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PROCESOS 51, enero-junio 2020
LUCÍA MOSCOSO CORDERO. RELACIONES ILÍCITAS EN LA PLEBE QUITEÑA
(1780-1800). SERIE MAGÍSTER, N.º 236. QUITO: UNIVERSIDAD ANDINA
SIMÓN BOLÍVAR, SEDE ECUADOR, 2018, 74 PP.
DOI: http://dx.doi.org/10.29078/rp.v0i51.852
La normativa expedida en el marco de las reformas borbónicas y las
prácticas judiciales en torno a relaciones ilícitas son el foco de interés de esta
investigación. El máximo control y la normativa borbónica fueron parte del
proyecto ilustrado que intentó permear la sociedad colonial. Las autorida-
des que velaron por el buen comportamiento, así como los afectados por el
proceder de sus parejas, llevaron los conflictos personales a la esfera pública
a través de procesos judiciales. Lucía Moscoso nos presenta a una mujer acu-
sada, inmersa en esta cuneta de controversias que negoció con la autoridad
jurídica y reutilizó el discurso convencional que la Iglesia, el régimen y la
sociedad construyeron en torno a ella. Esta investigación significa para la
historiografía una forma refrescante de analizar el accionar de los subalter-
nos, quienes están lejos de encarnar individuos pasivos sin agencia alguna.
Es importante mencionar que, a raíz del giro historiográfico, los conteni-
dos, las perspectivas y los objetos de estudio se diversificaron. La investiga-
ción, objeto de la presente reseña, se inscribe en esta renovación. La autora
analiza el comportamiento de hombres y mujeres de los sectores subalternos
desde la perspectiva de género propuesta por Joan Scott. Ubica su lupa en la
agencia femenina en el marco de procesos judiciales que abordan tres tipos
de transgresiones; el amancebamiento, el concubinato y el adulterio que, se-
gún la autora, quebrantaron el esquema familiar tradicional. Estas prácticas
son perfiladas en el texto como irruptoras porque pervivieron a pesar del ojo
borbónico: vigilante y controlador.
La obra de Lucía Moscoso, como resultado de su trabajo de graduación
de la maestría en Historia de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede
Ecuador, muestra una sociedad marcada por una legislación altamente coer-
citiva, en la que los sujetos se valieron del cuerpo jurídico vigente para desa-
rrollar acalorados juicios en los que la negociación y la resistencia fueron los
ejes clave. Para retratar a la sociedad quiteña de la Colonia tardía, la autora
analiza, de forma prioritaria, los trabajos de Rosemarie Terán, Christiana
Borchart y Martin Minchom. Las fuentes primarias de las que se valió para
desarrollar este trabajo provienen de los Fondos Presidencia de Quito y Corte
Suprema, de las series: cedularios, criminales, gobierno, indígenas, matrimo-
niales y oficios del Archivo Nacional del Ecuador. Asimismo, en esta pes-
quisa archivística recurrió al Archivo Arzobispal de Quito y al Archivo del
Ministerio de Cultura y Patrimonio.
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El contenido de esta obra está dividido en tres capítulos. Una sociedad
estancada por la crisis textil, desastres naturales, enfermedades, una política
centralizadora borbónica y una constante movilidad humana son elementos
que componen el primer capítulo titulado “Políticas borbónicas y moral pú-
blica”. Además, presenta un análisis estadístico de los juicios por amanceba-
miento, concubinato y adulterio procesados en la Audiencia de Quito. Entre
sus principales hallazgos, la autora muestra que en Quito se llevaron a cabo
el 50 % de los juicios del total registrado en toda la Audiencia.
Una de las interrogantes que resuelve esta investigación es si la prolifera-
ción de enjuiciamientos, a partir de 1781, reflejó el aumento de la vigilancia
o un interés irruptor del orden social por parte de la plebe. El número de
juicios por transgresiones sexuales le permite inferir a la autora que no se
detuvieron a pesar de la vigencia de una fuerte reglamentación colonial y
del conocimiento de las puniciones. Es decir, la plebe -compuesta por “va-
gabundos, gente ociosa, mulatos, mestizos, pobres y comerciantes ambulan-
tes” (p. 18)- no reflejó obediencia, circunstancia que les llevó a ser perfilados
como revoltosos y vagos; en síntesis, peligrosos para el orden colonial.
Otro aspecto que analiza la autora es si fue suficiente, para esta sociedad,
la normativa orientada a poner coto a las uniones -por amancebamiento,
concubinato y adulterio- entre individuos de disímil nivel social y condición
étnica; Moscoso concluye que no lo fue. Ante la falta de aplicación rigurosa
de la ley, se visibilizó que el mestizaje se expandió hacia todas las capas so-
ciales, difuminando, de esta forma, los linderos étnicos. Esta práctica de con-
trol y disciplinamiento, promovida desde la normativa borbónica, enmarca-
da en un proceso secularizante, jugó en doble vía: por un lado, se apropió
del mecanismo de control de la Iglesia; y, por otro, la debilitó para fortalecer
a la autoridad civil.
El segundo capítulo titulado “Actores del control social y vigilancia de la
sexualidad” centra su atención en las funciones del alcalde de barrio, prin-
cipal actor regulador del comportamiento social colonial. El alcalde de ba-
rrio es visto, en esta investigación, como una pieza clave del dispositivo de
control que, investido de autoridad para vigilar y apresar al individuo -que
demostró un comportamiento transgresor-, fue el más asiduo defensor de la
moral de la sociedad quiteña. La autora explica cómo este agente, desde las
siete de la noche, activó un sistema de vigilancia y coerción embebido del
marco jurídico borbónico. Al identificar sus funciones en el período de 1767
a 1806 y tras revisar minuciosamente los juicios, Moscoso advierte la correla-
ción entre las funciones delegadas por los presidentes de la Real Audiencia y
las prácticas vigilantes del buen comportamiento.
Mediante la sistematización de la información de los seis juicios, objeto
de su análisis, se presenta el lugar social de los principales sujetos involucra-
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dos, las razones que los llevaron a entablar juicios, así como la sentencia a la
que se llegó. Estos elementos componen el tercer y último capítulo, titulado
“Casos de transgresión sexual en la plebe quiteña”. La revisión de estos da-
tos le proporciona a la autora la información para exponer en qué se basan
las relaciones ilícitas, los mecanismos de vigilancia y control de las autorida-
des, el argumento de los contraventores; así como el papel de los testigos
como guardianes del orden, quienes, señala, en su mayoría son hombres.
Entre los principales aportes de este trabajo de investigación destaca el
énfasis en la agencia femenina. Mocoso indica que la mujer de fines del siglo
XVIII supo apropiarse de la normativa para “negociar su libertad, utilizando
los mismos discursos que se construyeron desde la Iglesia y el Estado, al
calificarlas como débiles” (p. 60). Las sentencias de estos juicios demuestran
que, por un lado, la sociedad colonial miró el cuerpo de la mujer como una
posesión del hombre y naturalizó la violencia; y, por otro lado, la mujer de-
nunció ante el sistema jurídico la agresión que recibían de sus esposos, así
como el incumplimiento de obligaciones conyugales. Asimismo, se presenta
a una mujer que reutilizó los calificativos frágil y débil para justificarse y libe-
rarse de una sentencia perjudicial para su integridad.
Uno de los casos más ilustrativos de esta agencia se presenta en la acción
que llevó a cabo Thomasa Tufiño, quien después de haber sido acusada de
adulterio por su esposo y encarcelada, lo denunció desde la prisión argu-
mentando lenocidio, así como de “mantener relaciones ilícitas con solteras y
casadas, de no proporcionarle los alimentos diarios ni vestuario e incluso de
maltrato” (p. 58). Esta acusación derivó en el apresamiento del mencionado
sujeto.
En el texto destaca la ágil y precisa escritura de Moscoso. Además, los
objetivos que se propone son desarrollados de forma exitosa a lo largo de la
investigación. Se evidencia que la sistematización de los seis casos le permi-
tió observar un panorama amplio de la dinámica de cada juicio. De igual for-
ma, la lectura y análisis de los documentos legales, enfocados en regular el
comportamiento social, le proveyeron información útil para identificar cómo
los juicios evidenciaron prácticas que la sociedad colonial, en su progresivo
afán higienista y normalizador, quiso evadir. Además, muestra a una mujer
que resignificó el discurso peyorativo para sortear la opresión e incluso ob-
tener mayor ventaja en su cotidiano vivir, accionar que le permitió capear el
afán controlador de la Iglesia, del hombre y del régimen colonial.
En síntesis, para la historiografía esta obra resulta un aporte relevante por
indagar en las relaciones consideradas ilícitas para fines del siglo XVIII. El
trabajo de Moscoso permite comprender cómo los subalternos se apropiaron
del marco jurídico borbónico -vigilante y disciplinario- para adaptarlo a sus
prácticas cotidianas, en un contexto de agitación política, económica y social,
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en el cual, la mujer cobró un papel valioso al resignificar el discurso jurídico
y utilizarlo para mejorar su condición social. De ahí que, aunque en la inves-
tigación se considera que la mujer no luchó contra el sistema patriarcal en
dicho contexto, a la luz del presente ¿se puede pensar en una agencia contra
dicho sistema por la instrumentalización del marco jurídico que efectuó?
Además, su investigación abre la posibilidad para estudiar otros juicios
sobre transgresiones sexuales en la Colonia, en períodos de larga duración
y en espacios más amplios que, desde la perspectiva de género, permitan
enriquecer el análisis. La autora menciona que los castigos para la plebe y
para las élites eran distintos (mientras la plebe recibió castigos corporales, a
la élite se le aplicó penas pecuniarias). Finalmente, sería interesante conocer
a profundidad, en un análisis comparativo, de qué forma la élite resolvió
este tipo de conflictos.
Elizabeth Gavilanes
Universidad Andina Simón Bolívar (UASB)
Quito, Ecuador
ORCID: 0000-0002-9552-0783
GABRIELA OSSENBACH. FORMACIÓN DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS
NACIONALES EN HISPANOAMÉRICA. EL CASO ECUATORIANO, 1895-1912.
BIBLIOTECA DE HISTORIA, VOL. 37. QUITO: UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN
BOLÍVAR, SEDE ECUADOR / CORPORACIÓN EDITORA NACIONAL, 2018, 276 PP.
DOI: http://dx.doi.org/10.29078/rp.v0i51.853
Este libro recoge los resultados de la tesis doctoral de Gabriela Ossenbach,
defendida en 1989, y se erige sobre la base de una extensa reflexión teórico-
metodológica (capítulos 1 y 2) que sirve de sustento al análisis de su objeto de
investigación. Se refiere, en general, tal como anuncia el título, a la formación
de los sistemas educativos nacionales en Hispanoamérica (capítulo 3) y, en
particular, al estudio, en ese marco, del caso ecuatoriano (capítulo 4).
A partir de la constatación de la presencia de una historiografía sobre
la historia de la educación hispanoamericana de rasgos para entonces to-
davía fuertemente empiristas, anecdóticos y hagiográficos, la autora inicia
su reflexión proponiendo un abordaje del fenómeno educativo hispanoame-
ricano para el último cuarto del siglo XIX, por la vía del análisis histórico
comparado y macroscópico. Su interés está direccionado a superar el genera-
lizado estudio yuxtapuesto de casos, que nada había arrojado a la detección
y comprensión de semejanzas y paralelismos entre los países de la región,
ni al reconocimiento de especificidades nacionales en torno a ese fenómeno.