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en el cual, la mujer cobró un papel valioso al resignificar el discurso jurídico
y utilizarlo para mejorar su condición social. De ahí que, aunque en la inves-
tigación se considera que la mujer no luchó contra el sistema patriarcal en
dicho contexto, a la luz del presente ¿se puede pensar en una agencia contra
dicho sistema por la instrumentalización del marco jurídico que efectuó?
Además, su investigación abre la posibilidad para estudiar otros juicios
sobre transgresiones sexuales en la Colonia, en períodos de larga duración
y en espacios más amplios que, desde la perspectiva de género, permitan
enriquecer el análisis. La autora menciona que los castigos para la plebe y
para las élites eran distintos (mientras la plebe recibió castigos corporales, a
la élite se le aplicó penas pecuniarias). Finalmente, sería interesante conocer
a profundidad, en un análisis comparativo, de qué forma la élite resolvió
este tipo de conflictos.
Elizabeth Gavilanes
Universidad Andina Simón Bolívar (UASB)
Quito, Ecuador
ORCID: 0000-0002-9552-0783
GABRIELA OSSENBACH. FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS
NACIONALES EN HISPANOAMÉRICA. EL CASO ECUATORIANO, 1895-1912.
BIBLIOTECA DE HISTORIA, VOL. 37. QUITO: UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN
BOLÍVAR, SEDE ECUADOR / CORPORACIÓN EDITORA NACIONAL, 2018, 276 PP.
Este libro recoge los resultados de la tesis doctoral de Gabriela Ossenbach,
defendida en 1989, y se erige sobre la base de una extensa reflexión teórico-
metodológica (capítulos 1 y 2) que sirve de sustento al análisis de su objeto de
investigación. Se refiere, en general, tal como anuncia el título, a la formación
de los sistemas educativos nacionales en Hispanoamérica (capítulo 3) y, en
particular, al estudio, en ese marco, del caso ecuatoriano (capítulo 4).
A partir de la constatación de la presencia de una historiografía sobre
la historia de la educación hispanoamericana de rasgos para entonces to-
davía fuertemente empiristas, anecdóticos y hagiográficos, la autora inicia
su reflexión proponiendo un abordaje del fenómeno educativo hispanoame-
ricano para el último cuarto del siglo XIX, por la vía del análisis histórico
comparado y macroscópico. Su interés está direccionado a superar el genera-
lizado estudio yuxtapuesto de casos, que nada había arrojado a la detección
y comprensión de semejanzas y paralelismos entre los países de la región,
ni al reconocimiento de especificidades nacionales en torno a ese fenómeno.
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Sobre esa base, Ossenbach emprende en una tarea de construcción de
un esquema de análisis, señalando que la metodología comparativa exige el
uso de categorías básicas, como instrumentos indispensables de su asegu-
ramiento y viabilización. Con ese propósito convoca a la entonces en boga
teoría general de sistemas, y al concepto de isomorfismo que le corresponde;
y al de estilo o modelo de desarrollo, más vinculado a las reflexiones de la
Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Si esta teoría se propuso como objetivo, como ella misma reconoce, “re-
ducir un campo de estudio a la categoría de sistema”, opta en consonancia
con un enfoque de análisis sistémico, en cuyo marco se interesa por esta-
blecer la interconexión entre educación y política, en un momento histórico
compartido en Hispanoamérica de consolidación de los Estados y de desa-
rrollo de los sistemas educativos nacionales.
Ahora bien, su reflexión teórica le conduce también a utilizar, como refe-
rentes analíticos, paradigmas conceptuales propuestos por la historiografía
de la educación europea, empeñada en comprender ya desde antes la evolu-
ción de los sistemas educativos europeos con la consolidación de los Estados
nacionales. Bajo la consideración inicial de la apropiación hispanoamericana
del modelo de organización de la instrucción pública de los países del viejo
continente, aunque en un momento distinto y en un contexto económico di-
símil al europeo, Ossenbach pone de manifiesto la pertinencia de su uso, que
sustenta además en la constatación histórica de una educación, propuesta
fundamentalmente al servicio de objetivos estatales tanto en Europa como
en Hispanoamérica en oposición a la escasa relación, igualmente en ambos
espacios, entre objetivos económicos y educación.
Atendiendo a la tesis sostenida de desarrollo histórico sincrónico euro-
peo, frente a la evolución diacrónica de la historia hispanoamericana del si-
glo XIX, recurre al enfoque comparativo sistémico dotado de un esquema de
análisis o tertium comparationis desarrollado por ella, precisamente a partir
de la discusión que entabla con respecto a los fenómenos históricos y mo-
delos interpretativos europeos, en el empeño, en última instancia, de “com-
probar la validez para Hispanoamérica de aquellas hipótesis que consideran
que el mundo occidental dentro del dominio educativo en el siglo XIX fue un
espacio profundamente común...” (p. 29).
El esquema de análisis teórico construido incluye una serie de aspectos
que se refieren, por un lado, a la configuración del Estado y a la moderniza-
ción social; y, por otro, a elementos de la organización de los sistemas edu-
cativos en Europa, que son propuestos como variables en correspondencia.
Los aspectos involucrados en el esquema de análisis, planteados en términos
de premisas, le aseguran un marco referencial que es puesto a verificación y
contrastación a través del estudio concreto del caso ecuatoriano.
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En el tercer capítulo del libro, recurriendo a importantes fuentes secun-
darias, se presta atención al análisis de fenómenos políticos, sociales y eco-
nómicos comunes a toda Hispanoamérica en el siglo XIX, deteniéndose en
la reflexión en torno al sistema educativo de la región que, incorporado al
ámbito de lo político, habría sido factor fundamental de modernización. El
interés está encaminado a ofrecer visiones de conjunto de los contextos his-
panoamericanos, con el propósito de verificar el modelo europeo elaborado,
y de formular un esquema que también viabilice la comparación con el caso
ecuatoriano, inscrito en esos contextos.
A partir de un acercamiento crítico a la teoría de la dependencia, que
pone en tela de duda un relato histórico que en su momento sobreestimó
el papel de la presión exterior sobre Hispanoamérica, estudia los siguientes
problemas vinculados a la formación de los Estados nacionales: el de la na-
ción, los referidos a las definiciones de oligarquía y clase media y el vincu-
lado a las relaciones entre Iglesia y Estado, factores que habrían influido de
manera significativa en el desarrollo de la educación pública regional en los
años de estudio.
Ateniéndose a la importante reflexión historiográfica existente en rela-
ción a la historia de las ideas en Hispanoamérica, en esta parte también hay
una preocupación por mostrar el enorme impacto de la filosofía positivista
en los campos educativo y político. En este sentido, es precisa al mostrar
cómo el ideario positivista -aunque también otras corrientes de pensamien-
to- incidió poderosamente en las acciones educativas concretas de la época.
El estudio del caso ecuatoriano se compone, por un lado, de una impor-
tante presencia de trabajos renovados sobre historia política ecuatoriana que
dan cuenta de los orígenes de la formación del Estado nacional ecuatoriano;
y, por otro, sobre el análisis de un sustancial corpus de fuentes documentales
referidas a cuestiones ideológicas y legales.
En este caso, la preocupación fundamental está encaminada a mostrar
cómo el Estado liberal ecuatoriano, a pesar del persistente problema regio-
nal, de la presencia de una población indígena poco integrada y de una edu-
cación de larga data vinculada al catolicismo, fue capaz de consolidar un
nuevo sistema educativo nacional, apartado de los presupuestos educativos
de la época garciana. El importante proceso de secularización de la enseñan-
za emprendido (considerado uno de los logros más importantes del proyecto
educativo liberal) habría sido factor fundamental para dicha consolidación.
En ese marco, Gabriela Ossenbach se empeña en mostrar cómo el Esta-
do ecuatoriano promovió una subversión identitaria colectiva, en la medida
que impulsó la apropiación de un nuevo imaginario que, en oposición al re-
ligioso, debía basarse en la idea del laicismo y en el “concepto de patria que
resumía el ideario liberal”, subsumido a aquella. Haciendo uso de recursos
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simbólicos e ideológicos, y a través del aparato escolar, el Estado, poco ca-
paz de penetración política y administrativa, característica de los otros de la
región, gestionó la constitución de una identidad e integración nacional de
rasgos para entonces todavía muy débiles en el país. La investigadora aclara
la profunda imbricación entre “sistema educativo nacional” y “proceso de
consolidación estatal” que también fue una característica fundamental de
los desarrollos educativos europeos y de otros países de la región, en sus
momentos específicos.
Este trabajo, sin duda alguna, a pesar del tiempo transcurrido desde su
elaboración tiene el gran mérito de la vigencia de sus resultados. Tres cues-
tiones deben ser resaltadas. En primer lugar, un afán por dotar al estudio de
un sólido sustento teórico, que precisamente conduce a visibilizar la impor-
tancia de una historia de la educación hispanoamericana que tome en cuenta
el estudio de casos en comparación. Bajo ese prisma, que plantea evitar exce-
sivas y erradas generalizaciones, las conclusiones a las que llega enriquecen,
indudablemente, no solo la historia de la educación de Hispanoamérica, sino
la historia de la educación del Ecuador.
En segundo lugar, el relevante empleo que se hace del método compa-
rado, “equipado” de sugerentes categorías analíticas, le permite mostrar la
presencia de fenómenos educativos que no correspondieron solo a marcos
locales específicos, sino a espacios más vastos. En ese orden, se trata de una
mirada que rastrea a través del movimiento de ideas educativas europeas
que impactaron fuertemente en Hispanoamérica, cuestión que le lleva tam-
bién a la comprobación de la hipótesis de un mundo occidental en el siglo
XIX de rasgos educativos comunes.
En tercer lugar, el acercamiento que hace a las críticas que ya se habían
hecho a algunos de los presupuestos teóricos a los que recurre, por ejemplo a
los de la teoría general de los sistemas, cuyo uso, sin embargo, en tanto pro-
puesta sistémica, le sirve para encaminar el análisis que relaciona educación
con política, esfera esta última de la realidad que en los años de su estudio
tuvo un peso histórico específico. Cabe resaltar que este trabajo se enfila en
la reflexión historiográfica que, rompiendo con la que examinó la institución
educativa como un hecho aislado y como señala Miguel Somoza “revestida
de neutralidad”, se encaminó a una comprensión de los fenómenos educati-
vos en su interconexión con otros aspectos de la realidad, ejercicio que per-
mite mostrar la utilidad de la investigación histórica para el entendimiento
de cuestiones concernientes a otros campos del saber histórico (por ejemplo
lo social o lo político).
Este trabajo, desde su aparecimiento en calidad de tesis doctoral, marcó
un momento de quiebre en el desarrollo de la historiografía de la educación
del Ecuador que suscribía entonces, en términos amplios, a una tendencia
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historiográfica general de viejo cuño, vinculada a la polarización política
conservadora-liberal ecuatoriana.
A pesar de que, desde su elaboración, las historias política y educativa
del país informan resultados renovados, los aportes de este texto en torno al
papel que cumplió el Estado liberal en relación a la formación de la nación
y el que en ese sentido se asignó a la educación, indudablemente merecen
ser destacados. Y es que, si bien desde la historia política se ha avanzado
significativamente en reflexiones preocupadas por problemas vinculados a
los procesos de integración nacional, los nuevos resultados salidos de esos
estudios no desdicen, en general, las conclusiones a las que la autora llegó
en su momento. En este sentido, merece subrayarse el engrane que establece
entre educación y política, porque a través de esa mirada sistémica no solo se
develan aspectos relacionados con procesos estrictamente educativos, sino
también con el desarrollo de la institucionalización política estatal y con la
integración nacional. En ese ámbito es relevante su acercamiento crítico al
laicismo, que rompió ataduras con visiones tradicionales que mitificaron
ese fenómeno, con fines políticos, abriendo con ello un nuevo campo de re-
flexión que se ha enriquecido recientemente. En este caso se muestra, de ma-
nera importante, cómo a la luz del laicismo el Estado se propuso emprender
una “conversión de la visión del mundo” con fines nacionales integradores.
Sonia Fernández Rueda
Investigadora independiente
Quito, Ecuador
ORCID: 0000-0001-7326-2122
PEDRO RÚJULA Y MANUEL CHUST. EL TRIENIO LIBERAL. REVOLUCIÓN
E INDEPENDENCIA (1820-1823). MADRID: LOS LIBROS DE LA CATARATA,
2019, 190 PP.
España e Hispanoamérica conmemoran un bicentenario poco conocido.
Se trató de un episodio de nuestra historia atlántica, que inició con el pro-
nunciamiento militar del teniente coronel Rafael del Riego el 1 de enero de
1820 en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan, en España, y que
tuvo como consecuencia el restablecimiento del orden liberal amparado en
la Constitución doceañista. Aunque nos pueda sorprender, sus pormenores
y repercusiones se mantienen en el recuerdo de unos pocos interesados en
la historia de la primera mitad de aquel tumultuoso siglo XIX. Sin embargo,
fue un momento excepcional y revolucionario que cambió, en muchos senti-