
Procesos 49, enero-junio 2019 45
forma un componente escultórico más de la obra. Así, por primera vez, un
monumento estatal dedicado a un suceso histórico bélico peruano, producto
del esfuerzo grupal, fue erigido con éxito en Lima, el único hasta la fecha.
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Problemas de corte legal del Estado con la casa parisina Dreyffus Freres et
Cie hicieron tambalear la presencia en el monumento de la escultura de José
Gálvez, y provocaron un retraso en la inauguración de la obra en Lima, por-
que en 1872 la rma Dreyffus, agencia nanciera del Perú en Francia, se negó
a pagar la escultura y los gastos de los ingenieros que irían a Lima a erigir el
monumento.
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Desde 1869 esta casa tenía, a raíz de un sospechoso contrato con
el gobierno peruano, el cuasi monopolio de las nanzas peruanas como acree-
dor, agente nanciero y contratista del guano; lo que le permitió cobrar canti-
dades ingentes de dinero por comisiones, perjudicando la economía nacional.
Cuando Manuel Pardo ganó las elecciones presidenciales en 1872, se enfrentó
a la casa Dreyffus por asuntos contractuales y cobros indebidos.
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Debido a este diferendo judicial, a modo de represalia, los franceses se
negaron a nanciar la escultura del héroe peruano y el viaje de los ingenieros
a Lima. El diario El Americano, publicado en París, se comprometió a cubrir
los costos del traslado de los especialistas al Perú, porque consideraban que
el monumento no solo representaba un suceso histórico peruano, sino que
era “un asunto eminentemente americano”;
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ya que, además de simbolizar
el combate, también encarnaba la unión y victoria americanas frente a las
pretensiones hispanas de retomar sus antiguos dominios. Asimismo, desde
un inicio el Estado peruano resaltó, en las exigencias de las bases del concur-
so, la obligatoriedad de la representación escultórica de las naciones ameri-
canas y de todos los caídos que habían sido partícipes, de una u otra forma,
de la victoria naval de 1866.
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Además, en las bases quedó especicado que
18. En general los monumentos públicos limeños dedicados la Independencia y le-
vantados en el XIX y primera mitad del XX, rindieron homenaje a Simón Bolívar, José de
San Martín (dos esculturas) y Antonio José de Sucre. En el caso de la guerra con Chile en
Lima se conmemoró escultóricamente a Francisco Bolognesi y Miguel Grau.
19. “Algo que sería…”, 383.
20. Alfonso Quiroz, Historia de la corrupción en el Perú (Lima: IEP, 2013), 206-226.
21. “Algo que sería…”, 383.
22. Para la investigadora Martínez Riaza, el combate de 1866 signicó la defensa del
prestigio y la reacción patriótica de todos los sudamericanos frente a la invasión española,
donde los primeros fueron asociados a la gura de David y España a la de Goliat. Además,
para el Perú la victoria en el enfrentamiento fue utilizada por el Estado como “palanca”
rearmadora de la Independencia y para impulsar los planes gubernamentales del man-
datario Mariano Ignacio Prado, quien buscaba ponerle punto nal a la crisis interna pro-
vocada por la caída del Estado guanero que sustentó el régimen del expresidente Ramón
Castilla. Por ello no llama la atención que, por ejemplo, el monumento fuera propuesto
por Prado al día siguiente de la victoria en El Callao. Ascensión Martínez Riaza, “El Dos
de mayo de 1866. Lecturas peruanas en torno a un referente nacionalista (1860-1890)”. En