KIPUS: REVISTA ANDINA DE LETRAS Y ESTUDIOS CULTURALES,
No. 53 (Enero-Junio, 2023), 181-182. ISSN: 1390-0102

RESEÑA


María Paulina Briones Layana, Labor de duelo, Buenos Aires, Himalaya, 2022, 50 p.


DOI: https://doi.org/10.32719/13900102.2023.54.9




Marcelo Báez Meza

Escuela Politécnica del Litoral, Guayaquil, Ecuador



En un medio anodino donde abundan los poemarios mediocres repletos de pirotecnia verbal, Labor de duelo se erige como una novedad muy sólida. La poeta elabora el luto con un gran rigor de embalsamadora, sabiendo que "la labor de duelo es la piedra de Sísifo" (Briones Layana 2022, 33) que sube y baja sin cesar en esta única vida que nos fue dada.

Se trata de una colección unitaria de textos en los que hay un soporte anecdótico mínimo: la muerte familiar. No se trata de "doscientas páginas sobre las apasionantes vivencias que experimenta la gente mirándose al espejo" (Pérez Reverte 1999, 15); es apenas una plaqueta, de medio centenar de folios, bien estructurada que parece ser autoficción pero no lo es.

La muerte en la familia es algo tangencial, lo verdaderamente nuclear es la ciudad fantasmal en la que transita la voz poética, y los hábitos de un sujeto que se pierde y se encuentra en la cotidianidad.

Hay un detonante narrativo que es la pérdida del abuelo:

Un viento ligero anida la melancolía Es Agosto y tu abuelo se ha volado los sesos

La nota luctuosa de un periódico gastado dice que desayunó Como de costumbre

No era un día distinto

¿quién era la familia que vivía en su casa?

durante años pensé que era la mía la nota luctuosa enumera más de seis hijos

no conozco todos los nombres

Esta pérdida es solo un pretexto para hablar de temas colindantes como la familia, las lealtades, las dinámicas de comunicación filiales, el catálogo de personajes de crianza

Abrevar como un eco tuve una madre de aguas profundas y abuelas y tías inútiles todas afectas a saberes de otros mundos en donde los susurros desorientan jamás fueron guías la desobediencia era su marca nacer en el desierto su extravío

Igor Caruso, psicoanalista del Círculo de Viena, autor al que Briones parece haber leído, es uno de los que mejor ha explorado ese "desierto extraviado" que es la relación de los vivos con los muertos:

Esta es la presencia de la muerte en la conciencia y la muerte de la conciencia. Es la recíproca sentencia de muerte, pero en cuanto se condena al otro a la muerte se pronuncia la propia sentencia, puesto que la condena se cumple, sobre él, en su conciencia y en la conciencia del otro. El otro muere en cuerpo viviente, pero muere en mí; claramente esto significa que mi conciencia muere, que yo arrastraré conmigo ese cadáver que ni siquiera me hará sufrir. ¡Pero esto no es suficiente! (Caruso 1997, 13)

La voz poética explora esa sentencia pronunciada sobre el Otro. Las ramas del árbol genealógico han muerto, pero encuentran un funeral en el libro. Poetizar es la mejor forma de arrastrar ese cuerpo y perennizarlo, es disecar los momentos vitales, pero es insuficiente, dice el sicoanalista vienés. Esa insuficiencia Briones la traslada a la condensación que ofrece la labor poética que es la labor de la suficiencia, del mot juste. Duelo insuficiente, pero necesario; condena que se cumple en la conciencia, nos dice Caruso.

El libro también se erige como un mapeo de lugares afectivos en un contexto urbano claramente identificable. Pero todo levantamiento de un lugar siempre tiene relación con un deudo:

El ultimo sueño de la noche me regala a mi padre entrando al estero entre las ramas del manglar al hundirse

Es decir que lo quiero suicidar para no tener que matarlo Y amanece

Es Guayaquil, la ciudad de los manglares, como le decía Jorge Velasco Mackenzie; estamos inmersos en el poema-río sobre "la ciudad pantano", "las palmeras de la necrópolis de mármol", "el estero con el agua siempre dispuesta a cubrirnos con su olvido" porque "una ciudad puede morir tantas muertes"

Es la genealogía del dolor poetizado desde el punto de vista de la labor, el trabajo, el alumbramiento como su título lo indica. "Ora et labora", decía la regla benedictina; poetiza y labora parece ser la premisa de la poeta.

Es el duelar (palabra prestada del psicoanálisis) lo que mueve cada página. "En mi familia escondemos a los suicidas", anuncia el primer poema. "En mi familia escondemos a los infieles", concluye el último texto proponiendo una circularidad que implica la necesidad de esconder el interdicto.

Libro-lápida, libro-epitafio tan intenso como breve, como el vahído ulterior del ser amado que se nos muere en brazos, porque "no es fácil esta faena de ser albacea de muertos propios", dice la voz poética tan sabia y tan certera en cada una de sus reflexiones.

Difícil hallar tan buen trabajo de orfebrería de lenguaje entre las obras que se publican en estos días. Bienvenido sea este luto de 32 breves textos que es "una determinación de la vida entre tanta muerte" más "la única certeza de que el viaje es siempre a ciegas".


Lista de referencias


Briones Layana, María Paulina. 2022. Labor de duelo . Buenos Aires: Himalaya.

Caruso, Igor. 1997. La separación de los amantes. México: Siglo XXI.

Pérez Reverte, Arturo. 1999. El club Dumas. Madrid: Alfaguara.