º 171, 25 de enero de 1858.
67. “El Colegio de ‘La Unión’ ”, LaDemocracia, n.º 191, 22 de junio de 1858.
68. Ibíd.
69. “Unos Selbáticos de Zamora”.
70. “Colelio [sic] de la ‘Unión’ ”, LaDemocracia, n.º 171, 25 de enero de 1858.
71. Transcrita en “Colegio de la Unión”, LaDemocracia, n.º 195, 27 de julio de 1858. Los
rmantes fueron muy inuyentes en la política de Loja: Agustín Riofrío, Manuel Carrión Pin-
zano, Ramón Escudero, Sebastián Valdivieso, José María Aguirre, Javier Arias y Juan Cueva.
72. Ibíd.
73. Ibíd.
74. Benjamín Pereira, “Gabinete de lectura”, LaDemocracia, n.º 182, 13 de abril de 1858.
75. Agradezco a Galaxis Borja González por la referencia. Sobre la obra de Cevallos
Procesos 55, enero-junio 2022 65
que Benjamín Pereira contrajera nupcias en Loja con María de Jesús Riofrío
y Valdivieso, media hermana de Miguel Riofrío y viuda de Fernando Leque-
rica y Carrión. A ella le dedicó Benjamín Pereira un poema que escribió en
1859 mientras viajaba en el vapor Bolivia, fuera del Ecuador.76
“regoCíjate sión no habrá ya guerra”.
Los tres granadinos durante La Crisis de 1859
y eL gobierno provisionaL
1859 fue para Ecuador un año funesto. Según Juan Maiguashca, es bien
conocido que ese año “el país se fraccionó en cuatro gobiernos, el gobierno
central abandonó Quito y se refugió en Guayaquil, Perú bloqueó este puerto
por reclamos fronterizos y, [...] Perú y Colombia comenzaron a hacer prepa-
rativos para dividirse entre ellos los fragmentos”.77 Se trató de una profunda
crisis política que tuvo como causa el problema de legitimidad del Estado
ecuatoriano en el contexto de la exacerbación de la crisis territorial y del
incremento del conicto social.78 En el marco de la crisis, en septiembre de
1859, padres de familia lojanos decidieron nombrar a un jefe civil militar sin
sujeción a otra autoridad, estableciendo un gobierno provincial autónomo
bajo una idea de federación.79 El jefe elegido fue Manuel Carrión Pinzano
(1809-1870), uno de los que apoyó previamente al Colegio de la Unión.80
Los tres pedagogos se vincularon al gobierno federal de Loja mediante
el desarrollo de actividades publicitarias y pedagógicas, lo que muestra su
integración en la provincia y la posibilidad que tuvieron de trabajar durante
la crisis junto a autoridades, políticos y letrados a pesar de las polémicas an-
teriores. Los planes del gobierno de Loja incluyeron al Colegio de la Unión
y el 31 de diciembre de 1859 se decretó su fusión con el Colegio San Bernar-
do, con el n de formar un Instituto de Instrucción Secundaria en el que se
es ineludible la consulta de Guillermo Bustos, Elcultoalanación.Escrituradelahistoriay
ritualesdelamemoriaenEcuador,1870-1950 (Quito: Fondo de Cultura Económica / Univer-
sidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, 2017).
76. Benjamín Pereira, “Un recuerdo”, ElIris, n.º 17, 15 de julio de 1862: 278-280. Fue
probablemente un viaje por asuntos de comercio.
77. Juan Maiguashca, “Ana Buriano, el ‘evento’ y la historiografía ecuatoriana”, Pro-
cesos.RevistaEcuatorianadeHistoria, n.º 52 (julio-diciembre 2020): 235.
78. Maiguashca, “The Electoral Reforms...”.
79. David Sánchez, “El gobierno federal provincia de Loja (1859-1861)” (tesis de licen-
ciatura, Universidad de Cuenca, 2015), 78-85.
80. “Colegio de la Unión”, LaDemocracia, n.º 195, 27 de julio de 1858.
Procesos 55, enero-junio 202266
dictaran cátedras de Jurisprudencia, Medicina y Teología.81 Por otra parte, el
órgano ocial del gobierno federal fue LaFederación(Loja, 1859-1861), un pe-
riódico que surgió en septiembre de 1859, fue dirigido por Benjamín Pereira
y tuvo entre sus colaboradores a Belisario Peña y a Francisco Ortiz Barrera, al
igual que a líderes locales como Toribio B. Mora, Fidelio Espinosa y Ramón
Samaniego.82 Este último fue el mismo que LaDemocraciaidenticó previa-
mente como el que polemizaba con el Colegio de la Unión.
LaFederación esreconocido generalmente como el primer periódico de
Loja. No lo fue, pero se trató de una publicación importante que comunicó los
actos del gobierno lojano e incluyó contenidos literarios locales.83 Promovió
ideas liberales y federales, entre ellas la abolición de la pena de muerte, la
libertad ilimitada de prensa y la descentralización administrativa, lo que no
pasó desapercibido para polemistas de tendencias conservadoras como el sa-
cerdote cuencano fray Vicente Solano (1791-1865), quien describió a LaFede-
racióncomo el resultado de las doctrinas granadinas que la acción de Riofrío
sentó en la juventud lojana.84 Con la misma prevención, el sacerdote cuenca-
no identicó a los tres granadinos como personajes tiznados de liberalismo
que podían llegar a instalar en Loja una batería contra la creencia católica.85
Junto a ello se encontraba la molestia del sacerdote con la disminución del
tiempo dedicado en el colegio a las asignaturas de moral y religión.86
Cabe mencionar que en marzo de 1860 llegó Gabriel García Moreno
(1821-1875) a Loja en nombre del Gobierno Provisional de Quito y consiguió
que la provincia se reintegrara al Ecuador. Para comunicar los acuerdos so-
bre la reincorporación y darle fuerza a la unidad, Benjamín Pereira incluyó
en LaFederaciónun poema de su autoría que trataba sobre el Domingo de
Ramos. Era una composición abundante en referencias bíblicas sobre la paz,
la libertad y la victoria.87 Para entonces sus dos compañeros (Peña y Ortiz) se
encontraban en Quito, ciudad a la que se habían trasladado desde nales de
81. Sánchez, “El gobierno federal...”, 94-95.
82. Buriano, Panorámicadelaprensa..., 59.
83. Es anterior LasMárgenesdel Zamora (Loja: 1856). La discusión se encuentra en
Antonio Checa Godoy, María González, Ruth Lara y María Ramos, Historiadelacomuni-
caciónsocialdelEcuador:prensa,radio,televisiónycibermedios(1792-2013), vol. 1 (Madrid:
Dykinson, 2019), 162-165.
84.Transcrito en Albuja Galindo, Elperiodismoenladialéctica..., vol. 1, 143.
85. Julio Tobar Donoso, LosmiembrosdenúmerodelaAcademiaEcuatorianamuertosenel
primersiglodesuexistencia (Quito: Editorial Ecuatoriana, 1976), 41.
86. Buriano, Navegandoenlaborrasca..., 217.
87. Benjamín Pereira, “Domingo de Ramos”, LaFederación, n.º9, 31 de marzo de 1860.
El poema cerraba de la siguiente manera: “Regocíjate Sión no habrá ya guerra, / El anun-
cia triunfante en sus pendones; / libErtad a las jEntEs dE la tiErra / Y paz a las naciones!”.
Énfasis en el original.
Procesos 55, enero-junio 2022 67
1859 para llevar al modelo pedagógico de un ámbito local a uno nacional.88
El viaje de Peña y Ortiz fue posible gracias a la invitación del gobierno
provisional y de padres de familia de la capital. El apoyo de ellos, al igual
que de las autoridades locales en Quito, permitió que, en abril de 1860, en
la edicación del Colegio San Fernando se inaugurara “un colegio privado
de instrucción primaria y secundaria, denominado también Colegio de la
Unión”.89 Belisario Peña se encargó de la dirección del colegio en Quito y
Francisco Ortiz Barrera fue el responsable de la subdirección, mientras que el
Colegio en Loja siguió funcionando y tuvo como director a Benjamín Pereira.
Peña se encargó también de la dirección de la academia religiosa del
“Colejio de la Unión” en Quito y Ortiz instaló una sociedad literaria deno-
minada “Colejio de la Unión”.90 Ambas, al igual que la academia religiosa
en Loja, eran formas de sociabilidad ilustrada que reunían a los jóvenes más
destacados del colegio e invitaban a otros jóvenes para participar en espacios
de formación en los que coincidían con letrados (socios) y podían compartir
reexiones sobre la religión, la educación y la sociedad, así como sus pro-
ducciones literarias y artísticas, algunas de las cuales tenían como objeto la
exaltación de la identidad colombiana.91
Para impulsar el proyecto pedagógico, el Colegio en Quito fundó en 1860
a la CrónicadelColejiodelaUnión,un periódico dirigido por Belisario Peña
que era similar en contenido a LaCrónicadelColegiodelEspírituSanto(Bogotá,
1847-1851), órgano del Colegio del Espíritu Santo en el que Francisco Ortiz
Barrera fue profesor. La CrónicadelColejiodelaUniónincluyó información so-
bre el funcionamiento del colegio (en Quito y en Loja), difundió la producción
escrita de quienes hacían parte de esta institución (estudiantes, profesores y
colaboradores) y declaró que prescindiría de las “cuestiones de política”.92
Para entonces, la crisis de 1859 no había terminado, situación que permite
a Ana Buriano interpretar que este periódico funcionó como un mensaje de
estabilidad en medio de un caótico clima y como una expresión de un ávido
y activo ambiente cultural que el gobierno provisorio intentaba promover.93
88. Belisario Peña y Francisco Ortiz Barrera, ColejiodelaUnión (Quito: Imp. del Colejio
de la Unión y Manuel Rivadeneira, 1859).
89. Roberto de Ascásubi, InformequepresentaelSecretarioGeneraldelGobiernoProvisorio
alaConvenciónNacionalde1861 (Quito: Imprenta del Gobierno, 1861), 4. “Representación
de algunos padres de familias”, ElNacional, n.º 16, 18 de enero de 1860.
90. Miguel Riofrío, “El Templo”, CrónicadelColejiodelaUnión, n.º 8, 22 de septiembre
de 1860: 136; Rafael María Vázquez, “Sociedad Literaria”, CrónicadelColejiodelaUnión, n.º
10, 15 de diciembre de 1860: 188.
91. Sobre la sociedad literaria y la identidad colombiana, véase Miguel Riofrío, “Ani-
versario”, CrónicadelColejiodelaUnión, n.º 6, 2 de agosto de 1860: 98-102.
92. Belisario Peña, “Prospecto”, CrónicadelColejiodelaUnión, n.º 1, 1 de marzo de 1860: 2.
93. Buriano, Panorámicadelaprensa..., 62.
Procesos 55, enero-junio 202268
Al Colegio de la Unión en Quito y a su periódico se vincularon (como
profesores o colaboradores) personajes de diferentes tendencias que enton-
ces estaban “más o menos unidos por las circunstancias”.94 Varios habían
intervenido en proyectos previos del círculo de sujetos de tendencia liberal,
como fue el caso de Miguel Riofrío, Julio Zaldumbide, Pedro Fermín Ceva-
llos, Juan León Mera, Juan Agustín Guerrero, José Modesto Espinosa (1833-
1915) y Marcos Espinel (1808-1876), entre otros.95 También se vincularon al
colegio y a su periódico el garciano Rafael Carvajal (1819-1878), al igual que
federales cuencanos o católicos con tendencias liberales, entre ellos Antonio
Borrero y Agustín Cueva.96 En un ámbito regional, el impreso se articuló con
la comunidad letrada bogotana, como muestra el que Ricardo Carrasquilla,
letrado y pedagogo granadino conservador que residía en Bogotá, fuera co-
laborador de la CrónicadelaUnióna la vez que un agente de distribución.97
Otros letrados granadinos que colaboraron con la Crónica del Colejio de la
Unión, residían en Bogotá y tenían tendencias conservadoras,eran los her-
manos José Joaquín Ortiz (1814-1892) y Juan Francisco Ortiz (1808-1875).98
El periódico del colegio, al igual que otros periódicos, creaba relaciones
nuevas y fortalecía otras preexistentes. Por ejemplo, antes de la publicación
de la CrónicadelColegiodelaUniónno se conocían personalmente Belisario
Peña y Juan León Mera, a pesar de sus relaciones con el círculo de LaDemo-
cracia.Sin embargo, Mera llegó a ser colaborador y agente de la Crónicadel
ColegiodelaUnióngracias a que Belisario Peña le envió el 21 de marzo de
1860 una carta en la que le comunicaba haberlo nombrado colaborador del
periódico y agente en Ambato ya que, según Peña, no había duda de que
Mera estaría animado del deseo de la educación y progreso de la juventud
ecuatoriana en circunstancias que la hacían necesitar la Ilustración.99 La carta
sobre el nombramiento estuvo acompañada de cuatro ejemplares del perió-
dico y de una tarjeta que expresaba tanto el reconocimiento de Peña a Mera,
94. Ibíd.
95. “Colaboradores de la Crónica del Colejio de la Unión”, CrónicadelColejiodela
Unión, n.º 2, 5 de abril de 1860: 38; “Agentes de la Crónica”, CrónicadelColejiodelaUnión,
n.º 3, 3 de mayo de 1860: 40.
96. Sobre Rafael Carvajal, véase Ana Buriano, “El constitucionalismo conservador
ecuatoriano: un instrumento en la construcción de la hegemonía”, Signoshistóricos, n.º 11
(enero-junio 2004): 89. La denominación de “liberales católicos” fue rechazada por Borre-
ro, ya que era una doctrina condenada. Buriano, Navegandoenlaborrasca..., 129.
97. “Colaboradores de la Crónica del Colejio de la Unión”, CrónicadelColejiodela
Unión, n.º 2, 5 de abril de 1860: 38; “Agentes de la Crónica”, CrónicadelColejiodelaUnión,
n.º 3, 3 de mayo de 1860: 40.
98. Ibíd.
99. Belisario Peña, “Señor Juan León Mera”, 21 de marzo de 1860. ABAEP, Colección
Juan León Mera, Cartas.
Procesos 55, enero-junio 2022 69
como el interés de Peña de hacer que el periódico trabajara “infatigablemen-
te por el perfeccionamiento literario, dejando aparte toda cuestión política y
enojosa”.100
Todo ello permite suponer que, al igual que la crisis de 1854 en Nueva
Granada, la crisis de 1859 en el Ecuador potenció los acuerdos entre letrados
alrededor del lugar de la cultura como camino a la civilización y como refugio
ante la angustia y discordia nacional.101 Efectivamente, la crisis que puso en
peligro la unidad del Ecuador y mostró tanto la exacerbación del conicto so-
cial como de las tensiones entre centro y periferia, estimuló un proceso de re-
organización de la nación en formación y un relativo consenso entre las prin-
cipales fuerzas políticas del país. Como resultado, las formas de sociabilidad
ilustrada desplazaron paulatinamente del escenario a las sociedades demo-
cráticas y la disputa política moderó sus formas y lenguajes; sin embargo, no
fue un escenario ausente de debates, especialmente en temas como la libertad
de imprenta, las facultades de la Iglesia y los proyectos disciplinarios.102 A la
par y desde nales de 1860, en Nueva Granada se vivía una guerra civil que
duraría tres años (1860-1862) y en la que se enfrentaban tendencias liberales
moderadas, liberales radicales, conservadoras y clericales.103
El aporte del Colegio de la Unión al Ecuador y la idoneidad de sus direc-
tores fue uno de los temas que generaron debate durante la reorganización
del país. La polémica se ubicó en marzo de 1861 y provino del abogado An-
tonio Muñoz, quien en febrero de 1860 había celebrado con un discurso la
apertura del colegio, en 1860 había apoyado la CrónicadelColejiodelaUnióny
en 1861 era reconocido como rector del Colegio San Fernando, diputado por
Pichincha a la Convención Nacional y ministro scal de la Suprema Corte de
Justicia.104 En marzo de 1861, Muñoz expresó sus reparos contra el colegio en
Quito y lo denió como un lugar de “pomposos programas que no se cum-
plen, de enseñanza que no se da, de la falta de método en los estudios”.105
A través de discursos, pasquines y hojas volantes, Muñoz y otros sujetos
que lo respaldaron pusieron en duda la pertinencia de los métodos moder-
nos de enseñanza y el costo económico que recaía sobre los bienes del Co-
legio San Fernando; además, los detractores del colegio identicaron como
inconveniente que la educación de los jóvenes fuera encargada a extranjeros,
100. Ibíd.
101. Sobre la “angustia y discordia nacional”, véase Maiguashca, “Ana Buriano, el
‘evento’...”, 238.
102. Buriano, Panorámicadelaprensa..., 63-79.
103. Loaiza Cano, Sociabilidad,religiónypolítica..., 37.
104. Antonio Muñoz, “Discurso”, CrónicadelColejiodelaUnión, n.º 2, 5 de abril de
1860: 27-28.
105. Belisario Peña, Sor.Dor.AntonioMuñoz. ABAEP, Hoja volante, Quito, 1861.
Procesos 55, enero-junio 202270
granadinos y vinculados a ElIndustrial(Quito, 1860-1861).106 Para entonces,
en el Ecuador se incrementaban los rumores sobre la anexión de territorio
ecuatoriano a la República de Nueva Granada o sobre la amenaza de los
ejércitos granadinos en favor de Juan José Flores (1800-1864), lo que ayuda a
explicar la desconanza.107
Al igual que en la polémica sobre el Colegio de la Unión en Loja, la idea
de un reto literario tomó fuerza, aunque al parecer este no se realizó.108 Tam-
bién hubo coincidencia en cuanto a que los detractores no identicaron al
colegio como un proyecto autónomo y lejano de la política, sino que lo carac-
terizaron como un producto de la acción de grupos con los que rivalizaban.
Empero, hubo diferencias, entre ellas que la polémica en Quito tuvo eco en
los estrados judiciales, ya que los alumnos fueron llamados a declarar frente
a la acusación a Miguel Riofrío por la presunta infamación a Antonio Muñoz
en ElIndustrial,periódico del que Riofrío era editor y que tenía como impre-
sor a Juan Pablo Sanz.109Desconocemos cuál texto motivó la acusación, pero
en la sección de “colaboraciones” de ElIndustrialfue ridiculizado Antonio
Muñoz a través de textos satíricos que tenían como personaje a “Don Anton
de Monteagudo”, un ignorante que polemizaba al Colegio de la Unión.110 No
está demás indicar que el estilo de la sátira hacia Antonio Muñoz recordaba
la literatura del siglo de oro español.
El 22 de marzo de 1861 Riofrío fue absuelto, pero en una segunda ins-
tancia, en mayo, el periódico de oposición (ElIndustrial)fue considerado in-
famatorio y se ordenó el arresto de su editor. Riofrío se encontraba proscrito
en Nueva Granada, de donde partió hacia Perú.111 A pesar de la polémica, el
Colegio de la Unión continuó con su funcionamiento en Quito y en Loja, al
igual que los tres pedagogos granadinos profundizaron su integración en
el Ecuador. Por ejemplo, Belisario Peña se casó en 1861 con Carmen Bueno
Landázuri, una joven quiteña de una familia prominente.
106. Algunas hojas volantes que dan cuenta de la polémica son: ibíd.; ElseñorBelisario
PeñaielseñorAntonioMuñoz (Quito, 1861); Unos ecuatorianos, Alpúblico (Quito, 1861);
Antonio Muñoz, VivezadelseñorPeña (Quito, 1861). Cabe mencionar que Benjamín Pereira
Gamba era el agente de distribución de ElIndustrial en Loja.
107. Un ejemplo sobre una polémica relativa a este tema y en la que participó Belisario
Peña se encuentra en AnexióndePastoalEcuador. ABAEP, Hoja volante, Quito, 1861.
108. No obtuvimos la hoja suelta que elaboró Antonio Muñoz y tuvo por título Desafío
honroso, en la cual Belisario Peña era retado a un certamen.
109. ElJuradodeldía21. ABAEP, Hoja volante Quito, 1861; Nicolás Martínez, “Señor
Juan León Mera”, 17 de marzo de 1861. ABAEP, Colección Juan León Mera, Cartas.
110. “A las tablas”, ElIndustrial, n.º 10, 27 de diciembre de 1860: 39-40.
111. Sebastián Luna, “Prensa, opinión pública y política. El caso del periódico ElIn-
dustrial, 1860-1861” (tesis de maestría, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador,
2021).
Procesos 55, enero-junio 2022 71
Llama la atención que las polémicas de Antonio Muñoz con el Colegio
de la Unión se pronunciaran mientras estaba a punto de promulgarse una
nueva Constitución y mientras Muñoz estaba en la Convención Nacional
y a punto de ser nombrado scal de la Corte Suprema. Era, por tanto, la
polémica, probablemente, una consecuencia de las discusiones que ocurrían
al interior de la Convención sobre temas como el papel de la Iglesia, el lu-
gar de la religión en la república, el regreso de los jesuitas y el manejo de la
educación.112 Ciertamente, en la Convención hubo intensos debates y nin-
guna tendencia pudo imponerse plenamente sobre otras; en consecuencia,
la Constitución promulgada en abril de 1861 tuvo un carácter moderado.113
No obstante, a pesar de la exclusividad y centralidad de la religión católi-
ca romana en la república, se puede armar que en términos de régimen
municipal, abolición de la pena de muerte y libertades individuales, era la
Constitución más liberal hasta entonces en Ecuador.114
“Contribuir aL adeLanto, iLustraCión y Crédito
de La repúbLiCa”. pereira, peña, ortiz y La LegitimaCión
de Los Letrados en El IrIs entre 1861 y 1862
La carta constitucional aportó a la conguración de una singularidad
nacional y expandió la participación política de los sectores populares.115 En
este escenario, los tres jóvenes granadinos coincidían con sujetos de tenden-
cias diversas (radicales, moderados, católicos y élites locales) en la conside-
ración sobre la ilustración como el origen de la soberanía y la condición de
posibilidad para la ciudadanía de los sectores populares.116 Por esta razón
y convencidos sobre la necesidad de apaciguar los ánimos y legitimar a los
letrados como una élite cultural encargada de formar a los jóvenes y ejer-
cer magisterio sobre los sectores populares, los tres pedagogos granadinos
y el círculo de tendencia liberal al que pertenecían impulsaron proyectos
publicitarios, literarios y pedagógicos que enfatizaban en la moderación y
la ilustración.
112. Sobre las controversias en la Convención, véase Peter Henderson, “La Consti-
tución ecuatoriana de 1861: el debate”, Procesos.RevistaEcuatorianadeHistoria, n.º 30 (II
semestre 2009): 47-67.
113. Ibíd., 66.
114. Buriano, Panorámicadelaprensa..., 64.
115. Maiguashca, “Ana Buriano, el ‘evento’...”, 238-239; Maiguashca, “The Electoral
Reforms...”, 103-104.
116. Sobre la teoría del ciudadano capacitado en la Constitución de 1861, véase Buria-
no, “El constitucionalismo conservador...”, 93.
Procesos 55, enero-junio 202272
Uno de los proyectos fue ElIris,referencia al encargado de poner paz
entre los discordes (el iris de la paz) y al símbolo de la identidad colombiana
(el iris colombiano).117 Durante su existencia, entre julio de 1861 y octubre
de 1862, el quincenario de la Imprenta del Pueblo (Quito) se presentó a sí
mismo como un periódico que buscaba “contribuir al adelanto, ilustración y
crédito de la República”, era ajeno a las polémicas entre tendencias políticas
y funcionaba como una lectura amena y ejemplar, rasgos que lo hicieron
semejante a las publicaciones literarias granadinas del período de paz de la
poscrisis de 1854 y a la CrónicadelColejiodelaUnión.Sin embargo, ElIrisfue
más ambicioso que esta última, ya que quiso alcanzar un ámbito más amplio
y ser reconocido como el primer ensayo de un periódico “puramente litera-
rio y cientíco en Ecuador”.118
Para obtener tal reconocimiento, ElIrisapeló a recursos que lo hicieron
destacar en el contexto editorial ecuatoriano y le dieron características de
revista.119 Publicó biografías, cuadros de costumbres, descripciones geográ-
cas, poesías, artículos de instrucción popular y otros contenidos que, en
conjunto, muestran la actividad de una comunidad letrada en Ecuador y
las estrategias de legitimación de sus miembros como una élite cultural que
temía al pueblo y aspiraba controlarlo. Eran contenidos que hacían de la
ilustración el valor supremo, concedían a los miembros de la comunidad le-
trada las características intelectuales y patrióticas que atribuían a los sujetos
ilustrados del pasado, moderaban el discurso de la igualdad liberal, territo-
rializaban discursivamente el espacio ecuatoriano y fomentaban identidades
americanas, colombianas y ecuatorianas.120
Como principales artíces de ElIris estuvieron Benjamín Pereira Gamba
(redactor) y Juan Pablo Sanz (editor). Entre los colaboradores hubo letrados
que participaron previamente en los proyectos del círculo de tendencia libe-
ral (Ceballos, Zaldumbide, Espinosa, Montalvo, Mera, etc.), junto a sujetos
de tendencias conservadoras (fray Vicente Solano) y de tendencias garcia-
nas (Rafael Carvajal, Pablo Herrera, etc.). Peña y Ortiz fueron colaboradores.
También lo fueron tres letrados granadinos de diferentes tendencias que se
encontraban en el exilio por la guerra de 1860 en su país natal: el radical
Próspero Pereira Gamba (1825-1896) colaboraba desde Perú y los conserva-
117. ElIris fue rico en referencias sobre ambas evocaciones. Algunos ejemplos son:
“¡I’vo gridando pace, pace, pace!”, ElIris, n.º 2, 5 de agosto de 1861: 17-18; Próspero Pereira
Gamba, “El 20 de julio”, ElIris, n.º 19, 27 de agosto de 1862: 318-319; Benjamín Pereira, “20
de Julio. A mi Patria”, ElIris, n.º 2, 5 de agosto de 1861: 25.
118. “El Iris”, ElIris, n.º 2, 5 de agosto de 1861: 17.
119. Los recursos fueron estudiados en Ruiz Martínez, “ElIris (Quito: 1861-1862)...”,
29-44.
120. Ibíd., 75-112.
Procesos 55, enero-junio 2022 73
dores José Joaquín Borda y Arcesio Escobar (1832-1867) lo hacían desde Gua-
yaquil y Quito, respectivamente. La misma diversidad se identica al revisar
las listas de suscriptores y encontrar altos cargos del Gobierno garciano y
de la Iglesia ecuatoriana junto a funcionarios, pedagogos, clérigos, médicos,
abogados, artistas, comerciantes, mujeres y artesanos.121
El trabajo conjunto de Benjamín Pereira Gamba y Juan Pablo Sanz, am-
bos con amplia experiencia en el mundo de la imprenta, uno en Loja y el otro
en Quito, no solo muestra el nivel de integración de los tres poetas y pedago-
gos granadinos al círculo de tendencia liberal, sino que además anuncia que
se trataba de un proyecto aglutinador que aspiraba superar el ámbito pro-
vincial.122 Efectivamente, ElIrisse articuló a las redes de distribución del cír-
culo de tendencia liberal y se vinculó a otras nuevas, lo que le permitió tener
agencias de distribución en dieciocho ciudades ecuatorianas, dos granadinas
y tres peruanas.123 Así mismo, ElIrisestableció relaciones con otros disposi-
tivos culturales, entre ellos sociedades literarias y religiosas, instituciones de
enseñanza y academias en formación.124 Una de ellas, la Academia Nacional,
fue un intento de institucionalizar la cultura desde el gobierno y las élites
letradas. Allí, Belisario Peña y Benjamín Pereira Gamba ocuparon posiciones
destacadas junto a personajes prominentes que eran suscriptores de ElIrisy
ocupaban altas posiciones en el gobierno,entre ellos Gabriel García Moreno,
Mariano Cueva y Javier Salazar (presidente de la Academia, vicepresidente
y primer secretario, respectivamente).125
A pesar de los objetivos y ambiciones de ElIris,fue un proyecto efíme-
ro y terminó en octubre de 1862. De igual forma, y a pesar del entusiasmo
inicial, el Colegio de la Unión dejó de funcionar en Quito y en Loja entre los
años de 1862 y 1863. Varios fueron los factores que llevaron a que terminaran
ambos proyectos y entre los más destacados estuvieron: el fallecimiento de
Francisco Ortiz Barrera en diciembre de 1861 y el resquebrajamiento del áni-
mo de concertación con que había empezado la administración garciana.126
El caso de Juan Pablo Sanz es paradigmático, ya que migró a Perú, entre
noviembre y diciembre de 1862, luego de ser perseguido por el Gobierno
121. Ibíd., 129-133.
122. Los calendarios y folletos que publicaba Pereira eran reconocidos en el Ecuador.
Sobre ellos da razón ElIris, véase ibíd.; Luna, “Prensa, opinión pública...”, 103.
123. Ruiz Martínez, “ElIris (Quito: 1861-1862)...”, 56.
124. Ibíd., 72-73.
125. “Academia Nacional”, ElIris, n.º 4, 5 de septiembre de 1861: 68; “Academia Na-
cional”, ElIris, n.º 8, 5 de noviembre de 1861: 137. “Exposición pública de 1862”, ElIris,
n.º 20, 31 de octubre de 1862: 323-324. Cuando se realizó la exposición pública, en 1862,
Belisario Peña era encargado de negocios de Nueva Granada en Ecuador.
126. Belisario Peña, “Elegía I”, ElIris, n.º 11, 5 de abril de 1862: 189-191; José Joaquín
Borda, “Elegía II”, ElIris, n.º 12, 20 de abril de 1862: 203-205.
Procesos 55, enero-junio 202274
garciano como retaliación por hacer oposición desde el periódico guayaqui-
leño La Candela.127 También fue relevante el cambio de destinación de los
fundos e instalaciones del Colegio de la Unión, reorientados por el Gobierno
garciano hacia órdenes religiosas para que se encargaran de la educación de
los jóvenes.128
En el nuevo contexto ecuatoriano de confrontación, Pereira y Peña conti-
nuaron con sus relaciones comerciales, personales y literarias. Belisario Peña
se quedó en el Ecuador, incursionó en las actividades agrícolas y ganaderas
de la familia de su esposa, se vinculó a los proyectos pedagógicos de los
jesuitas que habían regresado a Ecuador y, progresivamente, profundizaría
su vinculación con círculos católicos y conservadores. Por su parte, Benjamín
Pereira Gamba continuó desarrollando actividades comerciales hasta que re-
gresó a Nueva Granada, donde en las décadas de 1870 y 1880 sería senador,
representante de la legación colombiana en Washington y ocial mayor de la
Secretaría del Interior.129
ConCLusiones
El estudio de las trayectorias de Belisario Peña, Benjamín Pereira Gamba
y Francisco Ortiz Barrera en Ecuador entre 1857 y 1862, permite visualizar
la existencia de vínculos de escritores entre las repúblicas andinas en un eje
Bogotá-Quito-Loja que merece ser profundizado. Se observa que, a través
de este eje, Pereira y Ortiz realizaron un viaje voluntario que les permitió
integrarse en comunidades y espacios que cambiaban como resultado de las
crisis y la búsqueda de paz, lo que muestra tanto el impacto de las crisis po-
líticas de medio siglo sobre las comunidades letradas, como la sincronía en
las experiencias ecuatorianas y granadinas.
Efectivamente, luego de las crisis de 1854 en Nueva Granada y 1859 en el
Ecuador, las comunidades letradas a las que pertenecían los tres granadinos
priorizaron las sociabilidades ilustradas sobre las sociabilidades radicales.
Era un reacomodo de las élites culturales para mantener su posición y para
127. No se pudo corroborar esta información. Una mención se encuentra en Santiago
Pazos, “Permanencias culturales y culinarias del Manualdecocina de Juan Pablo Sanz”
(tesis de maestría, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, 2010), 9.
128. “Programa del Colegio de los Sagrados Corazones de Jesús y María”, ElIris,
n.º 17, 15 de julio de 1862: 287-289; Pablo Herrera, Exposicióndel MinistrodelInterior y
RelacionesExterioresdirigidaalasCámarasLegislativasdelEcuadoren1865(Quito: Imprenta
Nacional, 1865), 19-21.
129. Laverde, Apuntessobrebibliografía..., 116; Tisnés, BelisarioPeña.Poeta...; Muñoz,
BelisarioPeñaGómez...
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ello fueron propicios los espacios literarios, ya que estos les permitían a los
letrados trabajar juntos en pro de apaciguar los ánimos exaltados y promo-
ver ideales civilizatorios, prescindiendo así de las polémicas partidistas y
buscando constituirse a sí mismos como los garantes de la paz, los tutores de
los sectores populares y los depositarios de la soberanía que la ilustración,
según ellos mismos, concedía.
Las trayectorias de Pereira, Peña y Ortiz en Ecuador, vinculados princi-
palmente al círculo de LaDemocracia,muestran también que ante el gobierno
provisorio y durante la construcción del nuevo régimen político que institu-
cionalizó la Constitución de 1861, letrados de tendencia liberal (o vinculados
al círculo de tendencia liberal) invitaron, aún más que antes, a sujetos de
diferentes tendencias políticas para desarrollar proyectos conjuntos y man-
tener de esta forma su vigencia como élite cultural. También intentaron que
a los proyectos se vincularan instituciones culturales y de gobierno, al igual
que academias y asociaciones diversas, todo ello con la intención de que los
proyectos prosperaran y tuvieran éxito. Aunque la convocatoria inicialmen-
te tuvo éxito, las polémicas no fueron evitables, ya que la redenición de lo
político atravesaba la educación y la cultura. En el Ecuador, en un clima de
cada vez mayor confrontación y ante el fortalecimiento de posiciones cató-
licas y eclesiásticas, perdió fuerza la propuesta de ilustración (cristiana pero
laica) de los tres granadinos y sus pares en Colegio de la Unión y en ElIris,
lo que a la postre llevó a la extinción de dichos proyectos.
Fuentes y bibLiograFía
FUENTES PRIMARIAS
Archivos
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Hemeroteca
Hojas volantes
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Periódicos
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ElÁlbum.Bogotá, 1856-1857.
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ElIris.Quito. 1861-1862.
ElNacional.Quito, 1860.
ElNeo-granadino.Bogotá, 1853.
LaDemocracia. Quito, 1852-1858.
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