Los pueblos kichwas andinos necesitan recuperar y fortalecer su conocimiento ancestral sobre economía comunitaria y circular, revelado en sus prácticas agropecuarias y de comercialización, y, desde su cosmovisión, posibilitar para sus comunidades mayor equidad social, resguardo ambiental y desarrollo económico.
Por ello, se ha planteado explicitar el conocimiento empírico y fortalecer esas buenas prácticas ancestrales, buscando que, en el caso específico del pueblo indígena de Natabuela, ubicado en la provincia de Imbabura-Ecuador, recupere y fortalezca su identidad retomando el uso sostenible de los recursos que conlleve a la consolidación de su cosmovisión vinculada a la economía comunitaria y circular debilitada a causa de una economía lineal enfocada en tomar, producir, utilizar y desechar, que ha puesto en peligro su soberanía y seguridad alimentaria, generando consecuencias nocivas para el medio ambiente como el cambio climático, incidiendo en la salud y bienestar humano (Ibárcena Escudero y Scheelje Bravo 2003), así como en su expoliación y en el crecimiento de la pobreza.
Este estudio entrega información sobre las formas productivas ancestrales del territorio del pueblo Natabuela, que cuenta con particularidades socioeconómicas, sociojurídicas y culturales. Se ha tomado como referente el maíz, principal producto de los pueblos andinos originarios, y se desarrolla la experiencia del emprendimiento local Warmikuna NATABUELA, generado en el transcurso de esta investigación.
La cosmovisión de este pueblo, al igual que los demás pueblos originarios, "se basa en un pensamiento integral, fundamentado en los valores de reciprocidad, solidaridad, equilibrio y colectividad, donde se entiende que los seres humanos conviven con el mundo de la naturaleza y el mundo espiritual de forma sistémica" (Díaz 2021, entrevista personal). "El propósito de la producción no se considera solo como la ganancia sino más bien con relación al mejoramiento de la calidad de la vida de la comunidad" (Curichumbi Yumaglla 2012, 63). Así, por ejemplo, parte de su economía comunitaria es la minga, actividad que no implica ningún valor monetario.
Dentro de este pueblo kichwa, se tomó como estudio de caso el emprendimiento Warmikuna NATABUELA, que surgió durante la pandemia COVID-19 con el apoyo del Proyecto Colectivo de Investigación "Fortalecimiento de la identidad del Pueblo de Natabuela: una propuesta interdisciplinaria desde la gestión, el derecho y la cultura", con el propósito de dinamizar y
mejorar la calidad de vida de las familias del pueblo, potenciando las prácticas productivas ancestrales alineadas a los principios de la economía comunitaria y circular, para promocionar y comercializar productos agropecuarios para la alimentación humana, mismos que en su mayoría se generan en las fértiles tierras con las que cuenta el pueblo. (Almeida-Guzmán, Kowii y Rodríguez Caguana 2022, 43)
En el emprendimiento Warmikuna NATABUELA, como también en otros pueblos andinos, la mujer cumple un rol fundamental en el cuidado de la economía comunitaria y la seguridad alimentaria (Chávez 2020, entrevista personal). Este emprendimiento está conformado por un grupo de pequeñas productoras y productores que decidieron unir sus esfuerzos para crear una alternativa de comercialización de los productos agrícolas generados en sus huertos familiares, complementando su oferta con carne de animales de crianza propia y alimentos preparados a través de su gastronomía ancestral, elaborados con base en el maíz, cereal nativo y de cultivo básico de la zona (Tapia y Carrera 2011), entre otros productos. Aplicando buenas prácticas de manipulación de alimentos, entregaron, durante la pandemia, servicio a domicilio de canastas básicas cumpliendo con los protocolos de bioseguridad y buenas prácticas de entrega al reducir el uso de fundas plásticas.
En el transcurso de esta investigación, los taytas y mamas han ido narrando su sistema de vida a través de la memoria comunitaria oral y conocimiento ancestral, información que resulta fundamental para el fortalecimiento de su identidad, cultura y saberes, por cuanto la economía comunitaria del pueblo estaba relacionada con sus prácticas diarias, y al igual que otros pueblos originarios como los incas, su núcleo central y fortaleza fue el ayllu,2 dado que las formas de organización, el trabajo y la producción eran para el colectivo (Curichumbi Yumaglla 2012), tomando únicamente lo necesario, utilizando al máximo los productos y subproductos bajo la premisa de su respeto a la Pacha Mama, por lo que se puede decir que su vida se daba dentro de un marco de austeridad, buscando generar valor social, económico y ambiental para la comunidad.
Según lo narran los taytas y mamas del pueblo, algunas de las actividades agroproductivas aún se realizan bajo los preceptos de su conocimiento ancestral, que se vincula a los de la economía circular, lo que se demuestra en sus esquemas de producción, procesamiento, uso y comercialización, en los cuales el valor de los productos y los recursos se mantiene durante el mayor tiempo posible, reduciéndose al mínimo la generación de residuos, contribuyendo de esta manera a una economía sostenible y eficiente (Almeida-Guzmán y Díaz-Guevara 2020).
La economía comunitaria tiene similitud con las propuestas de la economía circular, las mismas que le complementan con el desarrollo conceptual, especialmente en temas ambientales y sociales. Por ello, esta investigación rescata los saberes y memoria de los taytas y mamas y evidencia la práctica de una economía comunitaria y circular que ha permitido, de acuerdo a un conocimiento periférico y empírico, proponer una definición al mundo académico dentro de esta investigación: se plantea la economía circular como parte de la economía comunitaria de los pueblos andinos, cuya esencia se basa en el respeto a la madre tierra, el bienestar social y la sostenibilidad económica.
Además, la economía circular-comunitaria-social y solidaria-popular y solidaria y agricultura familiar campesina ancestral son economías transformadoras basadas en principios como la autogestión, la cooperación, la aso-ciatividad y la solidaridad, siendo más integrales y cuya práctica se evidencia en la historia de los pueblos indígenas como los natabuelas.
Finalmente, se concluye que dentro de la ecología de saberes -como lo ha reflexionado De Sousa Santos (2009, 53), "el conocimiento es interconocimiento", por lo que se puede decir que desde las periferias también se produce conocimiento, la estructura ancestral de economía comunitaria en la región andina muestra las características de la economía circular, que es parte de nuevos paradigmas en el mercado global de bienes y servicios.
Marco teórico
La memoria comunitaria es un proceso que se comunica (memoria comunicada) y se hereda (memoria heredada) de forma cultural y social. Al ser comunitaria y colectiva, la memoria se levanta "en un conjunto de significados compartidos y asumidos por un grupo de personas, a través de ella dicha comunidad se construye y existe" (Sigüenza-Orozco 2008, 966).
En la economía comunitaria todo está integrado profundamente a la vida y a su conservación, es un estado de equilibrio entre comunidad e individualidad, se satisfacen necesidades colectivas e individuales, y el valor de uso prima sobre el valor de cambio. Es decir, las actividades económicas se subordinan a los intereses sociales, ambientales y comunitarios (Huanacuni Mamani 2010).
La lógica comunitaria de los pueblos originarios estuvo basada en la reciprocidad y solidaridad, en el trabajo colectivo, el respeto a la naturaleza, a los seres humanos y a las generaciones futuras (Macas citado en Chiroque Solano y Mutuberría Lazarini 2013).
La economía comunitaria busca satisfacer las necesidades individuales y colectivas, y los bienes de uso tienen supremacía sobre los bienes de cambio, es decir, se trata de una economía pacha-céntrica, social y solidaria, por cuanto lo que interesa, más allá de la competencia y la rentabilidad, es la vida y su conservación en equilibrio y armonía (García Álvarez 2016).
Por su parte, la economía circular ha sido definida por varias instituciones y autores que la vienen impulsando. Razón por la cual, en la tabla 1, se analizan algunos conceptos representativos.
Proponentes de las definiciones | Modelo / sistema | Enfoque y estrategia | Recursos y generación de residuos |
---|---|---|---|
Fundación Ellen MacArthur (2015). | Sistema de producción y consumo que supera al sistema lineal. | El término caducidad es sustituido por restauración. Optimización del diseño de productos y materiales, por un lado, y sistemas y modelos de negocio por otro. | Se elimina, en la medida de lo posible, la utilización de químicos y tóxicos que dañan la biosfera y perjudican la reutilización mediante la eliminación de residuos y la apuesta por energías renovables. |
Norma francesa AFNOR XP X30-901 (INEN 2020). | Sistema económico de intercambio y producción. | En todas las etapas del ciclo de vida de los productos/servicios, busca aumentar la eficacia de la utilización de los recursos, disminuir el impacto en el medioambiente permitiendo el bienestar de individuos. | El valor de los productos, materiales y recursos se mantiene en la economía el mayor tiempo posible y la producción de desechos se reduce al mínimo. |
Comisión Europea, en su Plan de Acción para la Economía Circular (2015). | Modelo económico. | Contribuye a lograr una economía sostenible, eficiente en el uso de los recursos y competitiva. | El valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, y se reduce al mínimo la generación de residuos. |
ISO-Comité Técnico ISO/TC 323 en el documento ISO/CD 59004 Circular Economy-Terminology, Principles and Guidance for Implementation (2022). | Sistema económico que utiliza un enfoque sistémico. | Recuperar, retener o aumentar el valor de los recursos, contribuyendo al mismo tiempo al desarrollo sostenible. | Mantener un flujo circular de recursos. |
Almeida-Guzmán, Kowii y Rodriguez Caguana ((2022), anexo 5). | La economía circular como parte de la economía comunitaria de los pueblos andinos. | Su esencia se basa en el respeto a la madre tierra, el bienestar social y la sostenibilidad económica. | Respeto a los principios de la naturaleza y la madre tierra. |
[i] Fuente: Fundación Ellen MacArthur (2015); INEN (2020); ISO (2022); Comisión Europea (2015); Almeida-Guzmán, Kowii y Rodríguez Caguana (2022).
Complementariedad y similitud entre la economía comunitaria y la economía circular en los pueblos ancestrales
En los pueblos y comunidades ancestrales, en especial las andinas, aún se mantiene una cosmovisión que prioriza el respeto hacia el ser humano, la naturaleza y la vida en general. Los pueblos ancestrales mantienen prácticas de cuidado hacia la Pacha Mama y hacia todos los seres vivientes, e incluso hacia los seres supranaturales que los protegen, por lo que todo es utilizado para su supervivencia, no hay un concepto de residuo o de desperdicio (Montalvo 2021, entrevista personal); en este sentido, se podría manifestar que constituyen un referente histórico de economía circular.
Es importante anotar que, desde la revolución verde, se han incorporado tecnologías, fungicidas y abonos químicos en sus procesos agroproductivos y, conscientes de los efectos negativos del uso de químicos, se han planteado reducirlos de manera paulatina.
Las comunidades indígenas en sus prácticas agropecuarias aún utilizan ciertos saberes tradicionales y técnicas locales (Meza 2021, entrevista personal) que, se puede decir, están alineados a los pilares de la economía circular: equidad, resiliencia y transparencia, así como a algunos de sus principios: obtención sostenible de recursos, economía de funcionalidad, consumo responsable, extensión del ciclo de vida del producto y gestión eficiente del fin de la vida útil de productos y materiales.
Como ejemplo, se analizó la producción del maíz, un alimento fundamental para las culturas andinas y para el pueblo Natabuela, que constituye un elemento místico con su propia ritualidad desde la siembra, la cosecha, las semillas y sus cuidados, evidenciando la articulación a toda una cosmovisión integral de valoración, adoración y festividades que honran a la Pacha Mama.
Diálogo de saberes
El diálogo de saberes, entre el conocimiento ancestral y el conocimiento científico se ha conceptualizado como "espacios en donde se resignifican los saberes propios, y se fortalecen mediante el intercambio de experiencias y conocimientos entre académicos, comunidades locales y sus autoridades culturales y sociales" (Sanabria 2013, 87).
El diálogo de saberes a más de la recuperación y protección de los saberes ancestrales, busca la "generación de espacios de aprendizaje integrales, verdaderas asambleas de la diversidad, donde todos, sin importar los colores o el origen, tengamos las oportunidades de conocernos y reconocernos" (Rivadeneira 2013, 174).
Metodología
Para el desarrollo de esta investigación se aplicó el pluralismo metodológico y para el desarrollo de la fase empírica se aplicó una investigación de tipo cualitativo; para lograr la participación de la comunidad en la búsqueda del rescate y fortalecimiento de su identidad, se realizó un diseño de investigación-acción-participativa (IAP) así como de investigación comunitaria (IC); la investigación es deductiva con los aportes de saberes y tiene un alcance exploratorio al reseñar rasgos y cualidades del pueblo Natabuela. Lo que permitió emitir la propuesta consensuada con las lideresas del pueblo y las mujeres del emprendimiento Warmikuna NATABUELA, así como acuñar las conclusiones correspondientes.
Para la obtención de los datos e información se utilizaron tanto fuentes primarias como secundarias. En el caso de fuentes primarias, para recabar la información se buscó recuperar la memoria oral por medio de entrevistas, en las que, a través de una conversación, se fueron planteando preguntas que abordaban temas culturales y de saberes ancestrales en relación con la agroproducción del maíz y sus usos. Escuchando y transcribiendo las respuestas, relatos y testimonios de vida de taytas, mamas, líderes y lideresas y otros miembros conocedores de la historia del pueblo, que voluntariamente decidieron participar. También se utilizó la técnica de observación abierta no participante, analizando el comportamiento de los miembros ancianos de la comunidad (fenómeno, hecho o caso a estudiar) a través de la memoria de miembros más jóvenes de la comunidad y la información obtenida en el levantamiento de la línea de base, diagnóstico inicial para establecer la situación socioeconómica, cultural y jurídico-política del pueblo Natabuela. Paralelamente, se realizó un análisis documental tanto de artículos académicos, tesis, informes y comunicaciones como fuentes secundarias de información.
La producción del maíz en el pueblo Natabuela: un esquema de economía comunitaria y circular
Para el pueblo Natabuela, el maíz es el principal producto de cultivo (32,1 %), considerando que tiene diversas variedades y formas de consumo (Almeida-Guzmán, Kowii y Rodríguez Caguana 2022), constituyéndose para este pueblo efectivamente en "maíz, regalo de los dioses" (Echeverría y Muñoz 1988, 9).
En la parroquia Natabuela se cultiva la variedad de maíz suave Guandango, con características especiales de tamaño, suavidad y sabor, predominante en la alimentación de la comunidad y de la crianza de sus animales; el mercado local conoce sus atributos y, por tanto, tiene una buena demanda (Almeida-Guzmán, Kowii y Rodríguez Caguana 2022).
Para los taytas y mamas de este pueblo, el maíz es su identidad, su vida siempre ligada a la actividad agrícola, a la soberanía alimentaria, tiene relación con los equinoccios, nutre la cultura, la alimentación y el comercio; es el producto más importante del pueblo (Chávez 2020, entrevista personal). El ritual de su preparación refuerza las relaciones familiares y comunales, se traspasan conocimientos y se tejen historias alrededor de la preparación de alimentos cuya base es el maíz. Suele haber intercambio de semillas entre las familias y entre los vecinos (Sanipatin 2021, entrevista personal).
Usos del maíz en el pueblo Natabuela
Históricamente, de acuerdo con el padre Juan de Velasco (1789), los pueblos ancestrales en Ecuador celebran varias ceremonias vinculadas a la agricultura (Echeverría y Muñoz 1988), muchas de ellas tienen íntima relación con el ciclo agrícola del maíz, el tema religioso, las autoridades y el poder comunal.
Al ser el maíz un cereal básico en su alimentación, las ceremonias más importantes vinculadas a su ciclo agrícola, cultura, tradición, gastronomía y saberes ancestrales, son las siguientes: "El Raymi (diciembre-enero) fiesta de la maduración e incremento de las plantas de maíz; el Paucar-Huatay (marzo) fiesta del maíz en honor al chogllo o choclo, y el Inti-Raymi (junio) fiesta de la cosecha del maíz" (97).
Los usos más representativos de este importante cereal en el pueblo están referidos a alimento para los seres humanos, alimento de los animales, fines medicinales y otros usos alternativos, como por ejemplo, la tusa,3 usada como leña para la cocción de alimentos.
La circularidad en la producción del maíz, evidenciada en la economía comunitaria del pueblo Natabuela, incluye procesos de abastecimiento sostenible, economía de la funcionalidad, consumo responsable, extensión de la vida útil, gestión eficaz de los materiales o productos al final de su vida útil, todos como principios básicos de la economía circular. Por ello, el rescate, la preservación y la perennización de la memoria colectiva del pueblo Natabuela con un enfoque holístico resulta fundamental en el desarrollo sostenible del pueblo.
Descripción del emprendimiento Warmikuna NATABUELA
Conformado por trece miembros directos con sus familias, con un total de 60 beneficiarios, productores de distintos tipos de productos agroalimen-tarios. Trabajan de manera comunitaria e identitaria con el reconocimiento de sus saberes, buscando retomar el uso más sostenible de los recursos, a través de la misión, visión, objetivos estratégicos, valores y objetivos de la calidad que se han propuesto.
Misión
Ser una iniciativa comunitaria de mujeres unidas para fortalecer la economía familiar y mejorar las condiciones de vida de sus socias, empezando desde la siembra y cosecha de alimentos de la zona, elaborando platos con identidad gastronómica Natabuela, y acopiando productos de pequeños productores, para elaborar canastas con normas de bioseguridad que contienen productos sanos, apetitosos, frescos y variados que se comercializan puerta a puerta en mercados locales.
Visión
En 2025, Warmikuna NATABUELA será una organización consolidada y posicionada a nivel local y regional, como referente de desarrollo de la economía comunitaria del pueblo Natabuela, que mantiene las tradiciones y costumbres de sus ancestros en sintonía con los principios de la economía circular en los procesos de producción y comercialización de sus productos y servicios.
Valores
En la tabla 2 se describen los valores organizacionales que incluyen las buenas prácticas ancestrales del pueblo.
[i] Fuente: Adaptado de INEN (2020, 8) y Almeida-Guzmán, Kowii y Rodríguez Caguana (2022).
Política y objetivos de la calidad
En la figura 1 se detalla la política de la calidad, misma que está en coherencia con la política global de la organización, alineada a su visión y misión y como marco de referencia para los objetivos de la calidad propuestos (AENOR 2015).
Cadena productiva Warmikuna NATABUELA
En la cadena productiva del emprendimiento Warmikuna NATABUELA, los miembros de esta organización se encargan de llevar a cabo cada uno de los procesos productivos, promocionales y comerciales: desde la siembra y cosecha en las chacras, la crianza y faenado de sus animales, la preparación de su gastronomía ancestral, el acopio de los productos agroalimentarios, la elaboración y distribución de canastas, la promoción de sus productos y servicios a través de medios digitales y boca a boca, como se ilustra en la figura 2 que se encuentra a continuación:
Rescate del círculo de la producción del maíz
Con base en la información primaria recolectada directamente a través de las narraciones de taytas y mamas, y secundaria a través de la línea base de esta investigación, en la figura 3 se describe una guía del círculo ancestral de la producción del maíz en el pueblo Natabuela, mismo que busca ser rescatado por los miembros del emprendimiento Warmikuna NATA-BUELA, como un ejemplo para los jóvenes del pueblo, quienes deberán asumir el rol de guardianes de los saberes e información denominados uruncawa.
Por lo anteriormente expuesto, no cabe duda de que la economía comunitaria y circular ha sido parte importante dentro de la cosmovisión histórica del pueblo Natabuela, ya que conseguía cerrar los ciclos de energía y materiales, a través de un uso intensivo de sus recursos y la práctica eficaz de una de las estrategias de diseño de producto de la economía circular, de la cuna a la cuna, de tal manera que a través de ciclos biológicos y ciertas prácticas han logrado el máximo aprovechamiento en sus procesos productivos, por ejemplo, convirtiendo los aparentes desechos en alimentos tanto para sus animales domésticos o como nutrientes biológicos que fertilicen el suelo con base en abono, y usando energía natural renovable para generar y sostener la vida respetando los principios de la naturaleza y la Pacha Mama.
En el contexto de saberes y conocimiento ancestral del pueblo Natabuela, se propone rescatar y aplicar la economía comunitaria y circular, buscando enlazar de manera eficaz los conocimientos y saberes ancestrales con el actual paradigma de actuación en el mundo, referido al desarrollo sostenible y sus pilares fundamentales de desarrollo económico, social y cuidado del medioambiente.
En la tabla 3 se detalla la aplicación de la economía circular en el modelo de negocio del emprendimiento comunitario Warmikuna NATABUELA.
[i] Fuente: adaptado de INEN (2020) y Almeida-Guzmán, Kowii y Rodríguez Caguana (2022).
Principales estrategias de la economía circular aplicables a la economía comunitaria en el sector agropecuario del pueblo Natabuela
En la historia de este pueblo indígena, la economía comunitaria y la economía circular han compartido estrategias de sobrevivencia buscando un equilibrio con la naturaleza, que va más allá del capital natural, visto desde varias esferas: ecológicas, estéticas, religiosas y culturales (García Álvarez 2016).
A pesar de que las actividades productivas de los miembros del pueblo han ido cambiando acorde a sus posibilidades de vinculación con el mercado laboral y a sus necesidades económicas, la agricultura y actividades vinculadas siguen siendo las principales para su sustento a nivel de autoconsumo, así como para la obtención de ingresos económicos.
Conforme a la necesidad del pueblo de rescatar su cultura agroproductiva, soportada en su lengua originaria y su conocimiento ancestral, debido a su necesidad de sustento, han diversificado sus actividades económicas, por consiguiente, han ido perdiendo ese contacto de comercialización o trueque de sus productos con otros pueblos kichwas, lo que ha provocado también la pérdida de la lengua materna en este espacio de encuentro, pues si bien una buena parte del pueblo se dedica a la gastronomía y comercialización de productos agropecuarios, esta oferta se ha orientado a la población mestiza hispanohablante.
También es importante anotar que, en lo que respecta a la tenencia de la tierra, el 74,07 % de los miembros del pueblo Natabuela cuenta con terrenos, que en promedio tienen una extensión de 1577 m2, con una calidad de suelo fértil superior al 85 %, a decir de sus propietarios, y que son utilizados por las familias para su autoconsumo, mientras que el excedente de los productos cultivados lo venden. En sus terrenos cultivan productos de ciclo corto como verduras hortalizas, hierbas aromáticas y crían animales también de ciclo corto, en su mayoría cuyes, gallinas y chanchos (Almeida-Guzmán, Kowii y Rodríguez Caguana 2022). Así como también siembran el maíz junto con fréjol, chocho y quinua, estos dos últimos son protectores de plagas, debido a que el chocho contiene alcaloides que le dan el sabor amargo y la quinua contiene saponina. Eran estos productos los que les ayudaban a diversificar el trueque y la comercialización con otros pueblos andinos con los cuales se relacionaban a través de su lengua materna, el kichwa; es decir, la necesidad económica materializaba la lengua a través de la comercialización.
Con pesar, los taytas y mamas del pueblo reconocen que los tiempos han cambiado y que antes se creía en la palabra y la separación de los terrenos, entre los diferentes propietarios, era a través de chilcas, árboles o pasos; ahora lo hacen a través de cerramientos, prevaleciendo también lo jurídico sobre la palabra o acuerdos tácitos.
Por lo anteriormente expuesto, conjuntamente con las lideresas del pueblo, se proponen algunas estrategias genéricas, que las consideran más viables:
Gestión del agua, la energía y la materia orgánica: de manera que se puedan cerrar los ciclos y permita utilizar menos recursos o reutilizar-los para hacerlos más eficientes. Esta estrategia se materializa en acciones propias del pueblo, como el aprovechamiento de las lluvias para las siembras, realizando un uso eficiente de la gestión del agua de regadío y la acumulación de esta en cochas o estanques para las épocas de verano con el propósito de dar de beber a los animales, así como la recolección y conservación en pondos de cerámica que filtran los microorganismos y la mantiene fresca y apta para el consumo humano.
Producción agraria más limpia: esta estrategia se materializa en aspectos como el cuidado de la alimentación de los miembros de la comunidad, procurando la seguridad alimentaria. Son muchos los productos alimenticios derivados del maíz, generados con un bajo impacto ambiental, aprovechando subproductos y evitando el desperdicio alimentario.
Envases y embalajes: se materializa esta estrategia mediante el uso de tendales, ubicados en los lugares más altos de la vivienda para protegerlos de plagas. El maíz y otros productos, de acuerdo con el conocimiento ancestral, son guardados en estos tendales con gran cantidad de eucalipto para conservarlos evitando de esta manera el uso de químicos para su preservación.
Desarrollo de productos alimenticios: estrategia de rescate de recetas ancestrales para elaboración de platos tradicionales y otros productos alimenticios, haciendo de la gastronomía un atractivo esencial y diferenciador del pueblo Natabuela, por cuanto en muchos de estos productos se conserva su nombre original en kichwa.
Economía colaborativa: estrategia de economía circular, identificada en el pueblo y que se muestra en acciones de trueque, intercambio de semillas, mingas que propician el uso compartido de recursos al repartir el alimento tanto en las labores de siembra como de cosecha, tejiendo redes de solidaridad a través de la producción agrícola. Los rituales de preparación de los alimentos unen a las familias y a la comunidad. Se practica el ayllu como el principal elemento que sostiene a su memoria comunitaria, a través de su yana/sentir, yanapana/colaboración, makipurana/ solidaridad y su ranti ranti/reciprocidad, transmitiendo e intercambiando saberes en todas las actividades.
Estas estrategias se han venido realizando desde tiempos remotos, según se narra en la memoria histórica del pueblo y que la comunidad se ha empeñado en rescatarlas y fortalecerlas. Estrategias que dan cuenta de la aplicación de un esquema de economía comunitaria y circular real y práctico que corrobora el proceso descrito por la FAO.
En el ámbito internacional, la Agenda 2030 de la ONU (2015) para el desarrollo sostenible
exige cambiar el actual modelo de producción y consumo hacia una economía circular, así, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 12) busca garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, proponiendo reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclaje y reutilización" (EC 2021, párr. 4), "fomentando entre otras medidas, el uso eficiente de la energía y de los recursos ambientales, el trabajo ecológico y una mejor calidad de vida. (ES 2018, 15)
Esta definición es compatible con la cosmovisión sobre economía comunitaria del pueblo Natabuela, por cuanto los pueblos andinos dentro de su práctica comunitaria han venido aplicando la economía circular (Marcillo 2021, entrevista personal).
En este sentido, es importante rescatar y fortalecer el consumo responsable y la gestión integral de residuos, sobre la base de los conocimientos y sabiduría ancestral de los taytas y mamas del pueblo, exigiendo alternativas de políticas de financiamiento, la redistribución equitativa de los recursos y la riqueza (MPCEIP et al. 2021) en estas comunidades andinas olvidadas y avasalladas con el conocimiento occidental de una economía lineal depredadora del medioambiente, financiera y socialmente injusta, apoyados en un cuerpo legal y una voluntad política de estímulo a la producción agrícola sostenible.
El emprendimiento Warmikuna NATABUELA constituye un buen ejemplo de organización comunitaria social y solidaria bajo un eje colectivo e identitario en el marco del ejercicio de los derechos étnicos de propiedad y gestión colectiva de la tierra, el reconocimiento de saberes, su rescate y custodia, enlazados a los ODS de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de la ONU y haciendo eco de una economía comunitaria y circular como parte de su propia historia, su cosmovisión y su relación con la Madre Tierra.