143
ahí que Sucre, a poco de emprender viaje Bolívar, le advertía alarmado sobre el
desgobierno en que se encontraba inmerso el Perú, con una dirigencia tripar-
tita donde “manda el presidente [Riva Agüero] como jefe del país, manda el
marqués de Torre Tagle como gobernador de la plaza... y mando yo [Sucre] las
tropas”.
23
El Perú sería un caso excepcional donde dos aristócratas vinculados a
la nobleza castellana titulada —Riva Agüero y Torre Tagle— se convirtieron en
los primeros presidentes de la república peruana.
24
Una situación que a Bolívar,
que se referirá a ellos como “godos”, le iba a resultar intolerable.
25
El Libertador había indicado con antelación que no iba a imponer su
presencia en territorio peruano, por lo tanto, su venida estuvo envuelta por
un riguroso protocolo. Por ejemplo, tuvieron que ir a buscarlo y escoltarlo,
a bordo del Chimborazo, desde Guayaquil al Callao, dos miembros del Con-
greso Constituyente: el guayaquileño Joaquín Olmedo y el abogado natural
de Huamachuco, Faustino Sánchez Carrión,
26
ambos formados en el Con-
victorio de San Carlos, el más prestigioso centro educativo ilustrado del vi-
rreinato peruano.
27
El primero había sido diputado por el Perú en las Cortes
de Cádiz, y presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil en 1820;
28
el
segundo era un ardoroso defensor del sistema republicano y había ganado
a la opinión pública, a través del periodismo, para conseguir que se deses-
timara el proyecto de monarquía constitucional que promovía San Martín.
Sería este último, Sánchez Carrión, el que impresionaría más profundamente
al Libertador en las conversaciones que mantuvieron durante la travesía al
Perú, convirtiéndose eventualmente en su asesor y ministro.
29
23. Sucre, Demipropiamano, 123, 126.
24. O’Phelan Godoy, “Sucre en el Perú...”, 389, 393.
25. Ibíd., 380. En una carta de Bolívar a Santander, fechada en Trujillo, el 16 de marzo
de 1824, el Libertador le explicaba al abogado colombiano que el Perú estaba dividido en
tres partidos: primero, patriotas anticolombianos; segundo, godos españoles; y tercero,
godos de Torre Tagle y Riva Agüero.
26. Nicolás Perazzo, SánchezCarriónyUnanue.MinistrosdelLibertador (Caracas: Edi-
ciones de la Presidencia de la República, 1982), 27.
27. Ricardo Cubas, “Educación, élites e independencia: el papel del convictorio de
San Carlos en la emancipación peruana”, en LaIndependenciadelPerú...,309-312.
28. Sobre Olmedo como representante de Guayaquil en las Cortes de Cádiz véase
Marie Laure Rieu-Millan, Los diputadosamericanosenlasCortesdeCádiz (Madrid: Consejo
Superior de Investigaciones Cientícas, 1990), 124-126. También Scarlett O’Phelan Godoy,
“Ciudadanía y etnicidad en las Cortes de Cádiz”, Elecciones, n.° 1 (2002): 180. Sobre Olmedo
como presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil se cuenta con el ensayo de Jaime E.
Rodríguez O., “La independencia del Reino de Quito”, RevistaPucará, n.º 22 (2010): 159-160.
29. Para su labor periodística, véase el libro de Raúl Porras Barrenechea, JoséFaustino
SánchezCarrión.ElTribunodelaRepúblicaPeruana (Lima: Fondo Editorial del Banco Central
del Perú, 2001). Sobre su papel como asesor y ministro de Bolívar, véase Scarlett O’Phelan
Godoy, “José Faustino Sánchez Carrión. Canciller del Perú (1824-1825)”, en Cancilleresdel
-PRO53-24 agosto color.indd 143 27/10/21 12:17