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PROCESOS 51, enero-junio 2020
JORGE MARTÍNEZ BUCHELI. PRIMERA MISIÓN MILITAR CHILENA
EN ECUADOR (1899-1905). QUITO: UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN
BOLÍVAR, SEDE ECUADOR / CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS
DEL EJÉRCITO, 2019, 128 PP.
DOI: http://dx.doi.org/10.29078/rp.v0i51.850
La presencia de misiones militares extranjeras en el ejército ecuatoriano
de inicios del siglo XX atendía a una necesidad similar a la que varios países
de América Latina requerían: la modernización de sus ejércitos. De esto trata
el libro escrito por Jorge Martínez Bucheli sobre la primera Misión Militar
Chilena, cuyo manuscrito original fue su tesis en el programa de Maestría en
Historia de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador.
El contenido de la obra contempla dos capítulos: el primero da un en-
foque general del ejército ecuatoriano de fines del siglo XIX, cuando el país
vivía un eterno enfrentamiento entre las dos alas políticas de ese entonces:
conservadores y liberales, siendo las fuerzas liberales insurgentes las que se
empeñaron en hacer una oposición beligerante a los gobiernos de turno, te-
niendo a la cabeza al guerrillero de mayor talante en la historia del Ecuador,
don Eloy Alfaro Delgado, quien se dedicó por más de 30 años de su vida a la
guerra irregular, hasta cuando se dio la Revolución Liberal, el 5 de junio de
1895; por ende, su ascenso al solio presidencial en condición de jefe supremo,
tiempo en el cual se fusionaron el ejército regular y las montoneras alfaristas.
El autor amplía la información en este primer capítulo, con ligeros re-
latos sobre los cuadros militares que conformaban el ejército, basado en la
Ley de Pie de Fuerza Permanente en Servicio Activo, tanto en las filas de los
repartos regulares como en los cuerpos de la Guardia Nacional y sus misio-
nes complementarias: la seguridad interna y su empleo como reserva de los
soldados de línea, tomando en cuenta que la oficialidad tenía cierto nivel
aristocrático, a diferencia de la tropa que venía de orígenes rurales pobres y
con altos niveles de analfabetismo.
El segundo capítulo contiene la esencia de este libro, pues se refiere de
manera específica a la primera Misión Militar Chilena, de la que se han pu-
blicado tres obras previas, a las que Martínez hace referencia. A este acumu-
lado de estudios, Martínez agrega las fuentes primarias que obtuvo en su
visita a los archivos histórico-militares ecuatorianos, lo que da a su obra un
agregado de especial valor.
¿Por qué fue elegido Chile para el contrato de una misión militar que
modernice el ejército ecuatoriano? Esta pregunta resulta fácil de responder
y tiene relación con dos razones fundamentales: la primera es que Chile go-
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zaba de fama militar internacional por su victoria en la Guerra del Pacífico
(1879-1883), lo cual llevó a las autoridades chilenas a celebrar un contrato
con la Misión Militar Alemana en 1886; la segunda razón tiene que ver con el
hecho de que entre Ecuador y Chile había una muy buena relación, especial-
mente en el campo diplomático. En tal virtud, el presidente Alfaro, a finales
de su primer gobierno, no dudó en hacer efectiva la contratación a través de
las gestiones de José Peralta, su ministro de Relaciones Exteriores.
A finales de 1899 arribaron a tierras ecuatorianas los cuatro oficiales del
ejército chileno que conformaron esta primera misión militar: el mayor Luis
Cabrera, el capitán Enrique Chandler y los tenientes Luis Bravo y Julio Fran-
zani. Sobre el capitán Chandler se sabe que fue reemplazado por el capitán
Ernesto Medina, dado que fue víctima de fiebre palúdica apenas inició sus
actividades castrenses en tierras ecuatorianas.
El autor pone mayor énfasis en las obras y funciones que cumplieron
estos jóvenes oficiales, quienes en un inicio elaboraron el proyecto de Ley
Orgánica para el Ejército, presentado en 1902 y publicado en ese mismo año
gracias a los buenos oficios del ministro de Guerra, general Flavio Alfaro,
sobrino de don Eloy. Pero lo más importante: ellos fueron cofundadores -y a
la vez instructores- de los dos institutos de formación castrense creados en
el país: el Colegio Militar y la Escuela de Clases.
De todas maneras, puede considerarse que el mayor aporte de esta mi-
sión militar fue la Ley Orgánica, aplicada a partir de 1905, lo que condujo
al ejército ecuatoriano a una mejor organización y entrenamiento, pues sus
once capítulos consideraron estructuras subalternas, jerarquías, ubicaciones
geográficas de los repartos, pie de fuerza, incluso los derechos de trabajo y
pensiones del Cuerpo de Inválidos. De igual manera, los oficiales chilenos
fueron reconocidos por su valiosa labor en la instrucción militar impartida
a los oficiales subalternos del Curso de Aplicación, a los cadetes del Colegio
Militar y a los cabos y sargentos de la Escuela de Clases.
Además, Martínez relata las ingratas vivencias de los oficiales chilenos
al tener que afrontar la mentalidad militar ecuatoriana, de emprendimiento
y esfuerzo limitados. El caso del capitán Medina y su impasse con el coronel
ecuatoriano Carlos Andrade, que terminó en un duelo de esgrima, y con
padrinos, revela cierta sobreprotección de los oficiales sobre sus familiares
cadetes. Por otro lado, la intervención camuflada del mayor Cabrera en el
campo político fueron ciertas sombras que no incidieron en el éxito final de
esta primera Misión Militar Chilena.
La obra de Martínez permite concluir que la presencia de los militares
chilenos fue valiosa y oportuna, de acuerdo a lo señalado en sus conclu-
siones, donde dice que aquellos jóvenes oficiales sembraron en el ejército
ecuatoriano una nueva cultura militar basada en la disciplina y en el empleo
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de doctrinas que poco o nada se conocían antes de su llegada. En esa me-
dida, esta obra es un aporte a la historia militar ecuatoriana, tema que aún
requiere mayor profundización para dimensionar el efecto que ha tenido la
participación de este sector en la conformación del Estado y su relación con
la sociedad.
Kléver Bravo
Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE)
Quito, Ecuador
ORCID: 0000-0003-4141-3410
WILSON MIÑO GRIJALVA. FERROCARRIL Y MODERNIZACIÓN EN QUITO:
UN CAMBIO DRAMÁTICO ENTRE 1905 Y 1922. SERIE MAGÍSTER, N.º 240.
QUITO: UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN BOLÍVAR, SEDE ECUADOR, 2018, 79 PP.
DOI: http://dx.doi.org/10.29078/rp.v0i51.851
A pesar del título, este libro nos habla más del proceso de moderniza-
ción en Quito que del ferrocarril, y este conflicto, a mi parecer, grafica bien
la preocupación principal de Wilson Miño Grijalva. A él le inquieta una idea
que se ha filtrado sin demasiados problemas en la historiografía ecuatoriana
y que ha entendido el arribo del ferrocarril a la ciudad como fecha “gozne”
en la historia urbana de Quito.1 En ese entendido, se procedía a desplazar del
escenario a “los grandes actores y procesos sociales de la historia nacional,
regional y local” (p. 12). Entonces, el arribo del ferrocarril a la ciudad no es
una fecha gozne que desencadena el cambio modernizador, sino que existe
un proceso antecedente que es reforzado y potenciado por la construcción
de la vía férrea (p. 31). De tal modo, el objetivo del libro es analizar cómo el
ferrocarril desató (incluso antes de su llegada) intensos procesos urbanos
locales.
La exposición abarca tres capítulos. El primero está dedicado a los con-
textos internacional, nacional y local. Miño Grijalva llama la atención sobre
la “era de transformación urbana” (p. 20) en Latinoamérica desde las últimas
décadas del siglo XIX, con base en la idea del progreso y cánones europei-
zantes. Asimismo, presta especial interés a los puertos, pues a través de ellos
“entra el crecimiento económico de los países”. Prosigue graficando las ca-
1. Jean-Paul Deler cuando afirma que “La llegada del ferrocarril a Quito, en 1908,
puede [...] ser considerada como una fecha gozne en la modernización y el desarrollo de
la capital”. Ecuador: del espacio al Estado nacional, 2.ª ed. (Quito: Universidad Andina Simón
Bolívar, Sede Ecuador, UASB-E / Instituto Francés de Estudios Andinos, IFEA / Corpora-
ción Editora Nacional, CEN, 2007), 248.