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clAudio cREAMER. El salario mínimo En la industria Ecuatoriana. dEbatEs
prEcursorEs EntrE 1934 y 1935. Quito: uNivERsidAd ANdiNA siMóN bolívAR,
sEdE EcuAdoR , 2018, 113 PP.
https://doi.org/10.29078/procesos.v.n56.2022.3415
Cada año las discusiones entre gobierno, trabajadores y empleadores so-
bre el monto del salario básico en el Ecuador llenan los espacios de la pren-
sa, ya sea en periódicos, noticieros televisados o medios electrónicos. Pero
¿cómo surgió esta idea y cuáles fueron las propuestas o proyectos que se pre-
sentaron? El libro escrito por Claudio Creamer nos da un acercamiento a la
historia de los primeros debates. A diferencia de la mayoría de investigacio-
nes sobre el tema, enfocados desde la historia social o en niveles de salarios,
el análisis se centra en la forma cómo las discusiones se vieron permeadas
por las corrientes económicas que imperaban en la época. Así, el texto inda-
ga las posiciones de los legisladores y empresarios (p. 8), a través de las actas
del Congreso, Senado y del Primer Congreso de Industriales en Ambato del
año 1935 (p. 13). Se puede ver cómo las discusiones fueron inuenciadas por
el cambio de paradigma económico sucedido durante la década de 1930 y
la forma en que el Ecuador se encontraba inserto en el capitalismo mundial.
Siguiendo a Giovanni Arrighi, el autor examina la forma en que las propues-
tas de los diputados, senadores e industriales se relacionan con una línea de
pensamiento económico, ya sea del modelo decadente de un capitalismo de
libre cambio (inglés), o del modelo emergente fordista-keynesiano (nortea-
mericano) (p. 12).
En el primer capítulo se explora el contexto social, político, económico e
industrial del Ecuador de la década de 1930. Se muestra un país con una gra-
ve crisis política y en proceso de transición al pleno capitalismo, donde pri-
maban los intereses regionales y la diversicación de la economía por zonas
(p. 14-35). Dentro de ese entorno, el autor analiza las propuestas al salario
básico de algunos intelectuales y políticos de la época (p. 35), como Víctor
Emilio Estrada (ministro de economía del primer gobierno de José María
Velasco Ibarra), Jacinto Jijón y Caamaño (director del Partido Conservador),
Abelardo Montalvo (presidente interino entre 1933-1934) y José María Ve-
lasco Ibarra (presidente constitucional entre 1934-1935). En este apartado el
autor resalta los puntos en común entre los intelectuales de la época y el
modelo emergente fordista-keynesiano. Al realizar esta comparativa, deja de
lado los temas que relacionan el pensamiento con el modelo capitalista de li-
bre cambio, lo que se presta a interpretar por el lector como si estos hombres
estuvieran alineados solo con el modelo norteamericano. Por otro lado, no
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menciona o contrapone en este punto a pensadores aliados con el modelo
inglés ni socialista o las discusiones de los trabajadores, quienes serían los
más interesados en el tema.
En el segundo capítulo se examinan las discusiones sucedidas al inte-
rior de las dos cámaras del legislativo entre agosto y noviembre de 1934,
partiendo del estudio de las actas. Se inicia con el debate ocurrido entre los
diputados, donde se presentó un proyecto de ley orientado al marco insti-
tucional-legal para el establecimiento de las Comisiones de Salarios en cada
provincia. En la cámara se desechó la propuesta hecha por el ministro Es-
trada, según Creamer, por la visión de una mayoría conservadora que no
compaginaba con la idea de un salario básico unicado para todo el país.
En el Senado, en cambio, la discusión fue más amplia. Aquí se enfrenta-
ron posiciones conservadoras, liberales y “keynesiana con nes socialistas”
(p. 90). En este apartado, el autor divide las discusiones en temáticas. Así,
se puede ver que los senadores discutieron asuntos como la diferenciación
en los costos de vida y, por consiguiente, del salario por regiones; la pre-
cepción del trabajo de mujeres y niños, frente al de los hombres adultos; la
razones para que en cada provincia se establecería un monto, a partir de una
jación mínima para todo el país; la separación del pago según los sectores
productivos, en especial entre industrial y agropecuario; el establecimiento
del pago por desahucio y el monto de las utilidades para los trabajadores.
Como resultado, el Senado presentó un primer proyecto de Ley de Salario
Mínimo, donde se cubrían los temas anteriores. Al analizar las posiciones de
los senadores, Creamer propone, a modo de hipótesis, que sus posturas se
alinearon con el capitalismo de libre cambio inglés o con el modelo fordista-
keynesiano, acorde a sus intereses regionales, gremiales o productivos. De
este modo identica a los liberales costeños con el primer tipo de pensa-
miento económico y a los de “tendencia socialista” con el segundo.
En el último capítulo se analizan las discusiones sucedidas alrededor
de la jación del salario mínimo en el Primer Congreso Nacional de Indus-
triales, donde las discusiones giraron en torno a diferencias regionales y no
políticas. Se apunta que existió una mayoría que proponía la jación del sa-
lario mínimo, con base regional, frente a una minoría, especialmente de la
provincia del Guayas, que consideraba que el trabajo como mercancía de
cambio no podía estar atada a un valor inalterable, más bien, era cambian-
te, acorde al ujo de la economía y de las negociaciones entre empleador y
empleado. Para el autor, el que la mayoría haya acordado la creación de un
sueldo básico, revela una tendencia al modelo fordista-keynesiano que se
encontraba en ascenso.
En resumen, el libro aporta una nueva mirada al tema de los salarios, pues
se enfoca en la forma en que los discursos alrededor del tema se vieron in-
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uenciados por distintas corrientes económicas. Por lo que se podría calicar
a este estudio como enmarcado en la historia del pensamiento económico, una
línea que, salvo algunas excepciones —unos pocos volúmenes de la Biblioteca
del Pensamiento Ecuatoriano del Banco Central del Ecuador—, está escasa-
mente estudiado en el Ecuador y donde queda aún mucho por realizar. Sin
descuidar los aportes señalados hasta aquí, se debe también decir que el libro
tiene dos falencias; la primera corresponde a la ausencia de análisis del mode-
lo inglés y del socialista, para contraponerlos con las propuestas de los mode-
los de Estrada, Jijón y Velasco Ibarra, a quienes el autor alinea con el modelo
keynesiano; la segunda es que no se llega a explicar por qué, si existían tantos
puntos en común en las propuestas de Estrada y Jijón, en la Cámara de Dipu-
tados, la mayoría conservadora fue la principal detractora del plan Estrada.
Sebastián Luna Andrade
UniversidadAndinaSimónBolívar,SedeEcuador
Quito, Ecuador
https://orcid.org/0000-0001-7692-4769
RosA HElENA RodRíguEz. disputa por la tEnEncia dE tiErras
EjidalEs En El gran cauca (1857-1886). Quito: uNivERsidAd ANdiNA
siMóN bolívAR, sEdE EcuAdoR, 2020, 108 PP.
https://doi.org/10.29078/procesos.v.n56.2022.3417
El presente trabajo se enmarca en los debates sobre la historia del agro
en Colombia a nales del siglo XIX, desde la mirada de la historia social y
política. Especícamente, aborda las transformaciones en el manejo de las
tierras ejidales en el por entonces denominado Estado Soberano del Cauca
—hoy Valle del Cauca—, región existente entre 1857 y 1886, haciendo parti-
cular hincapié en el conicto desencadenado entre labradores, hacendados
y arrendatarios en este proceso. El objetivo central es indagar en los cambios
introducidos en torno al manejo y control de tierras ejidales en el marco de
instauración de las reformas liberales en el período 1849-1855, el cual supuso
un momento de quiebre entre la etapa colonial y la republicana.
El primer capítulo presenta el contexto agrario del Estado Soberano del
Cauca entre 1857 y 1878. Este territorio, ubicado en una diversa y fértil zona
geográca atravesada por el río Cauca, estuvo conformado por una pobla-
ción mayormente dedicada a las labores agrícolas (31,81 % del total). Sin
embargo, para mediados del siglo XIX experimentó una importante expan-
sión de la frontera agrícola, que consolidó un modelo productivo con una
estructura rural dual compuesta por la coexistencia de grandes latifundios