La gura del rey, estrategias discursivas
y simbólicas en las sublevaciones surandinas
(1780-1781)*
Thegureoftheking,narrativeandsymbolic
strategiesinsouthAndeanuprisings(1780-1781)
Aguradorei,estratégiasdiscursivasesimbólicas
nasrevoltassul-andinas(1780-1781)
René Toapanta
FacultadLatinoamericanadeCienciasSociales(FLACSOEcuador)
Quito, Ecuador
rtoar4@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-8657-060X
DOI: http://dx.doi.org/ 10.29078/procesos.v.n52.2020.2608
Fecha de presentación: 4 de mayo de 2020
Fecha de aceptación: 27 de agosto de 2020
Artículo de investigación
Procesos.RevistaEcuatorianadeHistoria, n.º 52 (julio-diciembre 2020), 101-124. ISSN: 1390-0099; e-ISSN: 2588-0780
* El presente artículo es una reelaboración del capítulo cuatro de la tesis de maestría
en Historia “ ‘Itinerarios’: espacio, movilidad, política y ritualidad en el período de las
sublevaciones indígenas en los Andes del Sur (1780-1781)”, que se encuentra en curso en
FLACSO Ecuador.
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RESUMEN
El artículo indaga el uso de la gura del rey durante las rebeliones
indígenas acaecidas en La Paz, a nes del siglo XVIII. A partir de
un informe sobre el levantamiento, se da cuenta de los argumentos
de los sublevados, quienes aseguraban actuar por voluntad del rey,
alegato con el que intervinieron en la política colonial, al tiempo que
los ociales realistas perdonaron la sublevación usando también
la gura del rey, a quien los rebeldes debían acreditar lealtad y
obediencia. El incidente permite analizar el aspecto pragmático de la
delegación del poder real y su uso simbólico.
Palabras clave: historia colonial, sublevaciones indígenas,
siglo XVIII, Virreinato del Perú, monarquía hispánica,
Antiguo Régimen, representación.
ABSTRACT
The article explores the use of the gure of the king during the
indigenous uprisings that took place in La Paz at the end of the
eighteenth century. On the basis of a report on the uprising, it gives
an account of the arguments of the insurgents, who assured that
they were acting at the king’s behest, a claim that allowed them
to intervene in colonial politics. At the same time, royalist ocials
pardoned the uprising also using the gure of the king, to whom the
insurgents had to vow allegiance and obedience. The incident made
it possible to analyze both the pragmatic aspect of the delegation of
royal power, as well as the symbolic use.
Keywords: Colonial history, indigenous uprisings,
Eighteenth Century, Viceroyalty of Peru, Spanish monarchy,
Old Regime, representation.
RESUMO
O artigo investiga o uso da gura do rei durante as sublevações
indígenas ocorridas em La Paz, no nal do século XVIII. A partir
de um relatório sobre o movimento, percebe-se que os argumentos
dos sublevados, que armavam agir em nome da vontade do rei,
produziram um discurso que os possibilitou intervir na política
colonial, pois, ao mesmo tempo, os ociais realistas perdoaram os
envolvidos utilizando também a gura do rei, a quem os rebeldes
deviam lealdade e obediência. O incidente permite analisar tanto o
aspecto pragmático acerca da delegação do poder real quanto o seu
uso simbólico.
Palavras chave: História colonial, sublevações indígenas,
século XVIII, Vice-Reino do Peru, monarquia hispânica,
Antigo Regime, representação.
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introduCCión
Durante las rebeliones en el sur andino a nes del siglo XVIII, la ciu-
dad de La Paz fue asediada dos veces. El primer cerco duró ciento nueve
días desde el 15 de marzo hasta el 30 de junio de 1781. El segundo cerco
se produjo a raíz de la captura y muerte de Bartolina Sisa, esposa y gura
predominante entre las huestes de Túpac Katari, entre el 5 de agosto y el
17 de octubre del mismo año y duró setenta y dos días.
1
El suceso que se
narra a continuación tuvo lugar durante el contexto del segundo cerco a la
ciudad de La Paz, el cual tenía dos frentes: uno liderado por Túpac Katari y
los aymaras en el este, en el cerro de Pampajasi, y el otro liderado por Cris-
tóbal Túpac Amaru (sucesor de Túpac Amaru) y los quechuas en el oeste,
en las laderas del Tejar.
2
Al igual que en el primer cerco, los intentos de las
fuerzas realistas por romperlo fueron numerosos. En una de estas refriegas,
en el bando de Túpac Katari, un grupo de indios fue tomado prisionero.
Como sucedía habitualmente, los indios fueron interrogados insitu. Una de
las preguntas del ocial a cargo fue en torno a quién respondían las acciones
de los sublevados, es decir, a quién debían obediencia como su máxima au-
toridad. Ante una serie de desafortunadas y vagas respuestas, lo único que
pudo sacar en claro aquel ocial realista fue que en últimas instancias los
indios estaban anoticiados de que sus acciones respondían a la voluntad del
rey. Ante tal respuesta, el ocial decidió mostrar al grupo de sublevados una
moneda de nuevo cuño, la cual tenía en una de sus caras la imagen del rey de
España reinante en aquella época, Carlos III.
3
El objetivo del militar español
era mostrar el rostro del monarca, es decir, el personaje detrás de aquella
voluntad a la que los indios supuestamente respondían. La reacción de los
prisioneros al ver aquella imagen fue de desconcierto, “de modo que aún la
moneda de cuño nuevo por no ver el rostro Real desprecia y solo la antigua
apetecen, en especial los dichos rebelados”.
4
1. Roberto Salinas, Cataris,AmarusyApazas:precursoresindígenasdelaIndependencia
americana (Sucre: Casa de la Libertad, 2013), 74-88.
2. Ibíd., 82.
3. Esta fue la primera moneda acuñada con la imagen de un monarca español según
LaGacetadeLima, n.° 13, del 1 de agosto al 15 de octubre de 1760.
4. Esteban Loza, “Diversas declaraciones hechas por varios sujetos ante el escribano
Esteban de Loza, sobre las disposiciones y sacrílegos procedimientos de los rebeldes en
varias provincias, 1781-1782”. Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, Audiencia de la
Plata, Sublevación General de Indios-160 (BO ABNB, ALP, SGI - 160), f. 1.ª.
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En líneas posteriores del mismo documento, el ocial pregunta por la
autoridad inmediata a la cual obedecen, es decir, por la línea de mando de
los sublevados. Los indios responden, en primer lugar, que ellos no tienen
la culpa pues son víctimas de engaños y coerción, y, en segundo lugar, que
sus acciones responden directamente a un tal “Rey scal coronel selador”
llamado Julián Tanqui.
Lo anteriormente narrado constituye uno de los tantos sucesos acaecidos
en el contexto de las sublevaciones indígenas en el área del sur andino entre
1780-1781, hechos que involucraban una serie de choques no solo violentos
sino en gran medida ideológicos y discursivos en los cuales, en muchas oca-
siones, los argumentos esgrimidos por los indios rebeldes resultaban incom-
prensibles para las autoridades coloniales. La gura del rey constituye un
subterfugio que permitió desplegar un entramado que performó la cultura
política colonial y su representación. Lo narrado en este suceso nos enfrenta a
una serie de enunciaciones llenas de ambigüedades. Sin duda, la forma cómo
es utilizada por el bando indígena es llamativa. La conclusión del suceso, en
el documento consultado, tiene una resolución que nos deja con muchas más
interrogantes. El ocial realista decide perdonar a los sublevados con la con-
dición de que estos se sumen a las las realistas, como de hecho sucedió en
muchos episodios de las grandes sublevaciones andinas. En esta instancia se
hace una nueva transposición de la gura del rey: “en nombre del Rey pasaba
a perdonarles [...] y a los doce presos les dio libertad para de este modo atraer
las armas a verdadera obediencia y les previno que aquel Rey scal coronel
selador y cañami, ellos que conocían sus delitos les aplicasen la pena ordina-
ria para acreditar su lealtad y obediencia al Rey lo que así practicaron”.
5
En el contexto de las grandes sublevaciones andinas de nales del siglo
XVIII, la gura del rey constituyó uno de los diversos elementos insertos en
el despliegue simbólico y narrativo del poder colonial, que se vio reejado y
al mismo tiempo performado en el contexto de las sublevaciones, de modo
que se ve un despliegue sugestivo de elementos propios de la cultura polí-
tica colonial, al tiempo que trataba de conciliar o incluir elementos andinos.
Los objetivos de este artículo, por lo tanto, corresponden a estos dos aspectos
en torno a la gura regia. Por un lado, el aspecto discursivo, narrativo y sim-
bólico, el cual será revisado y evaluado en el contexto de la época estudiada,
y, por otro, el pragmático, que corresponde a las formas últimas de delega-
ción del poder. Parto a modo pedagógico del acontecimiento narrado en el
segundo cerco a La Paz, a partir del cual surge esta doble interrogante, como
si se tratase de dos caras de una moneda donde cada cara representa los dos
aspectos señalados: ¿qué representa tanto la gura del rey, como un ente
5. Ibíd., f. 2v.
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simbólico-discursivo entre los sublevados, como la imagen acuñada en la
moneda de reciente circulación que se menciona en el informe antes citado?,
y ¿cuál es la función de aquel “rey scal coronel selador” denominado Julián
Tanqui, también citado en dicho informe?
la figura del rey: una vieja y renovada
disCusión historiográfiCa
En este espacio no pretendo realizar un amplio recorrido por la histo-
riografía que ha estudiado el tema, o tópicos similares, lo cual no constituye
uno de los objetivos de este artículo. Sin embargo, creo que es necesario es-
tablecer algunas consideraciones acerca del debate historiográco del tema.
La naturaleza del poder del gobierno colonial en la América española consti-
tuye uno de los debates más amplios de la historia política colonial. Se pue-
de establecer una serie de etapas y, al mismo tiempo, de niveles de estudio
sobre el problema. Muchas de estas discusiones se enmarcan dentro de una
tradición del análisis de la política del Antiguo Régimen. De tal modo que
las bases de este debate se encuentran en la historiografía europea, especial-
mente de mediados del siglo XX.
Varios trabajos constituyen estudios fundantes de esta tradición, pero
mencionaré dos en particular: The King’s two bodies: A study in Mediaeval
PoliticalTheology y AEuropeofcompositemonarchies.
6
En el primer estudio,
Ernst Kantorowicz realiza un análisis del “prototipo ideal” del gobierno de
las monarquías feudales comprendido en la noción del “cuerpo místico”. La
gura del rey cumple una doble naturaleza: una que se reere a la persona
que encabeza el gobierno y otra que se articula como una abstracción de la
noción del gobierno del reino, de su unidad y armonía. En el segundo, John
Elliot estudia la noción concreta del gobierno en el Antiguo Régimen, espe-
cialmente en España, es decir, la llamada “monarquía compuesta”, noción
de la cual se derivan las funciones de los virreyes y de la delegación en estos
de la autoridad regia. Ampliando nuestra comprensión de lo señalado, esta
base fundante de la política monárquica se aplicará de igual manera, aunque
con diversos matices en territorios coloniales americanos.
Por su parte, el asunto de la cultura vicerregia abarca uno de los tópicos
más frecuentes de la historiografía americana respecto a este tema. Los virre-
yes fueron agentes políticos fundamentales en la instauración de la autori-
6. Ernst Kantorowicz, The King’s two bodies: A study in Mediaeval Political Theology
(Princeton: Princeton University Press, 1957); John Elliot, “A Europe of composite monar-
chies”, Past&Present, n.° 137 (1992): 48-71.
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dad regia en el territorio americano.
7
El debate en torno a si esta gura logró
establecer un Estado colonial fuerte o débil, o si en realidad existió tal noción
que se pueda equiparar al Estado moderno constituye otra de las vertientes
importantes de la historiografía del gobierno colonial español en América.
Ahora bien, el debate acerca de la gura del rey y de su gobierno en
la América colonial debe en gran parte su índole al análisis de sus fuentes
primarias. Al respecto hay que decir que una de las fuentes más ables para
rastrear el ejercicio del poder y las guras de autoridad en la América co-
lonial se encuentra en el sistema jurídico. En lo sumo, dicho sistema trató
de reproducir nociones de gobierno y autoridad peninsulares en territorios
americanos. Sin embargo, no se trató de una simple imitación de formas de
gobierno del viejo continente y de la expansión de “la presencia real hasta los
connes más remotos de sus dominios”.
8
Al hacerlo, esta implementación se
vio inuenciada por formas autóctonas de gobierno y autoridad, además de
prerrogativas que fueron surgiendo en la implementación del gobierno co-
lonial, como lo fue la noción pactista entre el rey y los diferentes estamentos
americanos, entre ellos, los indígenas. Este fue, de hecho, uno de los argu-
mentos que, en el contexto de las sublevaciones de nales del siglo XVIII,
sirvió como un elemento legitimador en el discurso de los líderes indígenas,
pues el pacto entre el rey de España y sus súbditos los indios desde la con-
quista se volvió central en la narrativa de los sublevados, en especial, frente
al avance de políticas borbónicas que trastocaban signicativamente el es-
pacio de poder y sentido dentro de la sociedad colonial de la élite indígena.
9
Las sublevaciones andinas del siglo XVIII, en particular las de nales de
este siglo, han sido ampliamente estudiadas y a ello hay que mencionar es-
tudios clásicos del tema como los de Boleslao Lewin, Alberto Flores Galindo,
Scarlett O’Phelan, María Eugenia del Valle de Siles, y los más recientes como
los de Sergio Serulnikov, Sinclair Thomson o Charles Walker.
10
En la mayoría
7. Alejandro Cañeque, “Cultura vicerregia y Estado colonial. Una aproximación críti-
ca al estudio de la historia política de la Nueva España”, HistoriaMexicana LI, n.° 1 (julio-
septiembre 2001): 5-57.
8. Elisa Caselli, coord., Justicias,agentesyjurisdiccionesdelamonarquíahispánicaalos
Estadosnacionales(EspañayAmérica,siglosXVI-XIX) (Madrid: Fondo de Cultura Económi-
ca, 2017), 11.
9. Jorge Hidalgo Lehuede, “Amarus y Cataris: aspectos mesiánicos de la rebelión in-
dígena de 1781 en Cusco, Chayanta, La Paz y Arica”, Chungará, n.° 10 (1983): 117-138.
10. Boleslao Lewin, TúpacAmaru.Suépoca,sulucha,suhado (Buenos Aires: Leviatán,
1995); Alberto Flores Galindo, BuscandounInca:identidadyutopíaenlosAndes(La Habana:
Casa de las Américas, 1986); Scarlett O’Phelan Godoy, LagranrebeliónenlosAndes:deTúpac
AmaruaTúpacKatari (Cuzco: Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las
Casas, 1995); María Eugenia del Valle de Siles,HistoriadelarebelióndeTupacCatari,1781-
1782 (La Paz: Plural, 2011); Sergio Serulnikov, RevoluciónenlosAndes:laeradeTúpacAmaru
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de ellos se hace una distinción entre la etapa quechua (liderada por Túpac
Amaru) y la aymara (iniciada por Tomás Katari, pero protagonizada por Tú-
pac Katari), aspecto que es importante señalar, pero que no implica una ne-
cesaria diferenciación entre una u otra etapa que pueda afectar el análisis de
este artículo que pretende problematizar el tema desde el aspecto horizontal,
como lo menciona del Valle de Siles, que utilizó a grandes rasgos medios
discursivos, narrativos y simbólicos similares en la mayoría de escenarios de
lucha de las sublevaciones surandinas.
11
De acuerdo con esta historiografía especializada, podría destacar tres en-
foques acerca de la gura del rey, dos que se basan en análisis modernos del
estudio del tema y uno que se basa en una fuente primaria de la época. El
primero se reere a la noción de “signicante vacío” de Serulnikov según el
cual la gura del rey, para este período, comprende una tradición de “mo-
narquismo popular” y “monaquismo ingenuo”.
12
Aunque dichos fenómenos
se pueden encontrar en eventos tan dispares en tiempo y contexto como lo
puede ser la Rusia imperial o la Etiopía de Selassie, estaban enmarcados den-
tro de una tradición monárquica de antiguo régimen. Al igual que sucede
con Mijaíl Bajtín en su análisis de la obra literaria de Dostoievski, la gura
del rey puede adquirir diversas posiciones de legitimidad que corresponden
a igual número de narrativas.
13
Todos los bandos implicados responden sus
acciones e invocan su nombre y simbolismo. La armación de Serulnikov
se basa en una lógica de asumir lo “tradicional” y “conservador” como una
fuente de reclamación ante lo nuevo amenazador (que serían las reformas
borbónicas). Por ello, según Serulnikov la protesta indígena tuvo que nece-
sariamente proyectarse a través de lo viejo, lo tradicional, y por ende nada
más primigenio que la gura de autoridad y justicia del rey.
Por su parte, María Elena Díaz se reere a la idea del rey como una “va-
sija ideológica”. Según esta autora, las interdependencias entre los súbditos
indígenas y el rey asumidas desde el inicio de la colonización, crearon múl-
tiples signicados, su gura simbólica, desde esta perspectiva, constituye
una vasija “capaz de sostener múltiples y contradictorios signicados”,
14
los
(Buenos Aires: Sudamericana, 2010); Sinclair Thomson, Cuandosoloreinasenlosindios.La
políticaaymaraenlaeradelainsurgencia (La Paz: Muela del Diablo, 2006); Charles Walker,
LarebelióndeTúpacAmaru (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 2015).
11. Del Valle de Siles, Historiadelarebelión..., 11.
12. Sergio Serulnikov, “Lo que invocar la gura del Rey y la justicia regia signicaba
(y lo que no). Monarquismo popular en Charcas tardocolonial”, VariaHistoria 35, n.° 67
(2019): 9.
13. Mijaíl Bajtín, ProblemasdelapoéticadeDostoievski(Ciudad de México: Fondo de
Cultura Económica, 2005).
14. Del original: “capable of holding multiple and contradictory meanings” (traduc-
ción del autor). María Elena Díaz, TheVirgin,theKing,andtheRoyalSlavesofElCobre:Nego-
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cuales podrían incluir políticas benévolas y protectoras para súbditos tan
inferiores como indios o esclavos. Revela al mismo tiempo el carácter de los
indígenas de constituirse como verdaderos sujetos imperiales modernos.
15
El tercer enfoque nos informa de la idea de la “puerilidad del rey de
España frente a los acontecimientos ocurridos en su colonia”, ideas que for-
man parte del PlanctusindorumchirstianoruminAmericaperuntia, un escrito
elaborado por un conjunto de clérigos indígenas y mestizos.
16
El presente artículo toma como referencia estos trabajos historiográcos
y profundiza en el tema discursivo-narrativo; no obstante, hace particular
énfasis en el campo de la práctica política, en especial uno de sus elementos,
como lo es la delegación del poder. Esto se traduce en ejercicios concretos de
la aplicación de la autoridad tal y como la interpretarían los sublevados en
base a la cultura política colonial y sus propios términos andinos.
las mil Caras de la figura del rey: estrategias
disCursivas en las grandes sublevaCiones andinas
El rey es una gura simbólico-discursiva omnipresente en los recursos
retóricos de ambos bandos. En las pocas líneas narradas del informe colo-
nial citado en el inicio de este artículo, vemos cómo la gura del rey adquie-
re dispares y variables discursivas, como si se tratase de múltiples caras
de una misma moneda. La forma que adquiere esta gura depende, por
supuesto, del bando responsable de invocar su nombre. El hecho de que su
imagen gure en las monedas reere, para el bando español, el orden y la
ley, pero también el indulto y la misericordia, como se menciona, en relación
al perdón por parte del ocial realista concedido a los sublevados, al nal
del relato. Por otro lado, la gura del rey corresponde, como se deduce por
el desconcierto de los sublevados al ver la imagen en la moneda, a una auto-
ridad suprema y abstracta, más que a una gura encarnada en una persona.
Existieron diversas estrategias en la utilización de la gura del rey, como
se puede observar en eventos de la misma índole en diferentes escenarios, no
solo en el período de las grandes sublevaciones andinas, sino en los mismos
sucesos acaecidos en el preámbulo de los procesos independentistas (mona-
tiatingFreedominColonialCuba,1670-1780 (Palo Alto: Standford University Press, 2002), 15.
15. José de la Puente, AndeanCosmopolitans.SeekingJusticeandRewardattheSpanish
RoyalCourt (Austin: University of Texas Press, 2018), 18.
16. Scarlett O’Phelan Godoy, “Navarro, José María. Una denuncia profética desde el
Perú a mediados del siglo XVIII: el PlanctusindorumchristianoruminAmericaperuntina”,
Histórica 25,n.
o
2 (2001): 331.
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quismo popular).
17
En el incidente de la moneda mostrada por el ocial rea-
lista, la gura del rey juega un rol multifacético y omnipresente. Resulta una
suerte de puesta en escena y teatralización, como se mencionó anteriormente
bajo una perspectiva de Bajtiín, según la cual cada invocación a la gura del
rey constituye una forma de representación de la cultura regia en los Andes
de nales del siglo XVIII, lo que viene asociado a una narrativa y discurso
determinados.
18
Pero a diferencia de un análisis bajtiniano clásico, los diver-
sos personajes y sus conictos se representan en uno solo: el rey.
Como hemos visto, la gura del rey adquiere una ambigüedad prepon-
derante. En esta parte voy a analizar las diferentes estrategias discursivas que
se reprodujeron y repitieron en la mayoría de los discursos de los principales
líderes indígenas (Tomás Katari, Túpac Amaru y Túpac Katari) respecto a la
gura del rey. Estas estrategias, comúnmente, jugaron un rol fundamental en
la disputa con las autoridades coloniales y se produjeron en distintos nive-
les en el sentido discursivo-ideológico. La discusión en torno a la legitimidad
otorgada por el rey tuvo una preponderancia signicativa. Los documentos
analizados nos permiten observar que la legitimidad política y de las acciones
emprendidas se basan en todo un entramado simbólico-discursivo. Entre estas
ideas se encuentran: la noción de probidad, así como la valía de los individuos
y de sus comunidades frente a la gura del rey. El discurso acerca de la gura
real adopta distintas estrategias discursivas, las cuales se difunden y profesan
tanto dentro de las comunidades indígenas, mestizas y criollas como en la
disputa frente a las autoridades coloniales; el aspecto de su difusión en forma
de rumores no es menor y se expresa en la efectividad o no de una sublevación
generalizada.
19
Así, constituye una guerra dialéctica, en donde, para cada dis-
curso emitido desde el bando sublevado existe un contradiscurso por parte de
las autoridades españolas. Paso a analizar este conjunto de estrategias.
La conexión directa entre el rey
y los líderes de las sublevaciones
En las primeras etapas de los levantamientos, una de las ideas preponde-
rantes que circuló entre las comunidades, por parte de los líderes y lideresas
indígenas, fue el cumplimiento de edictos emitidos directamente por el rey
hacia sus personas. Tanto Tomás Katari como Túpac Amaru instrumentali-
zaron esta estrategia en sus discursos, la importancia de la nobleza inca y
la elaboración de una idea que armaba que nobles como Túpac Amaru se
17. Serulnikov, “Lo que invocar...”, 9.
18. Bajtín, Problemasdelapoética...
19. O’Phelan Godoy, Lagranrebelión..., 123.
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relacionaran, o se asumieran como herederos de Carlos V o Felipe II, la cual
tiene una larga y consolidada tradición.
20
Cuando Túpac Amaru se asume
como máxima autoridad de los sublevados, emite un edicto para que sea
ampliamente difundido en diversos poblados:
Por cuanto el Rey me tiene ordenado proceda extraordinariamente contra varios
corregidores y sus tenientes, por legítimas causas que por ahora se reservan; y
hallándose comprendido en la real orden el corregidor de la provincia de Lampa
y su teniente general, y no pudiendo yo practicar las diligencias que en el caso
exige, por tener otras a la vista que piden mi física asistencia para su remedio;
para que tenga el efecto debido la real orden, subrogo en mi lugar al Gobernador
D. Bernardo Sucacagua [...]. Fecho en el pueblo de Tungasuca, a 15 de noviembre
de 1780
JOSE GABRIEL TUPAC-AMARU, Inca.
21
De este edicto se desprende la importancia de la gura del rey como
elemento simbólico, en cuanto otorga legitimidad a las acciones de Túpac
Amaru, además de que estas son transferibles en la representación de otros
individuos, como se mencionó en el caso de Túpac Katari en el cerco de la
Paz. Otro ejemplo de ello es que, a inicios de 1780, después del viaje de To-
más Katari a Buenos Aires en una “Representación hecha al Rey” arma lo
siguiente:
D. Tomás Catari, indio principal del pueblo de San Pedro de Macha [...] con el
mayor rendimiento, dice: que siendo tan diarios y consecutivos los padecimien-
tos, miserias y necesidades que experimentamos los desvalidos indios tribu-
tarios, vasallos muy eles e hijos indefensos de V. M. [...] Hasta que, visto mis
padecimientos iban recreciendo, destiné pasar a la ciudad de Buenos Aires, a
reclamar justicia al vuestro Virrey, a pie desde mi pueblo [...] quien atendiendo a
mi justicia, se sirvió librar un despacho superior, para que yo sea amparado en la
posesión de mi empleo, y probase los aumentos de los reales intereses de V. M.
22
La intención de la carta demuestra que la táctica adoptada por Tomás
Katari fue remitirse a la más alta autoridad, representante del rey, el virrey
de Buenos Aires. En esta carta, otro de los argumentos es posicionar el valor,
en el sistema colonial, de la población indígena. Si bien la estrategia dis-
20. Alejandra Osorio, “El Rey en Lima. El simulacro real y el ejercicio del poder en la
Lima del diecisiete”, Documentodetrabajo, n.
o
140 (Lima: Instituto de Estudios Peruanos,
2004): 28-29.
21. Pedro de Angelis, Coleccióndeobrasydocumentosrelativosalahistoriaantigua y
modernadelasprovinciasdelRíodelaPlata;ilustradosconnotasydisertaciones (Buenos Aires:
Imprenta del Estado, 1836), 11-12.
22. Ibíd., 210.
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111
cursiva de relacionar los intereses de los indígenas con los de rey aparece
frecuentemente en el período de las grandes sublevaciones del siglo XVIII,
no se podría armar que se produjo exclusivamente en este contexto. Al ana-
lizar las fuentes primarias de diferentes períodos encontramos varias refe-
rencias que nos pueden indicar la utilización del mismo discurso. Una de
las referencias que más llama la atención es la dada por Enrique Tandeter,
y ha sido referenciada en algunos trabajos de la misma índole, por ejemplo,
en Guillermo Madrazo.
23
Constituye un suceso ocurrido a inicios del siglo
XIX con unos mitayos provenientes de Azángaro hacia Potosí y que pro-
vocaron un incidente en las cercanías de Oruro, quienes venían ocupando
tierras cultivables, sirviéndose de ellas, lo cual provocó conmoción entre los
vecinos españoles del poblado. Los indios argumentan que ellos no simple-
mente cumplen con lo mandado por el rey (en la mita y por ende merecen
ser recompensados) sino que ellos mismos son el rey. “Los mitayos no dejan
de señalar que la migración forzada era una ‘penosa tarea’ [...] No solo se
atreven a armar su exención de la justicia real, sino que de hecho se erigen
en su reemplazo”.
24
El caso mencionado por Tandeter constituye un ejemplo más de lo que
Marshall Sahlins denomina como “historia heroica”, en donde si bien la his-
toria la hacen las comunidades, esta tiende a depender de los personajes his-
tóricos, y sus historias se tienden a parecer o familiarizarse con estos. En las
islas del Pacíco, por ejemplo, Vansina recoge el relato de un hombre de la
nacionalidad kuba, quien arma acerca de su relación con el rey: “es el Rey;
si yo duermo, es el Rey; si yo bebo, es el Rey”.
25
La relación y dependencia entre el rey
y sus súbditos (los indios)
Otra de las tácticas discursivas plantea la importancia del rol de la pobla-
ción indígena dentro del sistema colonial, y a grandes rasgos en el sistema
del Estado concebido como gobierno orgánico. Donde el rey conere unidad
a una sociedad originalmente fragmentada.
26
El indio constituye un elemen-
to fundamental sin el cual no se puede concebir el reino y la armonía entre
las dos repúblicas establecidas por el rey (república de indios y de españo-
23. Enrique Tandeter, Coacción ymercado.La minería de la plata en elPotosícolonial:
1629-1826 (Cuzco: Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas, 1992);
Guillermo Madrazo, “Túpac Amaru. La rebelión, Dios y el rey”, Andes, n.° 12 (2001): 33.
24. Tandeter, Coacciónymercado...”,42.
25. Marshall Sahlins, Islasdehistoria.LamuertedelcapitánCook.Metáfora,antropologíae
historia (Barcelona: Gedisa, 1997), 50.
26. Osorio, “El Rey en Lima...”, 30.
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les). En este sentido, las acusaciones constantes de los abusos y situación
indígena señala “la absoluta falta de correspondencia entre el espíritu de la
ley y la realidad, entre la intención Real y la acción de sus funcionarios, des-
tacando que el pacto establecido en el pasado entre el Rey e indios, tierra y
tributos, está siendo roto”.
27
Uno de los ejemplos de esta relación entre el rey
y sus súbditos, es que un ataque hacia la subsistencia indígena signica un
ataque a los intereses del rey, como lo señala Tomás Katari cuando descalica
las acciones cometidas por los corregidores y las autoridades coloniales:
el empeño de vuestros Ministros era acabar con los infelices indios [...] pues la
pérdida de tantos millones de pesos y de tantas miserables almas, era regular
traspase el corazón piadosísimo y cristiano de V. M. Pero nosotros creemos r-
memente que el ánimo de vuestros Ministros y del corregidor ha sido destruir la
poderosa corona de V. M. Pues ¿qué otra cosa quiere decir tanto abandono de los
indios, y no permitir se deendan?
28
Siguiendo todos estos antecedentes, no es extraño concebir que el dis-
curso indígena legitima su justicia porque es emanada por el rey y, por lo
tanto, es concebida como verdadera y legítima. Además de que se perciba
que la gura del rey constituya un “símbolo de justicia humana”, y que la
promulgación de edictos contrarios a esa justicia sea percibida como una
manipulación y ocultación de los edictos “verdaderos”.
29
Los europeos y “los hispanos” no son solo los enemigos
de los indios, sino también del mismo rey
Jal Szeminski maniesta que la paulatina confrontación entre la facción
indígena sublevada y las autoridades coloniales (caciques, corregidores y
autoridades eclesiásticas) derivó en la utilización extrema de la violencia,
para cual fue necesaria la deshumanización de su oponente.
30
En este senti-
do, caben las concepciones demoníacas y sobrenaturales sobre los europeos
y españoles, y al mismo tiempo la valoración de las cualidades indígenas
en referencia a su superioridad en calidad de súbditos del rey (mejores cris-
tianos, más humanos). Nuevamente, la estrategia se encamina en torno a la
gura del rey como ente superior de justicia y legitimidad, al igual que en
27. Hidalgo Lehuede, “Amarus y Cataris...”, 120.
28. De Angelis, Coleccióndeobras...,205.
29. Lewin, TúpacAmaru.Suépoca...,62.
30. Jan Szeminski, “Why kill the Spaniard? New Perspectives on Andean Insurrec-
tionary Ideology in the 18th Century”, en Resistance,Rebellion, and Consciousness inthe
AndeanPeasantWorld,18thto21thCentury, ed. por Steve Stern (Madison: The University
of Wisconsin Press, 1987).
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el incidente del cerco de La Paz. Siguiendo la extensa carta de Tomás Katari,
escrita el 13 de octubre de 1780 en San Pedro de Macha remitida al rey, se
puede inferir por el contenido que se produce debido al recrudecimiento de
la represión realista, después de los sucesos del 26 agosto en Pocoata, hecho
precursor de la sublevación en Chayanta.
31
Podemos encontrar que en un
fragmento de esta carta se asume a los indios como mejores súbditos, en re-
lación a uno de los incidentes violentos de las sublevaciones. Es interesante
que el debate deviene en valorar la condición de humanidad de los indios:
los indios han restituido todos los despojos de los soldados, iban entregando con
gran rendimiento los reales tributos a su cura, y más pensiones con que nacieron
a vuestra soberana real clemencia, lo que prueba más humanidad en los indios
que en los españoles; pues los indios no profanaron el lugar sagrado, pero sí los
españoles.
32
Se puede inferir que la esencialidad de lo indígena como comunidad
ancestral, en el contexto de las sublevaciones andinas, sirvió como un argu-
mento para denir al elemento “europeo e hispano” como herético y con-
trario a los intereses del rey. De esta manera, “cada indio que cumplía los
ritos de su comunidad y todas las obligaciones impuestas por la tradición y
la comunidad exactamente como le habían enseñado por sus padres, era un
verdadero cristiano [...] y cada español debía ser un herético”.
33
La inversión
de valores se produjo también en el plano narrativo, por ejemplo, la alusión
a metáforas de la tradición judeo-cristiana, como la comparación del mundo
andino con la opresión de Israel.
34
Por otro lado, las referencias hacia lo sobrenatural acerca de los europeos
e identidad y esencia “hispana” como lo denomina Szeminski, son frecuen-
tes. Generalmente, estas referencias se reeren a la demonización de los es-
pañoles, especialmente por parte de las autoridades indígenas. Ahora bien,
estas referencias se pueden entender como un recurso metafórico recurrente,
por ejemplo, cuando se apela al recurso retórico de relacionar el hecho de
beber la sangre con la expoliación hacia la población indígena, tal como se
31. El 26 de agosto de 1780 constituye un punto de quiebre en la sublevación indígena
de Chayanta, pues en este suceso se produce un enfrentamiento violento con las autori-
dades coloniales, provocado por la muerte de Tomás Acho, acompañante de Tomás Katari
en su viaje de Buenos Aires.
32. De Angelis, Coleccióndeobras...,203.
33. Del original: “every indian who kept the rites of his community (comun) and
fulllled the obligations imposed by tradition and the community exactly as he had been
taught by his fathers, was true christian [...] and every spaniard must have been a heretic”
(traducción del autor); Szeminski, “Why kill the Spaniard?...”, 182.
34. Flores Galindo, BuscandounInca...,106.
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aprecia en la misma carta de Tomás Katari remitida al rey: “ya con los per-
juicios de los Gobernadores españoles o mestizos que nos destinan, para que
nos beban la sangre, aniquilen a nuestras mujeres e hijos: pues los ministros
o corregidores de V. R. P., además de que son coligados con dichos mestizos
o españoles caciques, usurpan a V. M. ingente cantidad de sus reales intere-
ses ”.
35
Y aunque pereció uno de los gobernadores, nombrado D. Florencio Lupa, que
murió degollado sin saberse los autores de este exceso, pero debe V. M. saber,
que dicho Lupa era dilecto de vuestros Ministros por los regalos cohechos que
les daba: que Lupa, habia hecho un caudal gigante con la sangre que les habia
robado á los miserables indios, y que Lupa fué siempre un atropellador de los
ministros de Jesu-Cristo.
36
Asimismo, tanto los diversos informes coloniales como las crónicas de
la época demuestran que las víctimas españolas de las sublevaciones fueron
de hecho vistas como verdaderos “seres demoníacos”, esto se puede con-
cluir por la extrema violencia por la que fueron tratados los cuerpos de los
asesinados: degollamientos, extirpaciones de corazones, genitales, y demás
acciones de esta índole son retratadas en las fuentes. La historiografía ha
tenido diversas interpretaciones para estos hechos, desde la armación de
un regreso a prácticas prehispánicas como el ofrecimiento de ofrendas a ce-
rros y deidades sagradas, o la verdadera creencia del carácter sobrenatural
de los asesinados, para lo cual no bastaba la simple muerte. Así, la violencia
en los cuerpos se convirtió en una muestra clara de la intencionalidad de
exterminio.
37
Otra interpretación considera la violencia aplicada a ciertos individuos
como una consecuencia de la “traición”
38
de determinados sectores de la so-
ciedad colonial, y su resistencia a la autoridad de los líderes sublevados, al
menos esto se puede aplicar con Túpac Amaru en la región del Cuzco, donde
el principal objetivo de la violencia física fueron los corregidores (principal
motivo de la política reformista y de la justicia aplicada por Túpac Amaru),
más que en sí los blancos, hispanos o europeos. En este sentido, se puede
hacer un corte, en este aspecto, respecto a la etapa quechua y la aymara,
considerada mucho más violenta con la población de origen europeo y sus
aliados indígenas.
39
35. De Angelis, Coleccióndeobras..., 201.
36. Ibíd., 205.
37. Szeminski, “Why kill the Spaniard?...”.
38. O’Phelan Godoy, Lagranrebelión...,108.
39. Ibíd., 113.
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elinCa reyen el disCurso indígena
Habían pasado más de dos siglos desde que se produjera la invasión y
posterior colonización española de los territorios incas y de otros pueblos
originarios de Sudamérica. Durante este período se efectuaron diversos cam-
bios que fueron determinantes, tanto la introducción de la religión católica
como la reconguración del poder político. Sin embargo, pervivieron ideas
sobre el reino de los incas y el carácter de su poder político. Ciertamente, es-
tas ideas tuvieron que pasar por el ltro de las representaciones católicas del
poder del rey, de la cultura vicerregia, del cuerpo místico y demás elementos
de la política española en América. En este sentido, no es extraño pensar que
la gura del rey, en el contexto de las sublevaciones andinas, se fusionara
con la idea del “regreso del rey inca”.
Sin duda, esta idea del rey inca tendría poco que ver con las nociones
de los gobernantes incas antes de la colonización y se acercaría más a una
visión española y católica del poder regio. La noción de que el “simulacro”
pueda ser interpretado como lo real, constituía una noción ya instalada en la
sociedad colonial desde que se iniciaran las fastuosas demostraciones teatra-
les en torno a los retratos de los reyes, en las ciudades grandes, medianas y
pequeñas con la asunción al poder y la muerte de los monarcas españoles.
40
Este tipo de representaciones pictóricas constituye un elemento fundamen-
tal para quienes, como Túpac Amaru, por su origen noble, detentaron un
poder analógico al del rey o sus representantes en América, los virreyes. Él
mismo mandó a elaborar un retrato después de la batalla victoriosa de San-
garará, y un aspecto que reeja la reelaboración de las representaciones colo-
niales españolas es la inclusión de símbolos del poder inca como el sol, pero
además de elementos que estaban dirigidos a la advertencia a sus enemigos
y quienes concebía como traidores, como lo fue la inclusión de imágenes del
suplicio de los vencidos y la iglesia en llamas a ambos costados del retrato.
41
Por otro lado, se encuentran otro elemento narrativo que reforzó la idea
del retorno del rey inca. Este tiene que ver con la interpretación de determi-
nadas profecías ampliamente difundidas en el siglo XVIII. Durante mucho
tiempo, pero especialmente alrededor de 1777, la profecía acerca del regreso
del gobierno de los incas, atribuida a Santa Rosa y otros santos, fue particu-
larmente importante y muy extendida en lugares como el Cuzco. Tal como lo
cita Walker, “A lo largo del siglo XVIII, la historia apócrifa de que Santa Rosa
40. Osorio, “El Rey en Lima...”, 6-7.
41. O’Phelan Godoy, Lagranrebelión...,123.
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(1586-1617), la primera santa nacida en América, había vaticinado la caída de
los españoles, inspiró a los rebeldes”.
42
Uno de los antecedentes constituye la conspiración de Lima de 1750 de
artesanos indígenas residentes en esta ciudad.
43
Sin embargo, uno de los in-
dicios de lo que sucedería posteriormente en 1781, se daría el 5 de marzo de
1776 en un incidente en una chichería del Cuzco donde aparentemente se
empezaba a fraguar un levantamiento indígena. Posteriormente, a nales de
ese año, un tal Joseph Gran Quispe Tupa Inga sería encarcelado por enviar
distintas cartas a nobles indígenas pidiendo su apoyo para emprender un
levantamiento y coronarse el rey de los incas “que como tal le correspondía
coronarse en este tiempo, que era el quien había pronosticado Santa Rosa
y San Francisco Solana, que para ello alzaría a los indios”,
44
este aconteci-
miento demostraría que los caciques estaban en mejor posición de difundir
rumores lo sucientemente inuyentes que puedan generar un movimiento
de masas, lo cual no ocurrió en esta ocasión, pero sí con Túpac Amaru.
45
Por
otro lado, el hecho de que en la declaración de Joseph Quispe se mencione a
los dos santos habla de una dualidad complementaria, muy propia de la cos-
movisión andina; lo mismo ocurriría en 1783 con uno de los parientes de Tú-
pac Amaru, don Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui en Huarochirí, quien
habría declarado “que se habrían de cumplir las profecías de Santa Rosa y
Santo Toribio reducidas a que la tierra volvería a sus antiguos poseedores”.
46
Ahora bien, en el contexto de las sublevaciones de 1780-1781 hay vagas
referencias en torno a la coordinación de los diferentes levantamientos, por
ejemplo, entre Chayanta, La Paz, Oruro y el Cuzco, para citar los más im-
portantes. No obstante, varias referencias señalan que existió un gran interés
acerca de lo que se suscitaba al mismo tiempo en diferentes regiones, y la
posibilidad de conformar verdaderas alianzas. Una de las ideas que circuló
predominantemente entre los líderes indígenas, fue anunciar y preparar la
llegada del rey inca; en una primera instancia la gura sería Túpac Amaru,
pero esta idea sobrevivió, por algún tiempo, a la propia persona y se trans-
rió, por así decirlo, a sus familiares o incluso seguidores más cercanos. En
conclusión, la idea del “retorno del inca” se materializó en diferentes indivi-
duos, y concretizó una idea circundante en la sociedad indígena andina de
la época.
42. Walker, LarebelióndeTúpac..., 70.
43. Scarlett O’Phelan Godoy, “Una rebelión abortada. Lima 1750: la conspiración de
los indios olleros de Huarochirí”, VariaHistoria, n.º 24 (2000): 7-32.
44. Hidalgo Lehuede, “Amarus y Cataris...”, 121.
45. David T. Garrett, SombrasdelImperio:lanoblezaindígenadelCuzco,1750-1825(Lima:
Instituto de Estudios Peruanos, 2009),123.
46. Hidalgo Lehuede, “Amarus y Cataris...”, 122.
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Un ejemplo de ello se dio en la sublevación de Chayanta, cuando los her-
manos Katari (Dámaso y Nicolás) asumieron el liderazgo dejado por Tomás,
asesinado en enero 1781. Ellos emprendieron diversas acciones bélicas con-
tra poblados como la ciudad de La Plata, pero fueron derrotados y encarce-
lados. Dámaso Katari en una de sus declaraciones arma que algunas de sus
acciones se encaminaron a preparar el terreno para la llegada del rey inca, y
al preguntársele por los motivos del levantamiento responde:
Que a más de este empeño que contemplaba de honor, lo movía saber que su Rey
Túpac-Amaru venía a favorecerles, quien se había dignado escribir y despachar
edictos al común de las provincias, ofreciéndoles su amparo, y el de tratarlos con
mucha suavidad, haciendo un cuerpo entre indios y españoles criollos [...] que
este sería equitativo, benigno y libre de pensiones; y en agradecimiento del bien
que esperaban, y de tener Rey natural, quería esperarle con la conquista de esta
ciudad, poniéndola con la obediencia de todos los indios que debían probarla,
a sus pies.
47
Tanto en las declaraciones de Dámaso y Nicolás Katari, las referencias a
las conexiones entre sublevaciones son frecuentes en las preguntas hechas por
las autoridades, lo que constituye una preocupación real sobre la idea de la
gura del rey inca, el de su mando unicado en todos los escenarios de la
lucha, y su alcance en regiones tan dispersas. En el área de La Paz, un hecho
similar ocurrió con Túpac Katari. En este caso, la conexión resulta doble, tanto
por parte de una encarnación de Tomás Katari, como él mismo lo armara,
como una conexión clara con la sublevación del área cuzqueña. En cuanto a las
acciones bélicas de Túpac Katari en la región de La Paz y del lago Titicaca, las
presunciones de maniobras coordinadas de ambos bandos llegaron a ser rea-
les, así como los temores de las autoridades.
48
Además, las autoridades pronto
notaron la aparición de varias personas que se atribuían como “incas”, que le
sobrevivirían al mismo Túpac Amaru, y que se autoproclamaron “rey inca”,
tanto sus familiares directos como otros y en diversas regiones.
49
Se asume,
como se verá a continuación, que en el caso de la gura del rey inca también se
funcionalizó la noción del traspaso o delegación del poder otorgado por este.
47. RelaciónhistóricadelossucesosdelarebelióndeJoséGabrielTupac-Amaruenlasprovin-
ciasdelPerú,elañode1780 (Buenos Aires: Imprenta del Estado, 1836), 225.
48. Walker, LarebelióndeTúpac..., 298.
49. Ibíd., 303.
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la figura del rey: praxis polítiCa
y la Cuestión de la delegaCión del poder
En la primera parte de este artículo he analizado el papel de la gura del
rey en plano narrativo y discursivo. En esta parte voy a analizar el papel que
jugó la cultura política colonial y, como parte de ella, la gura del rey, en la
cuestión de la delegación y representación del poder regio y, por tanto, de las
jerarquías coloniales entre los sublevados indígenas. En la referencia de los
prisioneros indígenas interrogados por el ocial español en la introducción
a este artículo, se menciona la gura de un tal “Rey scal coronel selador”
llamado Julián Tanqui, quien constituía en ese momento la gura inmediata
de autoridad. Se supone que fue a quien Túpac Katari otorgó autoridad para
dirigir este grupo en el segundo cerco de La Paz. En las fuentes consultadas
no existen referencias claras acerca de la cercanía entre Julián Tanqui y Túpac
Katari. Sin embargo, lo que llama la atención de esta referencia es la utiliza-
ción de los nombres y títulos de este personaje: ¿qué signicación poseen los
títulos atiborrados y de alguna forma rimbombantes para el caso del coman-
dante indígena Julián Tanqui?
En la primera parte del artículo se planteó la necesidad narrativa y dis-
cursiva de invocar la gura del rey como elemento legitimador del levanta-
miento indígena, así como la prerrogativa de restablecer el orden anterior, en
su nombre, por parte de las autoridades coloniales. Ahora bien, ¿cómo esto
se funcionalizó en las estructuras de poder en el bando indígena? Se puede
decir que existió una clara necesidad pragmática en este aspecto, un algo
que llenaba un vacío, al cual los indios sublevados empezaban a conocer y
de alguna manera fomentar, es decir, la toma del poder y sus formas de go-
bierno. Volviendo a la referencia inicial, por múltiples derivaciones el “rey”
corresponde a una gura de autoridad asignada por Túpac Katari a uno de
sus mandos medios, y si bien este hecho está matizado por aspectos parti-
culares, no constituye un suceso aislado. Cabe señalar que esta prerrogativa
en cuanto a la designación de mandos fue una práctica común de guras
representativas de las sublevaciones como se ha visto en las referencias ha-
cia Túpac Amaru, Tomás Katari y el propio Túpac Katari. Ello demuestra la
relación, importancia y carácter que tenía la idea de la gura del rey para el
bando sublevado, en cuanto a su praxis política.
Al asumir atribuciones del poder regio, existe una comprensión de la
naturaleza del poder en su delegación, del mismo modo que la gobernanza
vicerregia fue establecida en territorios americanos por el imperio español.
Lo que quiero decir con esto es que la estructura de mando indígena repro-
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duce la cultura vicerregia, pero al mismo tiempo la tergiversa y performa.
50
Un ejemplo de ello es el informe de José Reseguin, comandante supremo al
mando de las tropas realistas en la liberación del cerco de La Paz, en el cual
consta, entre otras cosas, una confesión de Apaza Túpac Katari. En este in-
forme hay dos hechos que ilustran lo anteriormente señalado. El primero se
reere a la forma en la que Julián Apaza adquirió su título de líder rebelde
(Túpac Katari). Esto se produjo debido a la intercepción de unas cartas de
Tomás Katari (líder indígena en Chayanta), nombrándose a partir de ello
“virrey”
51
y adquiriendo el nombre de Túpac Katari. Una reinvención de
los nombres de los dos líderes sublevados: de Chayanta, Tomás Katari y del
Cuzco, Túpac Amaru. También de Túpac Katari se señala un conjunto de
características que lo convirtieron en el líder indígena con mayores capaci-
dades de mando y de ser capaz de entender la importancia de representar
aspectos mesiánicos mezclando ritualidades aymaras y cristianas.
52
El segundo elemento se reere a la estructura de su ejército. Al ser interro-
gado por la conformación del ejército rebelde, y en especial de su estructura
militar y de mando, Túpac Katari menciona el nombramiento de coroneles,
capitanes, scales, entre otros mandos, cuyas denominaciones, presumible-
mente, eran de conocimiento general por los líderes indígenas, pero poco
comprendidas en el sentido en el cual funcionaban en la administración y el
aparato militar español, ya que al preguntársele por la función que cumple
cada mando, Túpac Katari no puede explicarlo.
53
Sin embargo, denota la ne-
cesidad de utilizar y por ende legitimar la estructura del ejército rebelde, por
eso el título de “rey scal selador” de Julián Tanqui, constituye una forma de
reejar e imitar la jerarquía colonial entre los sublevados. La designación de
títulos tuvo especial relevancia para Túpac Katari.
54
Estas nociones de autoridad y prerrogativas bajo la interpretación de las
leyes coloniales y de la comprensión de la naturaleza del poder de las -
guras reales se pueden observar en las múltiples referencias en las fuentes
primarias. Por ejemplo, cuando Tomás Katari viaja desde Macha hasta Bue-
nos Aires para pedir la justicia del virrey por la usurpación de su título de
cacique, recibe de esta audiencia una supuesta respuesta armativa y remite
una serie de correspondencias en las cuales nombra a determinados delega-
dos, como un tal Marcos Mamani, “cobradores de los reales tributos de su
50. Cañeque, “Cultura vicerregia y Estado...”.
51. Juan Vicente Aparicio, “Informe sobre juicio llevado a cabo a Julian Apaza nom-
brado Tupak Katari”, 1781. Archivo General de la Nación (AGN), fondo VirreyySecretaría
deCámara-452 (AR-AGH-VSCO1-452), f. 1.ª.
52. Del Valle de Siles, Historiadelarebelión..., 29.
53. Aparicio, “Informe sobre juicio...”, f. 1V.
54. Del Valle de Siles, Historiadelarebelión..., 28.
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120
majestad”.
55
Entre la abundante correspondencia que remitió Túpac Amaru,
son numerosas las referencias de nombramientos de la misma índole. En ese
sentido, Szeminski menciona que no solo la imagen del rey sino incluso los
instrumentos legales como los edictos reales cumplieron la función de trans-
ferir el poder real hacia los líderes indígenas de las sublevaciones.
56
Todas estas referencias remiten a formas de interpretación de la gura
del rey y/o de la naturaleza del poder que emanaba de este. Como se ha
mencionado a lo largo de este artículo, la gura del rey se fusionó con otras
ideas que conformaban la atmósfera política de las comunidades indígenas
de los Andes del sur. Entre estas se encontraba el retorno del “rey inca”, y
todo lo que con ello conllevaba la reedición de una cultura política andina,
reinterpretada bajo las nociones de la cultura colonial. Cabe suponer que
parte de la miticación de la cual fueron objeto las guras de los líderes in-
dígenas, supuso una forma más de la interpretación de las guras de autori-
dad y de la delegación del poder. Más allá de las formas que hemos visto de
otorgar títulos a sus subalternos, o mandos medios como en el caso de Túpac
Katari y su ejército rebelde, la sola mención de los nombres formó parte de
una práctica política de la reicación de las guras de los líderes, común en
la era de las sublevaciones andinas de nales del siglo XVIII.
Para poder explicar lo anteriormente señalado expondré varios ejemplos
encontrados en las fuentes primarias. Uno de los más llamativos ocurrió en
el levantamiento de la provincia de Chayanta. Como se ha mencionado an-
teriormente, se encontraba bajo la inuencia de la gura de Tomás Katari.
A mediados de 1781 Sebastián Aysa, indio tributario de Sicona, ejecutó a
varios españoles nombrándose como “segundo Katari”. En el juicio que se le
siguió, según los testimonios, se menciona que “publicó las órdenes de Cata-
ri y sentenció a muerte a los gobernadores de Condocondo denominándose
para ello elsegundoCatari, de cuyo nombre era conocido en aquella estancia,
donde sus habitantes, lo han tenido por el más audaz y alborotador”.
57
Uno de los puntos más relevantes de esta referencia es el dinamismo que
adquiere la personicación de la autoridad de segundo Katari. Más adelante
en el juicio, el acusado maniesta que no fue él quien ordenó las ejecuciones
ni quien se atribuyó el nombre de segundo Katari, sino su primo, e incluso
más familiares. Las autoridades juzgan como ciertas estas armaciones con-
cluyendo:
55. Claudio Andrade, LarebelióndeTomásKatari (Sucre: IPTK / CIPRES, 1994), 69.
56. Szeminski, “Why kill the Spaniard?...”.
57. Lucas Félix Llanquipacha, “Causa criminal seguida contra Sebastián Aysa, indio
tributario, natural de la estancia de Sicona, Condocondo, Paria, por suponérsele principal
caudillo de los alzamientos y ser conocido con el nombre de ‘segundo Katari’ ”, 1781. BO
ABNB, ALP, SGI-129, f. 1A. Énfasis en el original.
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el proceso le ha sobrevenido solamente de tener el apellido de los Aisas por el
que lo quieren apropiar y atribuir los echos que ejecutaron sus parientes y no
porque en efecto haya concurrido con ellos, ni sido su caudillo [...] porque cons-
tando de su confesión que el que se nombraba segundo Catari y se sentaba en
silla en las calles de Condocondo mandando la subordinación a los indios era su
primo hermano Santos Aysa.
58
Lo que se puede constatar con esta referencia es que la sola invocación
del nombre de los líderes basta para conferir a determinados individuos au-
toridad, es decir, funciona en el mismo nivel que la invocación del nombre
del rey o de sus edictos; lo mismo de sus representaciones pictóricas en el
siglo XVI,
59
que para el siglo XVIII se privilegió la abstracción como la in-
vocación del nombre, lo que se podría interpretar como una adaptación de
esta noción del poder colonial respecto a la gura del rey en el contexto del
evento relatado o en el suceso de la moneda en el cerco a La Paz.
60
Otro suce-
so similar ocurrió en el pueblo de Challapata, donde Pedro de la Cruz Con-
dori, supuesto general de Túpac Amaru, ordenó la entrada de tres “indios
hermanos”, como se ha registrado en crónicas posteriores, quienes bajo “los
nombres, el uno Tupac-Amaru, y los dos restantes el de Damaso y Nicolás
Catari, habían entrado en algunos pueblos, asegurando eran los personages
que ngían; y que los naturales sin más examen, los seguían y obedecían
ciegamente”.
61
ConClusión
Muchas de las expresiones de la cultura política surgidas en la época de
las sublevaciones andinas de nales del siglo XVIII se produjeron por una
necesidad de la contingencia de los hechos. No obstante, una larga tradición,
primero de construcción simbólica y de práctica política encarnada en las
constantes demandas judiciales por parte de caciques y comunidades enteras
a lo largo del siglo XVIII, derivó en el perfeccionamiento de un conocimiento
de la cultura política colonial y de la naturaleza de las guras de autoridad. La
interpretación de dichos insumos, para las comunidades indígenas, signicó
transformar los preceptos simbólicos de autoridad. Solo así se puede enten-
der la derivación que tuvo una de las estrategias discursivas más frecuentes
en el contexto de las sublevaciones andinas, a saber, la invocación de la gura
58. Ibíd., f. 7A.
59. Osorio, “El Rey en Lima...”, 6-7.
60. Ibíd., 39.
61. Relaciónhistóricadelossucesos..., 65.
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del rey. De esta forma, además, se puede entender la advocación de las guras
de los líderes a una suerte de miticación, y de transferencia de autoridad con
la sola mención de sus nombres. Sin duda, esta dinámica constituye una es-
trategia narrativa tanto de la cultura política del gobierno barroco español en
América, así como de las expectativas generadas de una restauración de gu-
ras de poder típicamente andinas como el “rey inca”. La gura del rey seguirá
ligada a formas de reinterpretación popular al menos por varias décadas con
posterioridad a las grandes sublevaciones andinas de nales del siglo XVIII.
El “monarquismo popular” y la gura del rey entre los criollos constituyó un
elemento discursivo fundamental en el proceso independentista.
62
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