Con la aparición de este estudio ensayístico-biográfico del escritor Hernán Rodríguez Castelo (Quito, 1933-2017) sobre el escritor lojano Miguel Riofrío, la Universidad Técnica Particular de Loja rinde un homenaje póstumo al académico, al escritor, al historiador, al crítico de arte, promotor cultural, investigador y al humanista Hernán Rodríguez Castelo, uno de los intelectuales más calificados que en el ámbito de las letras ha tenido el Ecuador para ahondar, con una profunda visión analítica, crítica y de investigación prolija, en el género de la ficción para niños y jóvenes, de la historia literaria, de la lingüística, de las artes, de la plástica, del periodismo y de las humanidades en general.

Lo confirma la edición póstuma de este libro acerca de otro de los grandes intelectuales que tuvo el Ecuador al inicio de la naciente república, el escritor lojano Miguel Riofrío. De él, Hernán Rodríguez Castelo levanta todo un monumento biográfico crítico, quizá el primero y más completo que se ha escrito significativamente sobre Miguel Riofrío. Este estudio ensayístico analiza, con la más prolija ponderación intelectual y desde la mejor vertiente de la investigación documental, todo el trabajo escrito que dejó el escritor lojano.

El estudio empieza con un breve preámbulo generacional y se reparte en los capítulos: “La vida y la obra en la vida”; “Los escritos del destierro”; “La obra del maestro del lenguaje”; “La obra del maestro de moral”; “La escritura, el novelista de La emancipada”; “Los ‘apuntes de viaje’”; “Albures del viajero político”; “El poeta”; “La crítica de Mera”; y, la leyenda quichua “Nena”.

Así queda retratado de cuerpo entero Miguel Riofrío: como periodista político, militante político liberal, lingüista, poeta y como escritor que en el género de la narrativa produjo la primera novela ecuatoriana y que don Hernán traza aquí el mejor análisis crítico que sobre La emancipada se ha llevado a cabo. Con énfasis, con acierto y sin ningún recelo señala, por ejemplo, que “La emancipada fue el primer ejercicio en la literatura ecuatoriana de género que había conocido ya en otras literaturas espléndido desarrollo y lo seguía teniendo. Fue un ensayo [...] inmaduro, vacilante, en que alternaban aciertos con grandes vacíos y penosas limitaciones. [...] una intención moralizante se sobrepuso a un desarrollo novelesco consistente y sumió a esa figura de heroína frustrada [Rosaura] en un turbio tejido de desórdenes, en construcción casi caótica y como narración de autor, más que omnisciente, manipulador de esas historias en que sume a la protagonista”.

Y como señala El Consejo Nacional de Cultura del Ecuador (2014), promotor y difusor editorial del más completo estudio sobre la Historia de la Literatura Ecuatoriana que desde hace muchos años venía trabajando Rodríguez Castelo: “Una larga entrega a las letras y a las artes constituye la trayectoria vital de Hernán Rodríguez Castelo, uno de los ecuatorianos que, al presente, ha recorrido los caminos de nuestra cultura con mayor intensidad y apego a la excelencia”.

Galo Guerrero-Jiménez
Universidad Técnica
Particular de Loja