Procesos 52, julio-diciembre 2020
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lucha política. Allí la prensa y la opinión pública, como exhibe Ana Buriano,
fueron expresión de la modernidad que el régimen pretendía alcanzar, pero
en medio de tensiones entre libertad de prensa y orden social, fueron vistas
también como fuerzas que se debían controlar, censurar o instrumentalizar.
Ana Buriano propone que, a pesar de los intentos por limitar la prensa,
esta se erigió como un sujeto histórico independiente que articuló sociabili-
dades, identidades, sentidos y formulaciones discursivas en un proceso de
transformación de la cultura política, de autonomización de la sociedad ci-
vil, de activación del campo de lo político y de discusión de un proyecto de
nación católica y moderna muy distinta a los modelos liberales de la época.
Reconocer la prensa de esa manera y destacar la intensa actividad editorial
en el período garciano, permite desmontar la idea de que no hubo prensa
porque García Moreno se encargó de reprimirla.
En la actividad editorial tuvieron cabida una pluralidad de actores, voces
y estilos, pues como recoge el libro, el garcianismo y las otras tendencias no
fueron monolitos invariables en el tiempo, como tampoco lo fueron las publi-
caciones, periodistas e impresores. Un ejemplo de la variabilidad es el de Be-
nigno Malo, abogado, político y educador a quien Buriano ubica a inicios de
1864 en un círculo de cuencanos que sostenían un apoyo crítico al gobierno en
ElCentinela(Cuenca: 1863-1864). Luego, en julio del mismo año, Malo estaba
separado del círculo que produjo ElCentinela,periódico que fue cada vez más
contrario al gobierno. En ese momento, Malo fundó LaPrensa(1864-1865) y
desde allí defendió la política de neutralidad del régimen. Más adelante, en la
campaña electoral de 1868, Buriano encuentra a Malo nuevamente asociado
al círculo de los cuencanos opositores que estuvieron en ElCentinela.
Es preciso indicar que la obra tiene un objetivo panorámico y no anali-
za en profundidad las publicaciones o las polémicas, decisión comprensible
porque antes de analizar en profundidad se requieren estudios generales.
Es cierto que hay estudios muy valiosos sobre prensa ecuatoriana que inclu-
yen el período garciano, entre ellos los de Camilo Destruge, Alfredo Albuja
Galindo, Enrique Ayala Mora y Antonio Checa Godoy, pero estos trabajos
tienen otras preocupaciones, escalas y alcances.
También es necesario informar que el libro está dedicado a la prensa pri-
vada, es decir, a la que no se publicó desde el gobierno de manera ocial.
Ana Buriano es consciente de lo problemática de la denición dada la par-
ticipación, control y nanciación del gobierno a diversas publicaciones. Sin
embargo, decidió no centrar su atención en la prensa ocial, la cual investigó
en estudios previos sobre ElNacional. Lo anterior no signica que el perió-
dico ocial esté ausente en PanorámicadelaprensaenelEcuadorgarciano pues
no sería posible construir un panorama sin las voces ociales. Lo que esto
signica es que ElNacionalno está en el centro del análisis.
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