Procesos 53, enero-junio 2021 13
calicaba de “Nouvelle Columbia” [Nueva Columbia]3 a la reunión de Vene-
zuela con la Nueva Granada, apuntando un evidente parentesco con la revo-
lución de independencia norteamericana? He aquí la ambición bolivariana
de plasmar una república colosal, cuya masa continental pueda igualar a los
Estados Unidos. Este diseño, que agradó tanto a la prensa europea, entraba
en obvia contradicción con las libertades que se desarrollaron a nivel local y
regional desde el período de las Juntas de Gobierno. También chocaba con la
voluntad de edicar otros espacios republicanos a partir del perímetro de los
antiguos virreinatos del Perú y del Río de la Plata. Por n, conviene destacar
la radicalidad del momento colombiano dentro de las múltiples experiencias
políticas que conoció el movimiento de independencia. De hecho, en el espa-
cio norandino, el progreso de las ideas se hizo a menudo sin reparo alguno
ante una sociedad poco dispuesta a encararlos.
Por tanto, este primer volumen abarca la dimensión regional del momen-
to colombiano mientras que el siguiente analizará sus características propia-
mente políticas. Isabel Arroyo, en su artículo titulado “ ‘Se llamaría Colom-
bia’. Una relectura de la Carta de Jamaica, 1815”, muestra las claves que dicho
manuscrito ofrece del contexto en el que se concibió el proyecto de esa prime-
ra Colombia, y en qué consiste su novedad considerando el escenario geopo-
lítico del momento y que fue denitivo en su conguración. Por su parte, en
el texto titulado “Circulación de informaciones y experiencias entre Brasil,
Nueva Granada y Venezuela en la formación de la República de Colombia,
1817-1819” teniendo en cuenta las propuestas metodológicas y teóricas de R.
Koselleck y de João Paulo Pimenta, su autor, Oscar Javier Castro, analiza la
circulación y usos de las experiencias históricas en la América meridional en-
tre los realistas y lusoamericanos, de estos con los republicanos de la llamada
Tierra Firme, durante las revoluciones independentistas, sin perder de vista
los acercamientos políticos de estos últimos con las autoridades de la frontera
del Imperio portugués, con el n de evitar su participación en la disputa.
Los impresores fueron actores importantísimos en las revoluciones de
independencias y en el establecimiento de los primeros gobiernos represen-
tativos en este lado del Atlántico. Podemos armar que la guerra también se
libraba a través de la prensa. “Los impresores como constructores de la Re-
pública de Colombia. Los casos de Espinosa, Roderick y Navas, 1819-1830”,
de Javier Ricardo Ardila y León Hernández estudia su puesto en la conso-
lidación de la legitimidad de la primera experiencia colombiana como su
participación en los circuitos letrados locales.
3. La locución de “Nouvelle Colombie” aparece muchas veces en las gacetas de 1821.
Le Journal de Paris utiliza incluso la locución “New Columbia”, que retoma de los periódi-
cos neoyorquinos. Le Journal de Paris, 11 de julio de 1821, 4.