Artículo de investigación
DOI:
https://doi.org/10.32719/25506641.2022.11.3
Estudios de la Gestión: revista
internacional de administración, No. 11
(Enero-Junio de 2022), 45-64. ISSN: 2550-6641; e-ISSN: 2661-6531
Recibido: 15 de enero de 2021 •
Revisado: 11 de febrero de 2021
Aceptado: 15 de abril de 2021 • Publicado: 1 de enero de 2022
Resumen
El artículo analiza, con base en los principios de comprensión de la complejidad que propone Edgar Morin, la relación de las empresas con elementos del entorno y de la sociedad de la que forman parte. Esto es necesario porque el enfoque tradicional, funcionalista, limita el análisis de lo que sucede y lo que pueden hacer las empresas para administrar su realidad y sus interrelaciones. Entonces, el objetivo de la investigación es estudiar y comprender el entorno que afecta a las empresas y sus influencias recíprocas, con base en el paradigma de complejidad. La metodología aplicada corresponde a una investigación netamente cualitativa, con entrevistas a profundidad a empresas y actores del entorno empresarial (consultores), aplicando análisis de contenido cualitativo. El estudio identifica cómo se presentan las ocho características o principios de complejidad en la relación entorno-empresas, la misma que se podría definir como una intermitencia de caos y orden. Sin embargo, la investigación refleja que, a la luz del paradigma de complejidad, ese caos aparente representa una opción de complementariedad, creadora y de crecimiento, en la que desorden, orden y organización constituyen un círculo virtuoso. Pero, además, que cada empresa, cada persona, cada situación, cada entorno es único y complejo, y de esa manera debe ser tratado.
Palabras clave: gestión, organización, empresa, administración, entorno.
JEL: M1Administración de empresas.
Abstract
Based on the principles for understanding complexity proposed by Edgar Morin, the article analyzes the relationship of companies with elements of the environment and the society that they are part of. This is necessary because the traditional, functionalist approach limits the analysis of what happens and what companies can do to manage their reality and their interrelationships. The purpose of the research is therefore to study and understand the environment that affects companies and their reciprocal influences, based on the paradigm of complexity. The applied methodology corresponds to a purely qualitative research, with in-depth interviews with companies and stakeholders in the business environment (consultants), using qualitative content analysis. The study identifies how the eight characteristics or principles of complexity arise in the environment-companies relationship, which could be defined as an intermittence of chaos and order. However, the research shows that, in light of the complexity paradigm, this apparent chaos represents an option of complementarity, creation, and growth, in which disarray, order, and organization constitute a virtuous circle; but also, that each company, each person, each situation, each environment is unique and complex, and must be treated accordingly.
Key words: management, organization, company, administration, environment.
JEL: M1 Business Administration.
Resumo
O artigo analisa, a partir dos princípios de compreensão da complexidade que propõe Edgar Morin, a relação das empresas com elementos do entorno e da sociedade da qual formam parte. Isto é necessário porque o enfoque tradicional, funcionalista, limita a análise do que acontece e do que podem fazer as empresas para administrar sua realidade e suas inter-relações. Então, o objetivo da pesquisa é estudar e compreender o entorno que afeta as empresas e suas influências recíprocas, desde o paradigma da complexidade. A metodologia aplicada corresponde a uma investigação nitidamente qualitativa, com entrevistas profundas a empresas e atores do entorno empresarial (consultores), aplicando a análise de conteúdo qualitativo. O estudo identifica como apresentam-se as oito características ou princípios da complexidade na relação entorno-empresas, a mesma que poderia definir-se como uma intermitência entre caos e ordem. Porém, a pesquisa reflete que, à luz do paradigma da complexidade, esse caos aparente representa uma opção de complementaridade, criadora e de crescimento, na que desordem, ordem e organização constituem um círculo virtuoso. Mas, ademais, que cada empresa, cada pessoa, cada situação, cada entorno é único e complexo e deve ser tratado como tal.
Palavras-chave: gestão, organização, empresa, administração, entorno.
JEL: M1 Administração de empresas.
El interés y necesidad de realizar esta investigación parte de la importancia de estudiar la dinámica de las relaciones organizacionales y sus vínculos con la sociedad; contribuye así a profundizar en una de las líneas de investigación de esta revista: la organización y gestión. Este trabajo considera que las empresas son sistemas complejos, desde el enfoque de Edgar Morin, que es una perspectiva distinta a la tradicional, el enfoque funcionalista, simplificador de realidades y generalizador de propuestas. Se usa una perspectiva amplia de la complejidad, que Morin (2006b) denomina como complejidad generalizada, en contraposición a la complejidad restringida, que es el enfoque de la ciencia clásica. En esta se ve lo complejo como sinónimo de lo complicado y se pretende modelizar y reproducir en laboratorio o en programas computacionales esas complicaciones, con el fin de establecer teorías o leyes de comportamiento y, a partir de ello, recetas de actuación. Esto ocurre tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales y, entre ellas, en la gestión organizacional y empresarial. Un cambio de paradigma es la propuesta de Morin por lo que es necesario un análisis distinto, a partir de los principios de comprensión de la complejidad. Lo anterior determina diferentes prácticas y formas de gestionar las organizaciones, incluyendo la relación con la sociedad a la que pertenecen. El objetivo de esta investigación es estudiar y comprender el entorno que afecta a las empresas y sus influencias recíprocas, con base en el paradigma de complejidad, y lo hace para las medianas empresas de Quito.
En este documento la reflexión sobre complejidad se sustenta en la propuesta de Edgar Morin, a quien se le reconoce entre los pensadores, filósofos y científicos sociales contemporáneos más prominentes (Solana 2005a; García 2006), cuyo trabajo es un esfuerzo “por construir una síntesis que permita pensar de modo integrado la complejidad organizacional del mundo físico, biológico y antroposocial desde una perspectiva anti-reduccionista, anti-esencialista, no finalista y no totalizadora” (Rodríguez-Zoya 2017, 2). Se considera que en términos filosóficos su enfoque es posmoderno (Woermann, Human y Preiser 2018) pues, adicionalmente a la identificación de características o relaciones causa-efecto en los sistemas complejos, induce a la reflexión y cuestionamiento de la observación del observador, tema que Niklas Luhmann lo había planteado desde el enfoque de la cibernética de segundo orden en los sistemas sociales (Ávila 2018) y que Morin lo profundiza con el proceso de conocimiento del observador.
Las experiencias de vida de Morin marcan su desarrollo intelectual, él promueve la transdisciplinariedad en la investigación. Las preguntas que orientan su obra son: ¿cuál es la estructura del conocimiento?, ¿cómo actúa el pensamiento? Morin considera que una estadía en California, teniendo 48 años, fue decisiva en su conocimiento y producción intelectual. Allí profundiza en teorías sobre sistemas, cibernética, comunicación, informática, dinámica de no equilibrio y caos, lo que contribuye a publicar, desde mediados de la década del 70, seis volúmenes de El Método (Vallejo-Gómez 2003; Solana 2005b). Por lo indicado, para comprender su obra conviene conocer las temáticas antes nombradas.
Morin establece la necesidad de un nuevo paradigma para permitir cambios de pensamiento y de acción. Su preocupación es comprender la lógica del conocimiento, “no es solamente el conocimiento de la vida. Es al mismo tiempo el conocimiento del conocimiento de la vida” (Morin 1997, 28-29; cursiva del autor). Afirma que se requiere una reforma del entendimiento para comprender la complejidad (Morin 2001) y expresa que esta se ha entendido de una manera restringida o limitada, que es la manera en que lo han hecho los científicos modernos, pero la han enfocado desde lo que es complicado o difícil de explicar y la han abordado con modelización, formalización, identificación de leyes. Esto es lo que ha derivado en la ciencia de los sistemas complejos, sin que haya un replanteamiento epistemológico (Morin 2006b).
Esta complejidad restringida es distinta a lo que Morin llama complejidad generalizada, que parte del hecho de que todo sistema, y para él todo es un sistema (Morin 1994), puede considerarse complejo en su naturaleza de organización, pues no responde a una sola lógica o a una sola propiedad. Por esto, la complejidad generalizada es una cuestión epistemológica y de cambio de paradigma, requiere una nueva forma de pensar. Al plantearlo lo contrasta con el paradigma clásico y la necesidad de ruptura con él y de ampliar los horizontes del conocimiento, reconocer al desorden, a la oscuridad, a la ambigüedad, a la incertidumbre, a la contradicción, como fuentes de conocimiento (Morin 1998).
Ante la necesidad de método, Morin plantea estrategias para el conocimiento complejo (Solana 2005a), el cual “es una aventura en espiral [...] el descubrimiento de un principio simple no es el término; [lo] reenvía de nuevo al principio simple que ha esclarecido en parte” (Morin 1999a, 28). En esta perspectiva, el conocimiento es provisional y relativo en las ciencias naturales y en las ciencias sociales y humanas (Ruiz 2003). Las estrategias son los principios de intelección (entendimiento) de la complejidad que son factibles de aplicar a la comprensión de sistemas y fenómenos, abstractos y concretos. Él mismo lo hizo, principalmente para el pensamiento, pero, por ejemplo, también para la empresa (Morin 2011a) y varios autores lo han intentado también, con mayor o menor rigurosidad (Rodríguez-Zoya 2018).
Morin, en ocasiones, expone los principios de comprensión de la complejidad en forma contrapuesta a los de la ciencia clásica. Son esos principios los que sustentan las variables que se usan en esta investigación. En una de sus exposiciones, Morin (1999a) indica:
De los principios anteriores, Morin (2011b) resume en tres la base para pensar y entender la complejidad: el principio dialógico, que implica que hay dos lógicas para abordar un tema, que pueden ser a la vez complementarias y antagonistas, este es el caso del orden y desorden que, en ocasiones, dan lugar a organización; el principio de recursividad organizacional “en el cual los productos y los efectos son, al mismo tiempo, causas y productores de aquello que los produce” (2011b, 106), y el principio hologramático que implica que el todo está en las partes y las partes están en el todo; pero también, lo que quizá presenta más “dificultades para nuestro entendimiento y nuestra estructura mental, el todo es más y, al mismo tiempo, menos que la suma de las partes” (2011a, 121-122; cursiva del autor).
Otros autores han establecido diversas propuestas para estudiar y caracterizar los sistemas complejos, de hecho, quienes contribuyeron a la evolución conceptual de la teoría de sistemas: Von Bertalanffy (teoría general de sistemas); Wiener y Ashby (cibernética de primer orden); Von Foerster, Luhmann, Bateson, Wallerstein (cibernética de segundo orden); Prigogine (sistemas dinámicos en no equilibrio); Rolando García (sistemas complejos) y otros autores que desarrollaron teorías relacionadas (información, comunicación, caos), consideraron que en los sistemas se presentaban características a las que denominaron con el adjetivo complejo; sin embargo, esas características de complejidad no siempre tenían el mismo enfoque y, en general, correspondían a lo que Morin denomina complejidad restringida.
Con base en lo anterior, el tratamiento de un fenómeno, desde la perspectiva del paradigma de complejidad, requiere ser tratado con un enfoque de comprenderlo y no solo describirlo o explicarlo. La comprensión, realizada de forma intelectual y objetiva, pero también de forma humana, es uno de los saberes que Morin (1999b) encuentra indispensables para construir una nueva civilización. El nuevo entendimiento, necesario para la comprensión de la complejidad, requiere una reforma tanto de la mente como de instituciones (por ejemplo, el sistema educativo) y esto, que puede parecer un círculo vicioso para la lógica clásica, solo se podrá hacer si poco a poco se desarrolla el pensamiento complejo (Morin 2006b).
Por la naturaleza cualitativa del estudio, se considera la propuesta que Creswell (2007, 37) plantea, en el sentido de comenzar “con suposiciones, una visión del mundo, el posible uso de una perspectiva teórica y el estudio de temas [...] mediante los que se indaga sobre el significado que, individuos o grupos, atribuyen a una situación social o humana”. Lo anterior supone tomar decisiones teóricas y metodológicas con el fin de generar datos a partir de hechos sociales (Cohen y Gómez 2019), e implica combinar enfoques y estrategias de recolección de datos (Levitt et al. 2018), pero también priorizar variables a estudiar, el modo de obtenerlas y analizarlas, con el fin de cuidar una de las principales preocupaciones en las investigaciones cualitativas, esto es, el rigor y transparencia (Aguinis y Solarino 2019). Con esta referencia el diseño metodológico de la investigación se sustenta en: (i) teoría base: complejidad, que es la que mejor refleja a las organizaciones (Kornberger y Clegg 2003), con base en el enfoque de Morin; (ii) perspectiva epistemológica: subjetivismo, puesto que “dar cuenta de la realidad social exige conocer la actividad de los individuos, de los grupos y de las comunidades en cuanto interactividad [...] con un diálogo estructurado por la perspectiva de y desde el punto de vista del investigador [...] dejando en suspenso cuáles sean los significados auténticos, las experiencias reales y los hechos objetivos” (Bericat 1998, 75); adicionalmente, en un sistema complejo, por la superposición de sus atributos ontológicos y de las estrategias epistemológicas utilizadas para comprenderlos, es difícil que haya posiciones objetivas para estudiarlos (Woermann, Human y Preiser 2018); (iii) enfoque: fenomenología de tipo interpretativo (hermenéutica); (iv) método de construcción de conocimiento: inductivo, “parte de una realidad concreta [...] para llegar a una teorización posterior” (Albert 2007, 148); (iv) técnica de colecta de datos: entrevista a profundidad semiestructurada; (v) interpretación: análisis de contenido cualitativo, pues si bien el uso de herramientas computacionales se ha difundido y popularizado y, aunque “quizá sea excitante, [es algo] que no conduce a la comprensión” (Krippendorff 1997, 8) y más bien “estas son miradas reduccionistas que excluyen la posibilidad de representar propiedades de los objetos mediante categorías cualitativas” (Cohen y Gómez 2019, 24); (vi) tipo de investigación: descriptiva, con el fin de interpretar y comprender procesos y comportamientos; (vii) unidad de investigación: medianas empresas de Quito (50 a 199 personas, ventas anuales entre USD 1 000 001 y USD 5 000 000 (EC 2011), no relacionadas o dependientes de empresas internacionales, para evitar influencias de matrices externas en su comportamiento), y también, complementariamente, consultores en temas de gestión y calidad, por ser actores del entorno de las empresas que conocen el ambiente y comportamiento empresarial.
Para organizar e interpretar los datos, Strauss y Corbin (2002) expresan que hay que elaborar categorías y codificar, lo que supone conceptualizarlos, reducirlos y relacionarlos y debe haber un procedimiento adecuado de codificación pues es parte de la validez y confiabilidad del estudio. Al revisar las categorías y códigos establecidos en la tabla siguiente, el lector podrá confirmar que corresponden a los principios de comprensión de la complejidad, explicados en el acápite anterior.
Tabla 1
Códigos y categorías para análisis de complejidad
Variable | Código | Categoría |
---|---|---|
Características de complejidad en las empresas |
CE1 | CE1 - Dialogicidad (presencia de dos lógicas antagónicas, por ejemplo, orden-desorden). |
CE2 | CE2 - Característica hologramática (el todo es mayor, igual, menor y/o distinto que las partes). | |
CE3 | CE3 - Emergencia de cualidades (a partir del orden, del desorden o de las interacciones internas o externas). | |
CE4 | CE4 - Multidimensionalidad (copresencia de hechos simples o complicados: caóticos o no; deterministas o probabilísticos; evolutivos). | |
CE5 | CE5 - Politemporalidad (decadencia, repetición, progreso, entropía negativa (neguentropía). | |
CE6 | CE6 - Recursividad organizacional (autoproducción, autoorganización, endo-exo-causalidad; flexibilidad, adaptabilidad). | |
CE7 | CE7 - Relación sistema-entorno (relación objeto-medioambiente; no disyunción, uno influye en otro y viceversa). | |
CE8 | CE8 - En la empresa: estrategia (lo emergente) frente a programación (lo planificado). |
Elaboración propia.
La selección de la muestra y su adecuada justificación es una de las falencias en las investigaciones cualitativas (Ashworth, McDermott y Currie 2019), lo que se ha querido evitar en este caso. Una de las opciones es “hacer por casos extremos, típicos o por la máxima varianza” (Albert 2007, 178), pero también se hace por conveniencia, casos consecutivos o cuotas. Como parte del muestreo por conveniencia está la muestra por criterio, en la que “además de encontrarse disponibles los sujetos de estudio, se elige a los que se presuponen más apropiados” (Reyes, Espinoza y Olvera 2013, 2922); autores como Creswell y Creswell (2018) usan la palabra intencional; Hernández- Sampieri, Fernández y Baptista (2010) indican que es por propósito. Para esta investigación se seleccionó por criterio a un grupo de empresas y de consultores (con lo que se cumple también con la característica de convergencia o triangulación, deseable para este tipo de metodología).
En relación con el número de entrevistas, se consideró que: (i) “es posible dar inicio a una investigación de tipo cualitativo con una muestra de aproximadamente 12 participantes” (Reyes, Espinosa y Olvera 2013, 2922);1 (ii) el criterio de saturación es el que se utiliza para limitar el número de entrevistas puesto que el investigador, al utilizar un diseño emergente, de acuerdo con las circunstancias, y no completamente predefinido previamente “no será capaz de especificar el tamaño de la muestra [...] para comprender totalmente un fenómeno de interés” (Albert 2007, 179), lo que significa que la saturación se da cuando “no surgen registros nuevos [...], en el juego entre las variables y la realidad de estudio no se producen nuevos datos” (Cohen y Gómez 2019, 252). Hennink, Kaiser y Marconi (2017) refieren la dificultad de encontrar en investigaciones cualitativas los criterios utilizados para establecer que se ha alcanzado la saturación; exponen dos estudios de otros autores y uno propio y concluyen que “la saturación de código [o de temas] se alcanzó en 9 entrevistas, en las que se identificó el rango de asuntos temáticos. Sin embargo, se necesitaron de 16 a 24 entrevistas para alcanzar la saturación de significado” (591). A partir de esto recomiendan parámetros de referencia para establecer la saturación y con ello una determinación de la muestra. Estos parámetros, explicados por Serna (2019), determinan que se compare entre posiciones extremas para identificar lo que requiere el tema estudiado, específicamente:
Para el estudio que corresponde a este artículo hay que considerar que: la base de variables está prácticamente predefinida por el marco teórico y son puntos concretos para caracterizar un tema; no tiene una perspectiva de desarrollo de teoría sino de comprensión de un fenómeno; la estrategia de muestreo es flexible, sustentada en opinión de expertos (los consultores). Por lo anterior, las características se acercan más a tener una saturación por códigos que, de acuerdo a Hennink, Kaiser y Marconi (2017), significa que es posible una muestra con 9 entrevistas, aunque por un parámetro (heterogeneidad de la población considerada), que es solo 1 entre 7, la muestra podría estar entre 10 y 12. De acuerdo con lo indicado, el número de entrevistas planificadas fue 12. En la práctica se ejecutaron 13, se validaron 11 y se consideró haber alcanzado la saturación.
El objetivo de la investigación fue estudiar y comprender el entorno que afecta a las empresas y sus influencias recíprocas, con base en el paradigma de complejidad, contrario al análisis tradicional funcionalista. En este acápite se presentan, como ejemplo, algunas frases de los entrevistados que tienen que ver con la relación empresa-entorno; es decir, la relación objeto-medio ambiente que, desde la complejidad, se debe ver en una perspectiva de no disyunción puesto que uno influye en otro y viceversa. Cabe aclarar que en las entrevistas se profundizó en la evolución de las empresas desde su creación, por lo que algunos de los temas expuestos corresponden a situaciones ocurridas hace algunos años. A continuación, se transcriben las frases y luego, entre paréntesis, se indica la interpretación hecha por el investigador, que obviamente es subjetiva, tal como se estableció y justificó en el acápite de material y método, y que puede ser cuestionada por el lector desde su propia perspectiva. Posteriormente se analizan los resultados, en función de cada categoría utilizada.
Empresa 1: |
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Empresa 2: |
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Empresa 3: |
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Empresa 4: |
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Empresa 5: |
|
Empresa 6: |
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Consultor 1: |
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Consultor 3: |
|
Consultor 5: |
|
Elaboración propia.
La información recopilada podría interpretarse como una intermitencia de caos y orden en la relación empresa-entorno, si el análisis fuera solamente funcionalista, pero —a la luz del paradigma de complejidad— se puede ver de una manera distinta, que es lo que se pretende en este artículo. En el análisis con los principios de complejidad generalizada, en la relación empresa- entorno (categoría CE7), se ve que el sistema empresa es parte de un sistema entorno que lo engloba, lo condiciona, lo determina, pero al cual también la empresa influye y afecta, y que ambos pueden conceptuarse como otro sistema. En este entorno está el rol de los diversos agentes que lo componen, lo cual se ha identificado en las frases recopiladas en la investigación (que son muchas más que las presentadas anteriormente como ejemplo), pero están también visibles los efectos positivos o negativos que pueden generarse, lo que se corrobora con hallazgos en otras investigaciones (Benzaquen y Pérez 2016; Simon y Kafel 2018). Se aprecia la influencia, en diversos ámbitos, de entidades reguladoras (el SRI), de los clientes, de los proveedores, de los consultores, incluso se ve el efecto de la naturaleza, los temas políticos, la situación económica.
Lo anterior determina la necesidad de estrategias emergentes en las empresas (categoría CE8), en contraposición a lo que se pudo haber planificado, ante los cambios del entorno que los empresarios interpretan a veces como situaciones caóticas. En la concepción de Morin (2011a) la estrategia (lo emergente) supera a la planificación, que él la identifica más como una programación específica y estática; el funcionalismo privilegia la planificación. En las frases presentadas se refleja también que emergerán cualidades (categoría CE3), relacionadas a hacer nuevas cosas o cambiar lo que se hace (en productos, servicios o procesos), también modificar la estructura organizacional. Se evidencia que, ante situaciones aparentemente caóticas, es decir el desorden, se llega al orden y a la organización (reestructuración o reordenamiento de la empresa), es decir, la auto-eco-organización, constatándose la recursividad organizacional (categoría CE6), tema que el funcionalismo no considera.
La presencia de lógicas distintas (categoría CE1) pero coexistentes en el diario desempeño de las empresas se hace evidente cuando, en las frases recopiladas, se contraponen lo ideal y lo pragmático; el deber ser y la resistencia al deber ser; la planificación y la necesidad de acciones emergentes; la valoración pero también resistencia a las regulaciones y a la normatividad; el reconocimiento y la negación de que la competencia es objeto de interés, observación y quizá copia (Wongthongchai y Saenchaiyathon 2019). En el análisis funcionalista lo anterior no se considera.
En la relación empresa-entorno están presentes, simultáneamente y generando efectos positivos y/o negativos, diversidad de hechos o situaciones (categoría CE4). Algunas frases indican que hay incidencia de varios actores las evaluaciones que se hagan deben tener presente también varias dimensiones (lo indica el consultor 5). En el funcionalismo, al separar y simplificar los elementos bajo análisis, el efecto de la simultaneidad se diluye.
En el principio de politemporalidad (categoría CE5, no considerada por el funcionalismo) se ve que el avance del tiempo no es lineal, que incluso puede retroceder y que puede significar avances y retrocesos; fracasos y adelantos. Politemporalidad en la que problemas y soluciones no solo coexisten, sino que se dinamizan entre ellos, los problemas que crean oportunidades (empresa 1). Aparentes retrocesos pueden significar avances.
La característica hologramática (categoría CE2) no se evidenció directamente en las entrevistas, pero definitivamente está presente al observar el funcionamiento empresarial, en su estructura y en la cultura organizacional. Esto es así porque, al mismo tiempo, la empresa hace más de lo que hace una de sus áreas (por ejemplo, la empresa no es solo el área de producción), pero también hace menos de lo que pudiera hacer una de ellas (si hay sobrecapacidad en el área de producción). Lo que la empresa hace es distinto, en conjunto, de lo que hace cada área. Pero también, ciertas características del todo, por ejemplo, la cultura organizacional, está en las partes, que a su vez contribuyen a crear esa cultura organizacional. Se establece así que el todo es más, pero también menos que sus partes; es distinto, pero las partes están en el todo y el todo está en las partes. Una reflexión como la anterior no es parte del análisis funcionalista, que posiblemente se limitará a establecer la productividad en cada área y plantear requerimientos de coordinación.
En esta investigación se ha caracterizado la complejidad que se presenta en la relación empresas-entorno que, en una primera instancia, se puede ver como una relación en la que el orden y el caos están presentes, pero sin una aparente implicación entre ellos. El análisis de complejidad, a través de los principios planteados por Edgar Morin, permite identificar que, más allá de ese aparente desencuentro, hay una opción de complementación y de comprender y proyectar lo que sucede.
Esta posibilidad de aprender de y aprehender un fenómeno desde la complejidad, implica no solo aplicar para el análisis, sino aceptar y comprender en el día a día los principios planteados por Morin, principalmente los siguientes: el de singularidad (unicidad de cada sistema); el de dialogicidad (lógicas antagónicas o complementarias que coexisten); el principio hologramático (la relación entre el todo y las partes); el principio de recursividad organizacional (dada una causa y su efecto, el efecto puede ser causa de su causa; se presentan endo-exo-causalidad y autoproducción); la auto-eco-organización relacionada al principio de emergencia (de cualidades). En todo sistema complejo estos principios se presentan en forma conjunta, integral.
A partir del ejercicio realizado se establece que fenómenos identificados e inicialmente caracterizados por marcos teóricos de enfoque funcionalista, modernista, se pueden estudiar en la perspectiva del paradigma de complejidad (cuyo enfoque es posmodernista), lo que abre opciones de comprenderlos en nuevas dimensiones y proyectarlos para un mejor desempeño organizacional.
La realidad encontrada en las empresas muestra que la complejidad está allí, en esos sistemas: en las empresas y los fenómenos que se presentan en ellas. Comprender esa complejidad es el reto. El nuevo entendimiento que se requiere, parafraseando a Morin (2006b), necesita una reforma tanto de la mente como de las instituciones (por ejemplo, el sistema educativo) y esto solo se podrá hacer si poco a poco se desarrolla el pensamiento complejo. En esta medida, el paradigma de complejidad representa una opción creadora y de crecimiento, en la que desorden, orden y organización constituyen un círculo virtuoso. Un cambio de paradigma es la propuesta de Morin y, en esa línea, es necesario un análisis distinto y diferentes prácticas y formas de gestionar las organizaciones, incluyendo su relación con el entorno, la sociedad a la que pertenecen.
Esta investigación contribuye a identificar y reflexionar sobre la riqueza de la individualidad de cada empresa, de quienes la conforman y de la relación con el entorno. El funcionalismo puede pretender uniformidad que garantice determinados resultados, pero lo real es la diversidad; el reto es aprovechar esa diversidad de la mejor manera, enriquecerla y permitir su desarrollo. Instituciones, programas o proyectos que pretendan promover mejoras en la gestión empresarial deberán evitar que se quiera uniformizar, porque no lo van a lograr. El estudio realizado refleja que cada empresa, cada persona, cada situación, cada entorno es único y complejo, y de esa manera debe ser tratado.
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