Dossier
El momento colombiano de las repúblicas andinas.
Historia política
Dossier
TheColombianmomentumamongtheAndeanrepublics.
PoliticalHistory
Dossiê
Omomentocolombianodasrepúblicasandinas.Históriapolítica
DOI: https://doi.org/10.29078/procesos.v.n54.2021.3075
PresentaCión
Al historiar el “régimen de Santander” en 1954, David Bushnell brindó
el primer estudio de conjunto jamás dedicado a la primera Colombia. Treinta
años más tarde, si no defraudó con el “énfasis institucional” de una obra que
muchos consideraban ya como un clásico, el recordado historiador estadouni-
dense reconoció haber eludido en esta las “repercusiones sociales de las políti-
cas ociales sobre las estructuras sociales y económicas”.1 Hoy en día resultan
de otra índole los vacíos historiográcos acerca de un período clave que muy a
menudo sigue asociado con la “magna gesta” de los ejércitos libertadores.2 En
el primer volumen del dossier, nos empeñamos en analizar la geopolítica del
proyecto territorial e institucional que correspondía al “momento colombiano”.
1. David Bushnell, ElrégimendeSantanderenlaGranColombia, 3.ª ed. (Bogotá: El Án-
cora, 1984), 14.
2. Véase Marcela Echeverri, Francisco A. Ortega y Tomás Straka, “La invención de la
república: la Gran Colombia”, AnuarioColombianodeHistoriaSocialydelaCultura 45, n.° 2
(julio-diciembre 2018), 17-29.
Procesos.RevistaEcuatorianadeHistoria, n.º 54 (julio-diciembre 2021), 11-16. ISSN: 1390-0099; e-ISSN: 2588-0780
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Desvelamos la ambición de una “república colosal” frente a los Estados Unidos
y a los imperios del Brasil y de México y vimos cuán difícil fue la articulación
entre un diseño nacional totalmente iné dito y la realidad de poderes locales y
regionales. En este segundo volumen queremos cuestionar la legitimidad de
los mecanismos de la representación y participación política republicana.
Este segundo volumen del DossierElmomentocolombianodelasrepúblicas
andinas comprende entonces temas inherentes a la política, con énfasis en
problemas vinculados a la ciudadanía, la representación política, la prensa
y la opinión pública. Inicia con el artículo escrito a cuatro manos titulado
“Discusiones sobre legitimidad y representación política entre monárquicos
y republicanos. Colombia y Venezuela, 1818-1821”. Ángel Rafael Almarza e
Inés Quintero analizan las propuestas elaboradas por la GacetadeCaracasy
el CorreodelOrinoco a n de conocer los fundamentos a raíz de los cuales se
denen los principios de representación política y legitimidad del orden an-
tiguo y los que sirven de sustento al incipiente gobierno republicano. Con el
objetivo de ofrecer un panorama de lo que fueron las confrontaciones y des-
lindes que se desarrollaron en la opinión pública durante los años previos a
la conformación de la república de Colombia, estudian los argumentos que
dan cuenta de los extravíos que determinan a ambas opciones políticas del
momento: la monárquica y la republicana.
“Elecciones en la Gran Colombia 1818-1830” es el artículo presentado
por Nohra Palacios Trujillo para este Dossier. En él destaca que durante los
años de existencia de la primera experiencia colombiana, más allá de escasos
incidentes en las asambleas electorales, en ningún momento se debilitó el
proceso de institucionalización del sistema representativo como garante de
la república. Sin embargo, esta pazelectoral, como la llama la autora, llegó
a su n en 1828 con el fracaso de la Convención Constituyente de Ocaña
y la posterior disolución de la república de Colombia, un par de años más
tarde. ¿Por qué se rompió ese proceso de institucionalización de las eleccio-
nes como garante del orden político? ¿Por qué las elecciones no lograron
imponerse como el medio pacicador o mediador de los conictos sociales y
políticos de Colombia durante el proceso electoral de 1827? Palacios Trujillo
es de la idea de que estos polémicos comicios fueron concebidos como la de-
signación de hombres virtuosos ubicados en dos facciones políticas opuestas
representadas por los líderes del momento: los generales Simón Bolívar y
Francisco de Paula Santander, y no como la elección de representantes de la
nueva sociedad colombiana que reejaran proyectos políticos que lograran
resolver los problemas propios de un Estado-nación en proceso de forma-
ción, con enormes dicultades en el escenario político, económico y social.
La tercera contribución de este número fue realizada por Migdalia Leza-
ma, y se titula: “Recelos y objeciones: observaciones a la unión colombiana
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desde la prensa (1822-1825)”. Este trabajo tiene como objetivo examinar el
papel de la prensa en el debate y difusión de las ideas políticas, con el propó-
sito de comprender en su complejidad el proceso de formación y paulatino
desgaste de la república de Colombia. Gracias al estudio pormenorizado de
dos publicaciones periódicas: ElVenezolano(1822-1824) y ElObservadorCa-
raqueño(1824-1825), su autora busca conocer la percepción sobre la viabili-
dad de la unión que expresaban los grupos de opinión pública mediante la
prensa y precisar los argumentos que sustentaban los reparos y objeciones
al nuevo orden constitucional en los inicios de la experiencia republicana
colombiana. Este acercamiento a las publicaciones caraqueñas visibiliza la
dimensión del cambio político y cultural como un factor determinante para
comprender los retos que enfrentó esta novel nación luego de concretar su
independencia de España, en 1821.
“Vecinas y ciudadanas: las mujeres del Distrito del Sur y el uso de la voz
‘ciudadana’ durante la república temprana” es el nombre de la cuarta y últi-
ma colaboración de este Dossier. Su autora, Alexandra Sevilla, analiza la voz
ciudadanadurante el momento colombiano. A partir de los fundamentos teó-
ricos y metodológicos de la historia conceptual, busca explicar las razones
por las que, en los documentos judiciales y epistolares de la época compren-
didos entre 1822 y 1830, aparece el término de “ciudadanas”para referirse a
mujeres de cualquier condición social y económica, aun cuando ocialmente
y en la Constitución de la República de Colombia de 1821 la ciudadanía no
las incluía. Voces como Constitución, ciudadanía, libertad y república son ex-
presiones que permiten comprender acontecimientos históricos, al estar car-
gados de sentido y signicados, y más en ese momento crucial del n de la
guerra de independencia y la creación de nuevos Estados nacionales en His-
panoamérica. Es importante recordar que, al menos en el caso del Ecuador, la
ciudadanía de la mujer solo se reconoció hasta la Constitución de 1929, lo que
hace esta realidad aún más signicativa e importante de comprender.
En suma, tal como lo hicimos en el volumen anterior, concebimos el “mo-
mento colombiano” en su debida extensión espacial y según una temporali-
dad que excede el solo “régimen de Santander” (1821-1827) considerado por
Bushnell. Conviene así recalcar la importancia del debate sobre la represen-
tación que se originó en Venezuela previamente al Congreso de la Villa del
Rosario de Cúcuta. La sarcástica condena del “primer Rey de Angostura”
por parte de laGacetadeCaracas”, en junio de 1819, ilustra el “dispositivo de
la urgencia”3 que el partido delista implementó en diversos territorios de la
3. Gérard Gengembre calica así la empresa de “desrealización de las palabras” in-
herente al discurso contrarrevolucionario. Gérard Gengembre, La contre-Révolution ou
l’histoiredésespérante (París: Imago, 1989), 24-26.
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monarquía. De hecho, en estos mismos años, el condenar la “farsa” republi-
cana resultó de lo más común en Lima o en Quito. De mayor interés, quizás,
consiste la implacable crítica que dirigió el CorreodelOrinoco, de junio a agos-
to de 1820, hacia las instituciones gaditanas. Aquí se materializa la profunda
huella de las vejaciones que sufrieron los americanos en 1809 por parte de la
Regencia y durante las mismas Cortes de Cádiz, desde 1810 hasta 1814. Por
tanto, fue durante el período del gobierno militar (10 de agosto de 1819-3
de octubre de 1821), en medio de las exacciones impuestas por el dictamen
de Bolívar a Santander de “libertar el país de la dominación española á toda
costa”,4 cuando se elaboró el marco democrático de la república colombiana.
Analizar los pormenores de la “paz electoral” que conoció Colombia de
1818 a 1827 arroja nuevas luces sobre el período. El reparto de votos ilustra de
sobremanera la ruptura creciente entre dos concepciones del orden republi-
cano, una regida por la delidad hacia los principios establecidos en la Villa
del Rosario de Cúcuta en 1821 y otra por la delidad hacia un jefe de guerra
carismático. Conviene recalcar que la votación secundaria fue más favorable
para quienes encarnaban el modelo del “cuidadano-soldado” cuando la vo-
tación de los congresistas se inclinó más hacia una estabilidad institucional
asociada al civilismo. Así entraron a menudo en contienda los “vínculos ad-
quiridos” —propios de una “ciudadanía de circunstancia”— con “los víncu-
los de hecho”, heredados del período colonial. El mapa electoral de 1827 nos
brinda otra clave: tanto la división de la república entre dos bandos como
la disgregación de Colombia se fraguaron en las urnas justo antes de que se
reuniera la Convención de Ocaña. Las provincias del norte (incluyendo Car-
tagena y Santa Marta) y el departamento del Sur se pronunciaron a favor de
Bolívar mientras que la parte central de la Nueva Granada y Panamá, a favor
de Santander. Todo parece indicar que el calendario electoral pudo tener tan-
ta relevancia como la Cosiata en el derrumbe de Colombia: las maniobras de
Santander para su reelección como vicepresidente en 1825 no debieron ser
ajenas al proyecto de presidencia vitalicia que Bolívar concretó a su favor, en
1826. En Ocaña, la descalicación de los partidarios del Libertador por parte
de una junta calicadora favorable a Santander volvió a abrir la caja de Pan-
dora de la libertad a toda costa: los cabildos abiertos y los pronunciamientos
pusieron n entonces a la concretización de la libertad de los Modernos en
una república de desmesuradas dimensiones.
Nohra Palacios nos recuerda que, en 1825, el coronel Francisco Carabaño,
principal adversario de Santander para la vicepresidencia de la república, ta-
chó a éste de “traidor a la patria”. Tal agravio cobra sentido nada más leer el
4. Francisco de Paula Santander, ApuntamientosparalasmemoriassobreColombiaila
NuevaGranada (Bogotá: Imprenta de Lleras y Cía., 1837), 9.
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artículo de Migdalia Lezama. Carabaño formaba parte de este grupo de emi-
grados que regresaron a Venezuela en 1821. Merece particular atención la rica
experiencia que adquirió al presenciar la revolución liberal de Rafael Riego.
Carabaño pasó a ser uno de los cuatro artíces de ElVenezolano, desde junio
de 1822 hasta mayo de 1824, abogando a favor del federalismo que suponía
una ruptura con la articulación territorial decretada en Cúcuta. Al considerar
las conexiones de esta gaceta con ElInsurgente de Bogotá, uno se percata no
solo de la larga gestación intelectual de la Cosiata sino también de sus víncu-
los con una oposición radicada en la misma capital de Colombia. De la misma
manera, la constante comparación que establecen los caraqueños con la situa-
ción política de los quiteños pone de relieve la frustración de quienes habían
sido los adalides de la Libertad en tiempos de las Juntas de gobierno frente a
la prepotencia de una república recién creada y cuyas leyes no distaban, en
varios aspectos, del antiguo virreinato. En suma, desde las periferias de Co-
lombia se discutía la plena legitimidad de la Constitución de 1821.
Huelga decir entonces que la construcción de la ciudadanía fue un ar-
duo proceso. En 1821, los “Pueblos de la Nueva Granada y Venezuela” for-
maron un “solo cuerpo de nación”, bajo la denominación de “República de
Colombia”. Pero, acordémonos que el título I de la Constitución no mencio-
naba la voz de ciudadano sino la de “colombianos”. Tampoco en el título
II, donde se mencionaba al “pueblo”. Aparecía luego, pero sin explicitación
alguna: al contrario, el título III se atenía a denir al “sufragante parroquial”
y al “elector”.5 Una paradoja si consideramos que el término circulaba am-
pliamente. En el departamento del Sur, su uso apareció poco después de la
Batalla de Pichincha ¡bajo la pluma de la propia hija del Marqués de Selva
Alegre! Sin embargo, la calicación de ciudadana, pudo resultar de cierta
ventriloquía por parte de las autoridades judiciales de varias villas y ciuda-
des de la fenecida Audiencia de Quito, tal como lo apunta Alejandra Sevilla.
No debemos confundir ciudadanía pasiva y ciudadanía activa. De hecho,
las mujeres ecuatorianas, si gozaban de derechos civiles, no tenían derechos
políticos. Cabe matizar esta exclusión de la esfera pública, si consideramos
el criterio del vicepresidente del senado, Jerónimo Torres, según el cual, en
1827, el cuerpo electoral de la república de Colombia constó de “ocho mil”
votantes para una población total de “dos y medio millones de habitantes”.6
Con todo, resulta difícil evaluar la adhesión popular al republicanismo
durante el “momento colombiano”. Es más, el fracaso de esta efímera cons-
5. CuerpodeleyesdelaRepúblicadeColombia.ComprendelaConstituciónyleyessancio-
nadasporelprimercongresojeneralenlassesionesquecelebródesdeel6demayohastael14de
octubrede1821, vol. 1 (Bogotá: Bruno Espinosa, 1822), 7-11.
6. Gerónimo Torres, ObservacionespolíticasdirijidasalagranconvencióndeColombiapor
elciudadanoquelossuscribe (Bogotá: Imprenta de Nicomedes Lora, 1828), 5.
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trucción estatal y territorial tuvo que ver probablemente, en palabras de San-
tander, con la exagerada “conanza de Bolívar en su poder moral, que no
temiendo reacción alguna del pueblo contra su dictadura, se entregó a la más
ciega seguridad”.7 Pocos años después, Victor Hugo acuñaría el siguiente
lema: “la Revolución, madre de los pueblos”.8
Ángel Rafael Almarza
InstitutodeInvestigacionesHistóricas
UniversidadMichoacanadeSanNicolásdeHidalgo
Morelia, México
https://orcid.org/0000-0003-2870-087X
Georges Lomné
Equipo“Analysecomparéedespouvoirs”(ACP)-EA3350
UniversidadGustaveEiel
París, Francia
https://orcid.org/0000-0001-8222-3301
7. Santander, Apuntamientosparalasmemorias...,15. Véase al respecto el atinado análi-
sis de Daniel Gutiérrez Ardila, “Soberana indiferencia. El discurso historiográco frente al
republicanismo popular colombiano”, AnuarioColombianodeHistoriaSocialydelaCultura
45, n.° 2 (julio-diciembre 2018), 119-147.
8. Victor Hugo, “La Révolution, mère des peuples”, en Lalégendedessiècles, t. 1 (París:
Michel Lévy Frères, Hetzel et Cie, 1859), IX.