Procesos 52, julio-diciembre 2020
270
nistas. En “The Greatest Andeanist”, se destaca el trabajo del geógrafo Luis
Riso Patrón, encargado de establecer las fronteras chilenas y explorador de
regiones amplias de los Andes peruanos, bolivianos, chilenos y argentinos.
Fritz Reichert, quien llevó a cabo una serie de exploraciones entre 1904 y 1940
entre Argentina y Chile con nes diversos, es elevado al estatus de TheFather
oftheAndinistas.Las ascensiones de Edward Whymper y Nicolás Martínez
son sintetizadas en “The Trailblazers of all of us”. Es aquí en donde se alude
al término de andinismo, sin realmente ahondar en el tema. El término parece
haber sido utilizado por un guía suizo en Chile en 1903 (p. 303) e independien-
temente por Nicolás Martínez en 1906 (p. 103). Sería provechoso continuar el
estudio de la evolución de los signicados y usos de la palabra andinismo.
El capítulo “The Classic Expeditions: 1868-1914” elabora brevemente
más de una docena de exploraciones que visitaron los Andes. Si bien eran
misiones cientícas (Alphons Stübel y Wilhelm Reiss; Hans Meyer y Rudolf
Reschreiter), con muchos medios a su alcance, otras expediciones perseguían
objetivos más deportivos (como las de Paul Güssfeldt, Stuart Vines, Sir Wi-
lliam Martin Conway, Henry Hoek, Hiram Bingham, Theodor Herzog, Ed-
ward Fitz Gerald y Matthias Zurbriggen), muchas veces ignorando “rumores
locales” sobre ascensiones anteriores y mencionando rara vez a sus guías o
arrieros quienes acompañaban estas caravanas exploratorias. Estos grupos de
cientícos-ascensionistas publicaron extensamente sus relatos y resultados
de sus aventuras e indagaciones. También Echevarría dedica unos acápites a
las primeras ascensiones femeninas en los Andes (p. 119-130): Nadine Luku-
nin (en los Andes argentinos en 1903), Annie Peck (en los Andes peruanos en
1906) e Isabel Robalino (en los Andes ecuatorianos en 1911).
Especialmente el caso de Annie Peck, profesora y feminista estadouni-
dense, es muy interesante. Era una gura controvertida en su época: vestía
con ropa de hombre y era sufragista activa. Ya con más de cincuenta años
consiguió un apoyo de Harper’sBazar y logró organizar una expedición a
Perú en donde tuvo que enfrentarse a sus guías suizos, quienes no sopor-
taban tener a una mujer como cliente. Peck llegó a ser criticada tanto por
guías europeos, quienes armaban el maltrato a los guías suizos, como por
su compatriota, la montañista Fanny B. Workman – quien tenía el récord de
altura femenino (de 6930 m) –, ya que Annie Peck aseguraba que la cumbre
del Huascarán Norte tenía 7315 metros. Workman hasta envió una expedi-
ción costosa con tres topógrafos franceses para conrmar la altura de 6648
metros. La cuestión Peck abre las puertas hacia varios problemas históricos
que merecen más atención historiográca.
A las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX Eche-
varría hace un acercamiento con acápites por país, lo que a su vez genera un
espacio para crear una serie de matices y particularidades más analíticas,
-PRO52-10 feb color.indd 270 22/04/21 18:12