Procesos 54, julio-diciembre 2021280
de Mazzuca es, sin embargo, el intento más ambicioso por proponer una
teoría general de la formación de los Estados latinoamericanos.
Para los estudiosos de las ciencias sociales con base histórica, la última
armación seguramente será, por sí sola, razón suciente para leer el texto
aquí reseñado. Sin embargo, no debería ser la única, ni siquiera la principal.
Mazzuca no solo propone una nueva y original síntesis teórica (pp. 21-47),
sino que hace su aporte a partir del estudio de un problema empírico pe-
culiar de Latinoamérica. A diferencia de Europa, Asia y África, en América
Latina encontramos Estados plenamente formados, con territorios denidos
y relativamente estables desde el último cuarto del siglo XIX hasta la actua-
lidad. El autor expone su contribución en diez capítulos, organizados en dos
partes, más introducción y conclusiones.
Mazzuca argumenta que en el siglo XIX la formación de los Estados
en América Latina creó un obstáculo permanente para la construcción de
capacidades estatales. Para capturar ese resultado, el autor distingue con-
ceptualmente “formación” de “construcción de Estado”. La formaciónestatal
incluye dos logros gemelos: la consolidación de un territorio y el monopolio
de la violencia en manos de quienes gobiernan. LaconstruccióndeEstado,
en cambio, supone el crecimiento en la cantidad, calidad y ecacia de los
bienes y servicios provistos por el gobierno a lo largo del territorio del Es-
tado (p. 2). Si observamos un mapa de América Latina a nes del siglo XIX
notaremos que los Estados que hoy conocemos ya estaban ahí; la formación
estatal se había completado. Con el conocimiento que hoy tenemos pode-
mos volver al mapa y nos daremos cuenta de la gran variación en regiones
subnacionales amalgamadas detrás de los Estados contemporáneos; en la
región coexisten gigantes como Brasil, Argentina, México y Colombia con
países similares en tamaño al promedio europeo (Paraguay y Ecuador, por
ejemplo), y microestados (El Salvador es aproximadamente del tamaño de
la provincia de Pichincha). El argumento de Mazzuca resuelve esa curiosi-
dad de forma elegante:
En América Latina, la ausencia de amenazas militares permitió la emergencia de
una variedad de agentes de formación de Estado: un puerto, un partido o un señor
guerrero condujeron el proceso. También permitió que los agentes formaran esta-
dos sin atributos weberianos, les dio espacio para combinar y excluir regiones en
base a cálculos coalicionales antes que imperativos geopolíticos, y los liberó del
AmericanStateBuildinginComparativePerspective,SocialFoundationsofInstitutionalOrder
(Nueva York: Cambridge University Press, 2013); Ryan Saylor, StateBuildinginBoomTi-
mes, Commodities and Coalitions in Latin America and Africa (Oxford: Oxford University
Press, 2014); y Hillel David Soier, StateBuildinginLatinAmerica (Nueva York: Cambridge
University Press, 2015).