Procesos 54, julio-diciembre 202164
proceso electoral existente, el escenario no fueron las asambleas primarias
sino el campo de batalla. Cuando ese soldado entró en el escenario electoral,
lo hizo despojado de su uniforme y de su rol como soldado, lo hizo como
ciudadano y, como tal, se le ordenó presentarse sin armas a las elecciones;
salvo en las elecciones de 1818, período durante el cual, como consecuencia
del estado de guerra, fueron las tropas las que participaron en las elecciones.
Además de las diferencias entre la Nueva Granada y Venezuela en la de-
nición del ciudadano, algunos publicistas neogranadinos, entre los que se
encuentra Vicente Azuero, veían con desconanza al ejército permanente y su
participación en las asambleas constituyentes y en los procesos electorales. En
los meses de marzo y abril de 1827, durante el viaje de regreso de Bolívar de
Caracas a Bogotá para posesionarse como presidente de Colombia ante el Con-
greso nacional, los editoriales del periódico ElConductor, manifestaron algunas
modicaciones que debía realizar el cuerpo legislativo, entre las que se encon-
traba la reforma y reducción del ejército permanente.24 Esta medida debía ser la
primera decisión por adoptar, pues la historia había demostrado que las tropas
permanentes habían sido uno de “los funestísimos frutos del siglo feudal”.25
Los intentos por reducir la tropa y la interdicción de su participación en
las elecciones fue producto de las tensiones entre Bolívar y Santander. Nadie
en Colombia desconocía la obediencia casi ciega que el ejército prodigaba a
Bolívar. En su diario de viaje a Colombia, en 1823, Mollien notaba: “el ejército
es, en cuerpo y alma, del Gobierno actual, menos tal vez por entusiasmo por
las instituciones que éste representa que por adhesión a los hombres que las
establecieron; si Bolívar pidiera a sus soldados la corona, éstos le llevarían
en triunfo”.26 Santander temía que esta metáfora que había utilizado Mollien
para describir la tropa colombiana se volviera una realidad, por eso intentó
por todos los medios posibles disminuir el poder de Bolívar en las urnas y
en la guerra. En una carta, Santander le informaba a Bolívar que no había
suciente dinero para mantener las tropas en el interior, porque las rentas
públicas estaban agotadas, y añadía “que fuera de esto, eran innecesarias
dichas tropas por haber cesado los temores que inspiraba la tercera división;
que el general Obando había sido reconocido como jefe de ella y restablecido
el orden constitucional en Guayaquil”,27 por ende, estas debían desintegrar-
se. La respuesta negativa de Bolívar aumentó las tensiones y su regreso fue
24. Periódico dirigido por Vicente Azuero en el que participaba Florentino González.
25. “El Conductor”, ElConductor, n.° 20, 10 de abril de 1827. El artículo se llama como
el periódico, por lo que se puede asumir que corresponde al editorial.
26. Gaspard-Théodore Mollien, ViajeporlarepúblicadeColombiaen1823(Bogotá: Ban-
co de la República, 1944), 209.
27. José Manuel Restrepo, HistoriadelarevolucióndelarepúblicadeColombiaenlaAmé-
ricameridional, t. 4 (Besanzón: Imprenta de José Joaquín, 1858), 58.