Procesos 56, julio-diciembre 2022 210
menciona o contrapone en este punto a pensadores aliados con el modelo
inglés ni socialista o las discusiones de los trabajadores, quienes serían los
más interesados en el tema.
En el segundo capítulo se examinan las discusiones sucedidas al inte-
rior de las dos cámaras del legislativo entre agosto y noviembre de 1934,
partiendo del estudio de las actas. Se inicia con el debate ocurrido entre los
diputados, donde se presentó un proyecto de ley orientado al marco insti-
tucional-legal para el establecimiento de las Comisiones de Salarios en cada
provincia. En la cámara se desechó la propuesta hecha por el ministro Es-
trada, según Creamer, por la visión de una mayoría conservadora que no
compaginaba con la idea de un salario básico unicado para todo el país.
En el Senado, en cambio, la discusión fue más amplia. Aquí se enfrenta-
ron posiciones conservadoras, liberales y “keynesiana con nes socialistas”
(p. 90). En este apartado, el autor divide las discusiones en temáticas. Así,
se puede ver que los senadores discutieron asuntos como la diferenciación
en los costos de vida y, por consiguiente, del salario por regiones; la pre-
cepción del trabajo de mujeres y niños, frente al de los hombres adultos; la
razones para que en cada provincia se establecería un monto, a partir de una
jación mínima para todo el país; la separación del pago según los sectores
productivos, en especial entre industrial y agropecuario; el establecimiento
del pago por desahucio y el monto de las utilidades para los trabajadores.
Como resultado, el Senado presentó un primer proyecto de Ley de Salario
Mínimo, donde se cubrían los temas anteriores. Al analizar las posiciones de
los senadores, Creamer propone, a modo de hipótesis, que sus posturas se
alinearon con el capitalismo de libre cambio inglés o con el modelo fordista-
keynesiano, acorde a sus intereses regionales, gremiales o productivos. De
este modo identica a los liberales costeños con el primer tipo de pensa-
miento económico y a los de “tendencia socialista” con el segundo.
En el último capítulo se analizan las discusiones sucedidas alrededor
de la jación del salario mínimo en el Primer Congreso Nacional de Indus-
triales, donde las discusiones giraron en torno a diferencias regionales y no
políticas. Se apunta que existió una mayoría que proponía la jación del sa-
lario mínimo, con base regional, frente a una minoría, especialmente de la
provincia del Guayas, que consideraba que el trabajo como mercancía de
cambio no podía estar atada a un valor inalterable, más bien, era cambian-
te, acorde al ujo de la economía y de las negociaciones entre empleador y
empleado. Para el autor, el que la mayoría haya acordado la creación de un
sueldo básico, revela una tendencia al modelo fordista-keynesiano que se
encontraba en ascenso.
En resumen, el libro aporta una nueva mirada al tema de los salarios, pues
se enfoca en la forma en que los discursos alrededor del tema se vieron in-