Actualmente asistimos a la transformación del constitucionalismo liberal racional a narrativas alternativas más sensibles como el constitucionalismo crítico, transformador, feminista, Ubuntu y Abya Yala, entre otras; particularmente el constitucionalismo latinoamericano ha emprendido la elaboración de su propia historia con las Constituciones de Bolivia y Ecuador, las cuales no solo son textos normativos de carácter superior, son referentes políticos y órdenes para emprender sueños y utopías posibles: vivir y soñar una democracia sin razones, con sentimientos de empatía y de fraternidad en la búsqueda de una sociedad sin discriminaciones.
El libro que tengo el honor de reseñar es el resultado de la investigación doctoral de Christian Masapanta Gallegos y debo confesar que al leer su título pensé en la valentía de su autor al ocuparse de un tema de dogmática jurídica que en el constitucionalismo de América Latina se ve con sospecha. Este texto le da una segunda oportunidad a la dogmática constitucional al confrontar la teoría y las abstracciones con la crítica; esta crítica no es escéptica, esta crítica no desalienta la creencia en las transformaciones del derecho, al contrario, esta crítica revisa la utopía constitucional con el compromiso de la democracia con una pregunta que interpela cada capítulo del libro: ¿el intérprete oficial de nuestra Constitución garantiza la democracia en Ecuador?
Es valiente declarar el miedo a perder la utopía en la construcción colectiva de la democracia por parte del poder sin control del interprete oficial de la Constitución, que puede, por vía de mutación, limitar la garantía de los derechos de los y las ciudadanos y ciudadanas; es valiente denunciar que la propuesta de Montecristi, que en América Latina abrió el camino a la polifonía social, se encuentra en riesgo cuando el control de constitucionalidad se abstrae de nuestra realidad plural y niega la esperanza del camino emprendido desde 2008.
Quienes lean Mutación de la Constitución en Ecuador. ¿La Corte Constitucional como constituyente permanente? encontrarán una denuncia de un investigador riguroso y sensible, que consta de cuatro capítulos:
El primer capítulo "analiza desde una perspectiva teórica a la mutación constitucional, vía hermenéutica, para lo cual, se aborda a esta institución y su vinculación con la teoría democrática",1 allí se describe la relación del nuevo constitucionalismo latinoamericano y la teoría de la mutación constitucional sin quedarse en el cielo de los conceptos, pues es el contexto ecuatoriano y su paradigma constitucional el que permite el debate sobre la naturaleza contra mayoritaria de la Corte Constitucional.
El segundo capítulo aborda la denuncia: ¿puede la Corte sustituir al poder constituyente primario? Al respecto, Burt expresaba: "haz la pregunta incorrecta y recibirás la respuesta incorrecta";2 de ahí la importancia de la investigación ya que en la obra Masapanta se hace la pregunta correcta, pues responde al problema de legitimidad de la Corte Constitucional que comparte con el contexto latinoamericano el déficit y la debilidad de la representación política; el autor se ocupa del problema de la dificultad contra mayoritaria sin caer en las versiones de la democracia representativa tan cara para los análisis del norte jurídico, cuando describe de manera rigurosa los casos en los que la Corte Constitucional ha interpretado y mutado el sentido constitucional de acciones como la acción de inconstitucionalidad por omisión, acción extraordinaria de protección, consulta de normas, acción extraordinaria de protección contra las decisiones de la justicia indígena y la acción por incumplimiento de norma, que desdibujan la apuesta del Constituyente de 2008: democracia plural en armonía con la naturaleza y garantía de los derechos fundamentales.
El tercer capítulo hace un análisis de las mutaciones constitucionales con relación a la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales que es una acción consagrada por el Constituyente primario, con el fin de garantizar el principio de supremacía constitucional; en esta parte del texto el autor hace un análisis cuantitativo y cualitativo de la jurisprudencia constitucional que muestra los alcances del poder legislador de la Corte Constitucional.
El cuarto capítulo construye una teoría de la mutación constitucional en Ecuador, y en este aparece el compromiso personal y particular de Masapanta al determinar los parámetros en los cuales debe operar la mutación constitucional en Ecuador y sus límites, en este espacio, la crítica se llena de compromiso con la utopía posible.
Las conclusiones tejen la denuncia y la propuesta de transformación del poder descontrolado de la Corte Constitucional; allí el lector encontrará que las palabras nos deparan esperanza, pues como lo destacaba Epicuro: "vacío es el argumento de aquel filósofo que no permite curar ningún sufrimiento humano, pues de la misma manera que de nada sirve un arte médico que no erradique la enfermedad de los cuerpos, tampoco hay utilidad ninguna en la filosofía, sino erradica el sufrimiento del alma";3 con lo cual concluirá el lector que la dogmática crítica, la que se pregunta por los sueños de dignidad, igualdad, libertad y fraternidad, puede sanar el escepticismo. Aún podemos construir una democracia a nuestra manera sin abstracciones de manera coherente con nuestra historia.