En torno a la república católica
AbouttheCatholicRepublic
Apontamentosaoredordarepúblicacatólica
Guillermo Bustos
UniversidadAndinaSimónBolívar,SedeEcuador
Quito, Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-4830-3380
https://doi.org/10.29078/procesos.v.n54.2021.3060
Esta mesa redonda constituye una grata ocasión para reexionar sobre
la contribución que los historiadores Carlos Espinosa y Cristóbal Aljovín es-
cribieron en torno a repensar históricamente el siglo XIX ecuatoriano y, de
manera especíca, la relación entre religión y política, los procesos de secula-
rización y la trayectoria de la república católica. La reexión que los autores
presentan se desarrolla acertadamente en el marco de los debates contempo-
ráneos que componen la nueva historia política latinoamericana y la historia
conceptual. Espero que este panel motive la lectura de sus trabajos y, sobre
todo, concite el interés de ahondar en el análisis de los problemas históricos
que ellos se ocupan. Sobre esta base, describiré algunas de sus aportaciones y
formularé a los autores determinadas inquietudes para animar la discusión.
De los cinco artículos que forman el objeto de esta conversación, escritos
en coautoría, me voy a referir, principalmente, a los que buscan caracterizar
el conservadurismo católico ecuatoriano, grossomodo, durante la segunda
mitad del siglo XIX e inicios del siglo siguiente. Empiezo por los trabajos que
se dedican a analizar la trayectoria del conservadurismo católico durante los
períodos garciano (1860-1875) y posgarciano (entre 1875 e inicios del siglo
XX).1 Estos artículos estudian la naturaleza del régimen y su proyecto de
1. Carlos Espinosa y Cristóbal Aljovín, “Conceptos clave del conservadurismo en
Ecuador, 1875-1900”, AnuarioColombianodeHistoriaSocialydelaCultura 42, n.º 1 (enero-
junio 2015): 179-212; Carlos Espinosa y Cristóbal Aljovín, “Nonpossumus: Los repertorios
políticos del clero en la disputa por la secularización en el Ecuador posgarciano (1875-
1905)”, Historia 50, n.º 2 (julio-diciembre 2017): 471-490; y, Cristóbal Aljovín y Carlos Espi-
Procesos.RevistaEcuatorianadeHistoria, n.º 54 (julio-diciembre 2021), 224-227. ISSN: 1390-0099; e-ISSN: 2588-0780
Procesos 54, julio-diciembre 2021 225
modernización católica, expresado en la construcción de un Estado confesio-
nal y fuertemente centralizado. Los autores encuentran que García Moreno
rechazaba la tesis de la sujeción de la Iglesia al poder civil, dentro del marco
del Estado-nación; y que, por el contrario, se propuso alinear la Iglesia ecua-
toriana bajo la autoridad transnacional del Vaticano. En este marco se rma
el Concordato (1862) y se lo ratica en 1866 y 1881. Una de las aportaciones
centrales arma que García Moreno impulsó la “romanización” de la Iglesia
local y, a la vez, la estructuración de la república católica. Si bien esto último
constituyó una especicidad ecuatoriana, la romanización fue parte de un
proceso global en marcha, con el cual esta experiencia mantuvo estrechos
entrelazamientos.
Los artículos también analizan la lucha que se desató entre “el clero” y la
dictadura de Veintemilla (1876-1883), seguida de los episodios contenciosos
con las administraciones “progresistas” y, nalmente, el debate con el adve-
nimiento del gobierno de Eloy Alfaro, a partir de 1895. Los autores buscan
distinguir unos de otros a los actores colectivos que formaban parte del blo-
que que favorecía la “causa de la religión” (progresistas y ultramontanos),
enfrentados a liberales (moderados y radicales). Prestan mucha atención a
las reclamaciones que la Iglesia hizo en torno del Concordato rmado en
1862 y sus ulteriores raticaciones, así como a la suspensión temporal de
este por parte de Veintemilla. Siguiendo la prensa y la folletería católica de
la época, que son las fuentes principalmente usadas, los autores muestran
de manera novedosa lo que denominan los repertorios de acción política
del clero. Estos aparecen clasicados en dos tipos: los repertorios extremos
(Interdicto, la procesión politizada y la lucha armada), y los repertorios ruti-
narios (excomunión, censura eclesiástica, e intervención electoral).
Entre sus conclusiones destacan que la vía intermedia que propuso el
progresismo no satiszo al sector más radical del clero (etiquetado de “te-
rroristas”), pues signicaba una secularización gradual. Subrayan que “al
subvertir la vía de la secularización pactada, el clero ecuatoriano abrió las
puertas a la secularización revolucionaria”, esto es a una laicización de rup-
tura, puesta en marcha a partir de 1895.
Para los autores, el enfrentamiento entre conservadores y liberales formó
parte de lo que en recientes y novedosas aproximaciones a la seculariza-
ción se ha identicado como “guerras culturales”. Con esta denominación
se alude a aquellos conictos que trastornaron el espacio transatlántico y
que hicieron posible la aparición de “un nuevo catolicismo global”. En este
marco, los conservadores ecuatorianos estaban persuadidos de que su lucha
nosa, “Conservadurismo católico en clave romana: Ecuador, 1860-1895”, Ayer:Revistade
HistoriaContemporánea 119, n.º 3 (2020): 47-74.
Procesos 54, julio-diciembre 2021226
contra el liberalismo era replicada por una comunidad transcontinental de
creyentes e integraba una disputa más amplia dentro del mundo occidental.
Las contribuciones de Espinosa y Aljovín de Losada profundizan la com-
prensión del pasado decimonónico. Entre las fortalezas de su enfoque de
análisis sobresale la manera en que se enmarca su objeto de estudio. Lo ha-
cen en relación con los procesos de interconexión transatlánticos de los que
los acontecimientos estudiados formaron parte. En este sentido, los autores
se apartan de la tendencia precedente de encerrar la experiencia de la repú-
blica católica dentro del paradigma de la historia nacional. Al mismo tiem-
po, su análisis busca develar los mecanismos de construcción de los campos
político y religioso, en el marco de desarrollo de la modernidad, así como
ofrecer nuevas consideraciones sobre los cauces en los que discurrió el con-
tencioso proceso de la secularización.
No obstante, de la lectura de las aportaciones referidas se desprenden
algunas inquietudes, que paso a referirlas. De un lado, los estudios parten
de la premisa de que la Iglesia no puede ser examinada como un conjunto
homogéneo o un todo unicado. De otro, en cambio, señalan que, en el terre-
no de la lucha política, el clero terminó alineado mayoritariamente detrás de
los políticos ultraconservadores y, en menor medida, afín con las posiciones
progresistas. Estos importantes señalamientos suscitan algunas preguntas
que anarían el conocimiento de la época estudiada: ¿quiénes formaban par-
te del clero en términos de su extracción social, generacional, regional y de
adscripción al clero regular o secular? ¿Qué tipo de entrelazamientos man-
tenía este clero (regular y secular) con el mundo profano, tanto antes como
durante el período garciano, y luego de él? El conocimiento que tenemos a
este respecto es limitado y desigual. ¿Qué reacciones produjo la vehemente
intervención reformadora que García Moreno aplicó en el clero regular y se-
cular, qué fracturas produjo y qué sucedió con las transformaciones puestas
en marcha cuando el presidente fue asesinado y nadie tomó el relevo en la
conducción del proyecto radical de la república católica? ¿Cómo se relacio-
naron las congregaciones que arribaron invitadas al país con las que están
ancadas desde mucho antes, y cómo fueron recibidas por la población?
Estas preguntas se vinculan directamente con una dimensión central del
proceso de romanización. De manera corriente, este último ha sido caracteri-
zado como un conicto maniestamente ideológico y jurídico. Empero, con
el n de ir más allá de esta etiqueta, los autores buscan situar este proceso
en un marco político y fundamentalmente social más amplio. Con ese afán,
reeren, entre otras, la perspectiva propuesta por el historiador argentino
Roberto di Stefano, quien establece que la instauración de la romanización
suponía como condición la desconexión de las relaciones que las institucio-
nes eclesiásticas mantenían con su medio local, estructurado en redes fami-
Procesos 54, julio-diciembre 2021 227
liares. En este sentido, Stefano arma que la romanización buscaba que la
Iglesia se volviera más institucional, clerical y menos mundana. Una aplica-
ción consistente de la romanización, en este sentido, no pasaba únicamente
por una directiva gubernamental o la asimilación de las jerarquías del clero a
dicha perspectiva, sino por una transformación profunda de las prácticas de
quienes integraban las bases del clero, no solamente en las principales dióce-
sis sino a nivel de las parroquias eclesiásticas del interior del país. Se trataba,
entonces, de erradicar unos hábitos mentales y unas prácticas pastorales que
estructuraban la cultura clerical e informaban la religiosidad popular.
Un caso ilustrativo a este respecto fue el del Convento de Santo Domin-
go, en la diócesis de Quito, como bien anotan los autores. No obstante, con-
viene puntualizar que el alcance de la reforma de romanizar la Iglesia no
signicó únicamente un conicto entre clérigos y conservadores enfrentados
a sus impugnadores. También fue un conicto que se expresó de múltiples
formas dentro de la propia institucionalidad de la Iglesia. Según la historia-
dora Rosemarie Terán Najas, la reforma implicó un enfrentamiento entre los
dominicos locales y los italianos, estos últimos traídos por García Moreno.2
Lo interesante de este planteamiento es que advierte sobre la fractura interna
en la Orden y también lleva a considerar que el alcance de esta intervención
envolvió la propia materialidad del convento y su visualidad. Así, los domi-
nicos italianos introdujeron un conjunto de modicaciones arquitectónicas
y artísticas en el convento y el templo, reformas que expresarían el nuevo
cauce dentro del cual se proponía reconducir la relación entre los clérigos y
el medio circundante.
Finalmente, me gustaría destacar la armación de Espinosa y Aljovín
respecto a que durante el último cuarto de siglo XIX, el mundo católico ecua-
toriano se vio impelido a desplazarse de la práctica de un tipo de religiosi-
dad de corte tradicional, centrada en la comunidad, a una más moderna,
enfocada en los sacramentos y en devociones como el Sagrado Corazón de
Jesús, respaldadas por el Vaticano. Una hipótesis tan interesante como esta
constituye una estimulante invitación a proseguir explorando la hechura de
la república católica. Felicito a sus autores por jalonar el debate dentro de la
disciplina histórica de manera tan provechosa.
2. Rosemarie Terán Najas, Arte,espacioyreligiosidadenelConventodeSantoDomingo
(Quito: Proyecto ECUABEL / Libri Mundi, 1994).